veintiuno: partes divididas

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Una vez que los esclavos fueron liberados en las fronteras... cada quien se fue por su lado...

Kirishima estaba en el suelo mirando el cielo nublado - que manera tan asquerosa de morir - se quejó...

- el rey tenía razón... llegaste -

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Katsuki fue llevado nuevamente al castillo... su madre le quitó a la fuerza las llaves luego de haberlo golpeado según ella por provocar la muerte de Masaru y dejar vivo a ese alfa rebelde...

En la puerta de su habitación habían dos guardias uno de cada lado resguardándolo... la reina también había dado la orden de no dejar salir al cenizo por ninguna circunstancia... el castillo sería su jaula.

•••

Mei entró a la habitación con un botiquín de emergencia... miró el cuerpo demacrado del omega postrado en la cama...

La beta se sentó a un lado de la cama... con cuidado comenzó a desinfectar las heridas de la cara... si bien ya estaba con moretones por culpa de esos malditos alfas... ahora tenía nuevas llagas a causa de su madre.

- mi cabeza duele... siento como si fuera a explotar - murmuró cerrando los ojos dejando que la fémina siguiera con su labor...

- perdón por no poder hacer nada más por ti - comentó Mei alzando un poco la cabeza del cenizo y dándole de tomar un calmante...

En cuestión de minutos el cenizo quedó dormido... Mei limpió las heridas de todo el cuerpo... luego colocó gasas y vendas...

- la herida de su cabeza volvió a abrirse - comentó mirando un poco de sangre en la almohada... suspiró decaída, con agua tibia limpió la cabeza del cenizo para luego suturar la abertura.

- si ya terminaste de sanarlo retírate - habló uno de los guardias mirando a la fémina.

Mei regresó una mirada molesta... tomó sus cosas y salió del lugar empujando al beta...

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- como se encuentra el joven Katsuki - preguntó Shindo al ver a la pelirrosa entrar a un pequeño comedor para los empleados...

- ... mal... diría que más bien está destrozado... yo... aún no se como decirle sobre... Shinso - habló sentándose en una silla y golpeando su frente con la mesa, quedando allí...

El castaño bajó la mirada soltando una bocanada de aire... aún no podía creer que la reina mando a matar a su compañero... a su hermano.

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- ¡duele maldita sea! -

- ya cállate... que aún faltan coser más heridas - comentó el otro mientras hacía nudo al hilo al terminar de suturar la espalda. - me sorprende que aún sigas teniendo fuerzas -

- tsk -

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Bakugou despertó a la fuerza al escuchar cadenas golpear contra el suelo de piedra... aún le dolía la cabeza pero era un dolor mínimo... se sentó en la cama mirando a varios lados de la habitación.

- al fin despertaste - comentó Mei quien estaba parada al marco del ventanal mirando hacía afuera...

- que es todo ese ruido - dijo con voz ronca...

- son los nuevos esclavos - respondió caminando de vuelta con el omega, le entregó al cenizo algunas pastillas seguidas por un vaso con agua - tómalas todas, e necesario para tu recuperación... estuviste dormido por un mes, tus músculos deben estar débiles -

El cenizo bebió la medicina sin protestar... - donde está Shinso... necesito hablar con él - Mei bajó la mirada... sentía una opresión en su pecho - Que pasa... ve a llamarlo, pero no demoren -

- Shinso.... Shinso está muerto -

•••

Sus heridas se sanaban con lentitud... al cabo de un año aquellas llagas se cerraron dejando cicatrices casi invisibles... tanto en su cara con en el cuerpo.

Aún que luego de aquel día, se negaba a quedarse sólo en un lugar cerrado... no lo decía pero se notaba su preocupación y nerviosismo, también hacía lo posible para mantenerse alejado de su madre... quien lo golpeaba por cualquier acción que hiciera, en serio estaba cansado de vivir así, de esa forma... pero no podía evitarlo, tenía miedo... se sentía sólo, vacío, tan desprotegido...

Sus siclos de celo eran todo un infierno... las medicinas que le daba Mei ya no le ayudaban, se negaba absolutamente a tener un compañero de sexo... así que la reina ordenó drogarlo cada que llegaba su celo.

Ya nisiquiera sabía por que seguía vivo... de que servía, tanto su padre como Kirishima ahora ya no estaban... su madre por otra parte le daría su "libertad" al casarse con un alfa de la realeza, según ella para no dañar o manchar el linaje de la familia...

- que asco se vida - se dijo a si mismo Katsuki sentado en su cama cerrando un libro que había terminado de leer.

Hubo un silencio sepulcral en la habitación hasta que escuchó el rechinido de la puerta al ser abierta... sus instintos se afiláron, miró a su madre entrar...

- Katsuki... prepárate más tarde vendrá el príncipe de la región noreste... quiero que te veas presentable que te comportes y sobre todo, te prohíbo hablarle a ese alfa sobre tu vida personal en el castillo - habló la reina para luego salir sin antes azotar la puerta para mostrar aún más autoridad.

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- ¡agh! ¡odio esto... por qué rayos es tan difícil! - exclamó tirando todos los libros que tenía en una mesa de madera algo dañada.

- no hagas eso...que pasó con ese entusiasmo -

- se fue al carajo... tengo hambre que comeremos hoy -

- no estudias... no hay comida - sentenció obligando a que su compañero de mala gana tomará un libro del suelo y.... se lo lanzara con la única intención de darle en plena cara... cosa que falló.

- que grosero, así no avanzaras -

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Ya había caído la noche... Bakugou regresaba a su habitación acompañado de Shindo una vez que el príncipe se fue...

El cenizo cayó rendido en la cama... y Shindo se quedaría con el asegurándose estar allí para calmar al cenizo por si tenía alguna pesadilla.

😃😃

Aʙᴀᴊᴏ AʟғᴀsWhere stories live. Discover now