Capítulo 15^

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Vanessa

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Vanessa

El último fin de semana en casa de mi madre pareció una eternidad, había olvidado lo que se sentía estar sofocada en tu propio hogar, todo eso me hizo recordar lo duro de mi adolescencia, todos mis mejores años se fueron mientras estaba sentada en casa aprendiendo como ser una buena esposa.

Una buena esposa escucha siempre a su marido.

Una buena esposa hace siempre lo que su marido demande.

Una buena esposa siempre está a la espera de su esposo y se asegura de dejar todo listo y bien organizado para que nada le moleste.

¿Y dónde están las cosas que ese querido esposo haría por mi?

Entiendo por un lado a mi madre, fue criada en un mundo donde la mujer priorizaba la comodidad del hombre antes que todo, pero siempre desee que se diese cuenta de que ya no vivíamos más en esa época.

Yo quiero tomar mi propio camino, quiero quemarme, arder en el fuego, incluso volverme cenizas y desaparecer si eso conlleva vivir, vivir mi propia vida bajo mis decisiones.

<<Madre, ya no soy más esa niña que asentía a todo sin ser su propio deseo>>

—¡Buenos días!

Cuelgo el teléfono.

—Buenos días, bienvenida.—una chica delgada, pelo rubio, piel clara y bien vestida entra a la oficina, y ni siquiera me percaté cuando se me acercó.

—¿Pitt está en su oficina?—sonríe.

—Ahora mismo está en medio de una reunión pero pronto terminará, ¿tiene alguna cita?

—Oh no, es una sorpresa, vine sin decirle nada pero soy su prometida.

—Ah ok, entonces en ese caso, permíteme toma...

¿Prome qué?

¿Qué es lo que acaba de decir?

—Disculpa creo qué hay un error.—suelto tontamente.

—No, no lo hay.—ella me da una sonrisa—Soy Diana, Diana Morfis mucho gusto—me extiende la mano—supongo que eres nueva, tenía mucho sin venir aquí, veo que casi nada a cambiado—le da un vistazo al lugar.

¿Qué diablos está pasando? mi mente esta total y completamente en blanco, ¿quién es esta mujer y por qué no deja de hablar?

—¿Estás bien?

—S-Si, perdón, soy Vanessa, y si, soy la nueva secretaria.

—Es un placer, parecías estar en otro mundo, tal vez deberías ir al baño y echar algo de agua fría en tu rostro parece que te vas a desmayar, tu semblante cambio mucho repentinamente.—sus manos suaves llegan a mi rostro.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Where stories live. Discover now