CAPÍTULO 20

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SEÚL COREA

MAYO DE 1979

21 días habían pasado desde que Jimin había salido aquella madrugada de casa de los Jeon para ir a la residencia de los Min, lo último que Jungkook había sabido de él era que un sirviente de los Min, había ido por una maleta de ropa a su casa para llevarla a Jimin al día siguiente de haberse ido.

Nae por su lado, hablaba todas las tardes con su hermano, y a su vez también se enteraba de todos los pormenores sobre la salud del Mayor de los Min, mientras seguía con su "Rutina de preparación" Con la señora Jeon, y  sus preciosas tardes de pintura.

Durante esas semanas Jungkook estuvo yendo a verla pintar cada día sin falta, mientras hablaban de una que otra trivial cosa, charlaban, sonreían, y hasta en ocasiones coqueteaban, eran tan amenas, tan agradables las tardes que Jungkook y Nae compartían que el pelinegro cada vez  más y más fuerte, sentía esa calidez en su corazón al ver a la castaña sonreír, y contarle de cómo había aprendido a pintar.

Pero las cosas en 21 días se habían tornado más y más cercanas entre ellos pues los días con Nae dejaron de ser solo interesantes, empezaban a ser necesarios y preciosos para el pelinegro, tal como ese último día de la semana cuando Nae por accidente había manchado el pómulo derecho de Jungkook, y en un intento por limpiarlo había terminado regando toda la pintura, provocando así que el pelinegro en venganza intentará también manchar el cachete de Nae, desencadenando una pelea de pinceles, y terminando así con un accidental rose de labios, que días después se había convertido en un inocente beso, y otros tantos días después con llevaron a una cercanía preciosa y correcta, entre nae y Jungkook.

Entre besos inocentes y no tan inocentes, abrazos cariñosos y mimos inesperados, se encontraban Nae y Jungkook sentados en el jardín trasero, mientras la castaña estaba en aquel banco sosteniendo las manos de Jungkook que le abrazaban por detrás, le guiaba a paso lento a deslizar el pincel en aquel trazo precioso que yacía en el lienzo frente a ellos.

Eres un poco tontito, si presionas demasiado el pincel, el trazo inicial quedará más remarcado que el resto y se notara la diferencia de los colores al secarse– Decía Nae con cariño mientras el pelinegro intentaba realizar aquel trazo sin hacer uso de su fuerza .

Nae, por eso confirmó que la pintura y tu fueron creados el uno para el otro, yo si quieres puedo dibujar siempre tus trazos, pero jamás me pidas pintar de nuevo.

El pelinegro soltó el pincel en la bandeja de agua que se encontraba en aquella mesita frente a ellos, y tomando así un pedazo de franela se limpió las manos para después levantarse y ponerse de pie.

Estirándose un poco para desentumecerse, no se percató que una parte de su playera de algodón dejaba descubierta una parte de su precioso torso, ese torso que Nae por error había visto aquel día, y el cual moría por volver a ver de esa forma gloriosa, y es que sería mentira decir que Nae no se había pasado algunos días con el calor recorriendole por las noches en la parte baja de su vientre, cuando a su mente venía una y otra vez aquella espectacular vista del torso y espalda perfectamente marcados de Jeon.

La mirada de Nae inconscientemente quedó situada en esa parte descubierta de su cuerpo , haciéndola enrojecer ferozmente, al ver como el pelinegro le miraba desde su altura sonriendo de lado y con la ceja derecha levantada.

Nae–   Mencionó el pelinegro inclinándose hacia ella quedando tan cerca de su boca, que la calidez de los labios de Jungkook inundaban a los de Nae

Después de todo lo que ha pasado las últimas semanas–Continuó susurrando en sus labios, mientras una de sus manos se posaba en la mesa de atrás haciendo así que la espalda de Nae quedará atrapada entre el cuerpo de Jeon y la mesita detrás suyo.

In another life - |KOOKMIN | JJK 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora