TRILOGÍA HÁBITOS INSACIABLES. (Libro I)
Vanessa apenas empieza a separarse de la sobre protección y tabúes de su madre descubriendo así las tentaciones y emociones de la libertad. Pitt un joven empresario conocido por su arrogancia y mal temperamen...
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De regreso en Puerto Rico.
Vanessa
El calor de la ciudad me da la bienvenida, la frescura del aire seco golpea mi cabello, apenas son las dos del día y Anna me recibe en el aeropuerto acorralándome como si hacía años que no nos veíamos, veo al resto del grupo ser recibidos por los que creo son sus trabajadores, durante todo el vuelo estuve con la cabeza agachada, mientras él se encontraba junto a su esposa sin voltear a verme en algún momento, por otro lado Bean en algunos instantes se acercaba hacerme compañía pero cada vez que sucedía la imagen pasada suya no dejaba de llegar a mi mente.
—Hay algo que debo decirte—espeto lanzando sobre el sofá de mi apartamento, extrañaba tanto el aroma a vainilla del lugar.
—No me dirás algo como que intentaste interrumpir la boda o algo así, ¿verdad?—la escucho balbucear mientras destapa una bolsa de papas fritas.
Resoplo.
—No es eso, es algo mucho mejor, no creerás lo que vi—guardo silencio al verla no ponerme atención con la vista en su teléfono—Anna te estoy hablando.
—Te estoy escuchando—le arrebato el teléfono de las manos sintiendo que voy a estallar.
—Los vi teniendo sexo.
—Que rara estás—toma el telefono de forro azul de mi mano—no sabía que te gustaban esas cosas.
—No idiota—le doy un golpe en la frente—no hablo de eso—Bean—la observo—y lisa, Bean y Lisa tienen una aventura sexual.
Ella se sorprende inclinandose hacia mi mientras asiento como tonta.
—Woooohh—suelta ella—¿y quienes diablos son esos?—se deja caer sobre el sofá.
—Acaso no escuchas cuando te hablo, Lisa es la hermana menor de Pitt y Bean es su primo, los tres fueron criados como hermanos en Islandia luego de que sus padres murieran.
—Y los vigilabas mientras tenían sexo, ¿por?
—Fue accidente—entre sin querer mientras huía de Pitt.
—¿Y que te pasó en el pie?
—También fue un accidente—culpa tambien del idiota.
—No sé que es más extraño, tú excitándote espiando a otros follar o que me cuentes tan emocionada que esos dos que no conozco se cogen.
—Cierto—vocifero—sabes lo que pasaría si Pitt los descubre, peor estuvo a punto de hacerlo pero tuve que impedirlo.
—¿Y como hiciste eso?
Pues siguiéndolo hasta su habitación.
—Tuviste sexo con él, ¿no es cierto?—me observa—está bien si lo hiciste, digo el tipo está hecho a toda medida, pero se casó, ¿no es así?
