Libertad, honor , sacrificio, honra, amor o traición era algo que cualquier persona en su sano Juicio jamás se atrevería a mezclar para describir a una persona, Jeon Jungkook , de 34 años lo sabia a la perfección... pero esa historia de su pasado h...
Su hermoso y largo cabello colgaba por su espalda, atado ligeramente con un precioso moño dorado, dándole una vista hermosa, digna de retratarse en una fotografía, no necesitaba nada más, el simple hecho de existir le hacía hermosa, hermosa e inocente, tierna y dulce, esa era la forma en la cual Jungkook podía describir a Nae, y esa imagen mental en su cabeza no desaparecía , cada día se replicaba en su mente una y otra vez, cada día en punto de las 16:00 PM, cada día después de la escuela Jungkook se dirigía al mismo lugar, al jardín trasero donde ese día al igual que el anterior y el anterior y el anterior a ese, y así por una semana consecutiva, Nae se sentaba a pintar y Jungkook se acercaba a apreciar.
Ver a Nae sentada pintando era lo más hermoso y tierno que Jungkook podía ver, y le fascinaba el hecho de saber que esa pequeña obra de arte pintando otra obra de arte, es la que se coronaria como la madre de sus hijos en un par de años, aquella efímera idea de rechazar el matrimonio se había esfumado en el instante en el que Nae dio la media vuelta y le sonrío con esa ternura que jamás creyó fuese posible encontrar en algún ser humano..
Cada día observaba a Nae un par de minutos y después se retiraba a hacer sus deberes, pues no quería incomodarla o que ella se sintiese observada, y así pasó nuevamente ese viernes, venía suma y totalmente cabreado después de su encuentro con Jimin, y antes de subir a encerrarse a su habitación como lo hacía desde hacía una semana desde que los Park habían llegado, se detuvo a su pequeña nueva rutina, Ver a Nae.
Sintiéndose satisfecho se dio la media vuelta dispuesto a retornar a las escaleras y al fin irse a su habitación, pero un leve y delicado carraspeo de garganta le hizo detenerse y sudar frío.. - Señor Jeon, acaso le resulta más interesante quedarse parado ahí, que venir y ver de cerca mi cuadro?- Se escuchó la voz de Nae, dejando a un nervioso y ansioso Jeon, pues la idea de que Nae le descubriera le resultaba sumamente vergonzosa - No, no , q-ue-rí-a incomodarla- respondió ingresando a paso lento y nervioso hacía donde Nae se encontraba sentada.
-Incomodarme??- Una tierna risita escapó de una concentrada Nae, aún con su mirada puesta en el cuadro - Después de todo soy yo la que invade su casa , usted puede ver y estar en donde quiera, pero si le brinda tranquilidad, su mirada no me resulta incómoda- Jungkook solo se limitó a sonreír para sí mismo, pareciéndole Nae más linda de lo que ya era, ¿Acaso era Perfecta? - Así que señor Jeon- Mencionó Nae volteando ligeramente su cabeza y alzándose para poder contemplar la cara de Jungkook que se encontraba por encima de sus hombros -En lugar de ser un espectador silencioso, podría , no sé, quizás acompañarme mientras pinto, podría ser bueno para nosotros, quizás para conocernos - La sonrisa de Jungkook se amplió aún más y asintiendo levemente pronuncio un animado si, para posteriormente despedirse con una reverencia hacia Nae y salir para ir a su habitación, pero justo cuando se encontraba por salir del salón , su sonrisa genuina se borró totalmente cuando sus ojos notaron esa silueta perteneciente al ahora dueño de su mal humor..
-A si que ha tomado bastante bien la estancia de Nae aquí Señor Jeon- mencionó Jimin con su siempre sarcástico tono de Voz - Me parece que conocer a mi futura esposa, desde ser algo en lo cual debo empezar a trabajar- respondió Jeon mirando duramente a Jimin con un deje de altanería en su tono de voz, - Me resulta bastante curioso sabe, el hecho de que justo hace un año quisiera usted cancelar el compromiso y ahora simplemente ha decidido que no más, sé que Nae es hermosa, pero si cree que por el hecho de estar ya comprometida con usted, yo dejaré que usted le haga daño, está total y completamente equivocado, la protegeré con mi propia vida si es necesario, y no dejare que ni usted ni nadie lastime su corazón-
-No son necesarias sus amenazas señor Park, no tengo intenciones de lastimarla, se perfectamente la mujer que Nae es- Respondió Jeon, pasando así por un lado de Jimin para dejarle en la entrada del salón y el dirigirse a su habitación - Le reitero Jeon, no se atreva a lastimarla, por que no tendré piedad con usted, juro por mi vida, que sobre mi cadáver Nae será lastimada-
Pero ese era un juramento que Jimin en el futuro no sería capaz de cumplir, aun que amase a Nae en demasía , aunque quisiese protegerla, simplemente no podría.... no podría protegerla de él mismo...
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