Capítulo 38^

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Pitt

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Pitt

La espera en el jardín trasero junto a Lisa me desespera, una de las chicas de servicio deja una bandeja con varios vasos sobre la pequeña mesa, veo el contenido y lo recuerdo claro como el cielo que ahora observo, no puedo enfocarme en ello, no es tiempo para eso además que no sé si es realmente es lo que quiero.

—¿Piensas en los franceses?

Si así es como se le puede llamar a cada imagen que me ataca repetidamente trayéndola a mi mente.

Si.

—Debo tener claro lo que quiero que hagan para que no haya ningún problema.

—La asociación quedó clara, ¿No es así?

Su pregunta viene llena de ambiciosa curiosidad.

—De mi parte, pero ya sabes como es, debo tener cuidado de no terminar envuelto al final en alguna trampa.

—Por ahora necesito que quites esa cara—se levanta—han llegado.

—Ya lo sé—me pongo de pies girándome a ver su entrada, Bean, Diana, Felipe, Dahiana y Matilde, todos como una solida manada llegan a la casa, algunos con una leve sonrisa, otros bastantes serios como si asistieran a algún funeral y los demás como si estuvieran esperando una grandiosa bienvenida.

El aire es tan seco como mi garganta y ganas de recibirles.

—Buenos días—espeta Felipe saludando con un beso en la mejilla a Lisa seguido de tomar un vaso de la mesa.

—¡Que calor!—habla Dahiana removiéndose el abrigo de piel que lleva, ¿Qué acaso no escuchó hacia donde venía?

—Pitt—Matilde se queda detenida esperando como si hubiese olvidado nuestra última conversación.

—Abuela—le doy una sonrisa acercándome a saludar.

—Querido nuero, grato verte aunque creí que acompañarías a Diana por nosotros—continúa Dahiana detrás de mi con obvio desdén.

Me giro.

—Eso eran los planes pero lamentablemente no me sentía bien del estomago, me cayó mal la cena.—le doy una mirada de reproche a Diana evitando enfocarme en el desastre que causó.

—Ya dejémonos de juegos, todos estamos aquí por una razón—suelta Felipe quitándose el saco y tomando asiento.

—Lastima que tiene razón—Dahiana hace lo mismo que él.

—¡Madre!—se queja Diana.

Esta mujer siempre ha sido insoportable pero inteligente, se podría decir que mucho más que algunos de los presentes, por otro lado, su encanto porque seamos parte de la misma familia es lo único reciproco que siempre hemos compartido.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Where stories live. Discover now