Libertad, honor , sacrificio, honra, amor o traición era algo que cualquier persona en su sano Juicio jamás se atrevería a mezclar para describir a una persona, Jeon Jungkook , de 34 años lo sabia a la perfección... pero esa historia de su pasado h...
No, nada era normal o bueno, nada despues de ese beso era bueno, definitivamente la vida el universo, los astros y todo, pero absolutamente todo lo que existía en el mundo odiaba demasiado a Jungkook, o eso era lo que se repetía una y otra vez mientras estaba parado en esa terraza contemplando la tarde caer, y es que había querido ignorar, una, otra y otra vez todas las sensaciones que ese beso con el rubio le habían causado.
Feo, sucio, incorrecto , enfermo, y ....
Jodidamente perfecto..
No , eso no era asi, quizas era una mala jugada de su mente,una mala jugada, la cual quería hacerle creer que sus labios encajaban tan, pero tan perfectos con los de Jimin, por que esa forma dominante en la cual los labios del rubio habían tomado los suyos, había sido, por demás estimulante, por que Jungkook no era un ser inocente que desconociera lo que era la excitación provocada por un beso como el que él y Jimin se habían dado, era más, mucho más, más fuerte, el fuego que recorrió su sistema en el momento en el cual Jimin lo había pegado a la pared, y lo hubiese besado de esa forma, era.. por demás estimulante , por que despues de un largo tiempo, con la única persona que había experimentado esas sensaciones era con Nae.. y ahora con..¿Jimin? , por eso había reaccionado de esa forma, por eso había empujado a Jimin, por que esa misma sensación conocida y experimentada, estaba sintiendo con Jimin, y jimin era un hombre.. un hombre y eso no era bueno.. su atracción hacia el rubio había quedado atrás , muchos muchos años atrás, había quedado enterrada, pero ahora, nuevamente había resurgido con fuerza, esa fuerza que el pelinegro evitaba, pero que a su vez lo atraía a Jimin con un imán.
Un imán que con su gran fuerza de atracción incitaba al menor a pensar en él, a rememorar ese beso , a desear más, mucho mucho más, aún que la verdadera pregunta para Jungkook era, ¿Qué era lo que realmente esperaba? , ¿Qué era ese más que deseaba de Jimin? , no, ni él mismo tenia idea, solo sabía que jodidamente añoraba con esa fuerza desgarradora, volver a sentir los labios de Jimin sobre los suyos..
Sonoros toquidos se oyeron sobre esas grandes y altas puertas que servían como protección a ese estudio que conectaba el lugar con una gran terraza que adornaba esa bonita y enorme mansión de 2 pisos donde los Jeon residian.
–¿Puedo pasar?–
Ahí estaba ella, vestida tan con tan solo un sencillo vestido amarillo, que dejaba al descubierto una parte de sus preciosas clavículas, y su cabello, ese hermoso castaño cabello que combinaba con ese moñito que lo llevaba sujetado de lado, era hermosa, Nae era sumamente hermosa, casi tan hermosa como Jimin.
–Adelante Nae–
¿Por que justo cuando su mente más loca y enmarañada se encontraba, justamente tenía que ser Nae quien pidiera entrar?
¿Por que justo cuando su mente era una revolución ?
Por que muy a pesar de no ser "Novios" Oficiales con Nae, para nadie era un secreto que ellos se entendían a la perfección, o quizas era una señal del universo que le decía que Nae era lo correcto y justo para él.
–Nae, yo, lo olvide, por completo lo olvide, disculpa mi insensatez, pero te parece si mejor te acompaño mañana?– Una sonrisa salió de los labios del pelinegro en forma de disculpa.
–Vale , no pasa nada Kook, igual solo queria saludarte–
La menor se acercó, haciendo el amago de depositar un casto beso en los labios del pelinegro, pero por alguna razón se sentía extraño, era como si estuviera sucio, y por eso evito ese beso, volteando levemente su mandíbula, haciendo que el beso quedara apenas en la comisura de sus labios.
–Yo,yo, me retiro, pero cuidate mucho vale?, te veo mas tarde–
La cara apenada de Nae, fue lo último que Jungkook vio, definitivamente , el debía primero, resolver todo el enredo que Jimin había creado, necesitaba dejarle en claro que lo que fuera que había sucedido, no era correcto, que debían olvidarlo.
La castaña se fue, y lo único que rondó en la cabeza del menor era el buscar a Jimin, dejarle en claro todo, y evitar a toda costa que ese "Desafortunado incidente , volviera a repetirse", o bueno intentaría encontrarlo porque hacía una semana después de eso en la cual apenas y se medio dirigían la palabra.
(.........)
Tras haber hecho tiempo, o mejor dicho haber tranquilizado su loca cabeza la cual claramente era un caos, organizo sus ideas de forma ¿Clara?, bueno almenos lo había intentado, y es que ahora ya tenía claro todo lo que le diría a Jimin, tenía claro que definitivamente cortaría con lo que sea que hubiese pasado, por que era lo correcto.
Salió a toda prisa de esa terraza donde había pasado gran parte del día, y es que a parte de pensar y pensar, también debía estudiar para los jodidos examenes que estaban cerca y que si o si, debía aprobar.
Salió con calma y se dirgio hacia el cuarto de cierto rubio, con quien tendría una amena platica , y muy amigable por cierto , o eso era todo lo que su mente le repetía incansablemente –Se amable Jeon– , si claro, lo intentaría , de verdad lo haría, pero considerando que él y el rubio parecían ser dos polos completamente contrarios, digamos que se haría lo mejor que se pudiera.
–Señora Choi, ¿ha visto al doctor Park?–
Pregunto a una de las empleadas que recien salía de la habitación del rubio.
–No Joven Jungkook, he entrado a cambiar las sábanas pero no lo he visto .–
La mujer sonrió amablemente al castaño , haciendo una referencia y retirándose de ahí.
La cabecita del pelinegro le repetía una y otra vez que entraran, y la otra parte de su razón le decía que se fuera y volviera más tarde, pero no , Jeon Jungkook nunca fue precisamente conocido por ser tan sabio que digamos, asi que recordó el simple detalle, era su casa, entonces no pasaba nada si esperaba al rubio dentro ¿verdad?, total, estaba en su casa.. no era como si fuera a invadir a otro país y violar sus reglamentos, aparte en serio que quería hablar con el rubio, le urgia.
Su vista recorrió de forma lenta y pausada, cada rincón de la habitación y algo le llamó la atención, justo en la mesita derecha, había una pila de libros, libros de medicina, y.. algo que parecía ser una carta, ¿Acaso Park tenía a alguien lejos? , era algo un impulso de imprudencia e idiotez lo que llevó al menor hasta donde posaba esa carta, sin medirse más la tomó en sus manos, el sobre amarillento, desgastado, con manchas en las esquinas que parecían ser de café, la tomo pero antes de voltear al reverso y ver remitente, un sello le llamó la atención, ese sello, el lo había visto en algún lado, pero. No recordaba donde, el ratoncito dentro de su cerebro empezó a rodar y rodar, enviando señales , hasta que por fin recordó el origen del sello, su sangre se heló, su vellos corporales se erizaron, mostrando con ello el escalofrío que había en su cuerpo, por que lo que había recordado en ese momento, no era bueno, jodidamente no era bueno.
Había sido un error, entrar, debió haberle hecho caso a esa vocecita dentro de su torpe cabeza que le decía que debía retroceder, pero no , él jamás había sido bueno escuchando, esa carta que parecía vieja y maltratada,
¿Por qué estaba en manos de Park? ¿Cómo había llegado ahí?
Pero aún más importante, ¿Por qué tenía un sello perteneciente a la ciudad de Pyongyang .... Corea del norte?
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