Capítulo 10.

7.9K 491 227
                                    

23 de Abril, 2021.
Woking, Inglaterra.

-Y... ¡Ahí es!

Miro a la rubia a mi lado junto a su pequeño hijo y veo por mi espejo retrovisor a Damon que no deja de mostrarle las cartas de los jugadores de fútbol, que le compró Dexter, a la pequeña rubia.

-Tiene unos ojazos-Me habla Madison viendo dónde estaba mi mirada.

-Los tuyos igual, los ojos claros abundan y nosotras aquí de ojos oscuros.

Ella asiente efusivamente.

-¡Gracias a Jesús! Alguien que me entiende-Luego mira a su pequeño que suspira dormido-. ¿Sabes? Mis dos hijos tienen los ojos de su padre, hasta me salieron idénticos a él, esto sería como una especie de traición.

Me río por lo bajo y estaciono mi camioneta en un lugar libre.

-Bueno, aquí vamos-Murmuro viendo cómo Damon se desabrocha su cinturón y la ayuda a la niña a su lado con el suyo.

Mi niño es un verdadero hombrecito.

Bajo sin mucho problema de la camioneta, al igual que mi hijo, que se baja con suma facilidad, al ver que la pequeña rubia mira todo extrañada la ayudo a bajar.

-Grachas-Me sonríe mientras abre sus ojos verdes muy grandes y no deja de pestañear.

-No es nada, linda.

La pequeña niña me sonríe como si le hubiera dicho que le regalaré un kilo de helado para ella sola y escucho la risa de su mamá mientras la dejo en el suelo.

-Tiene muchísima autoestima mi hija, Nikova, ella sabe que es linda porque sus tíos no se lo paran de repetir.

Sonrío y no pierdo la naturalidad con la que Charlie lo trata a Damon, como si se conocieran de siempre, esto es lo quiero para él.

Empiezo a caminar con mi niño sostenido de mi mano mientras Madison lleva a su hija de la mano y a su hijo alzado.

-¿Cuánto tiempo tiene el pequeño?

-Dos meses cumplió hace unos días.

-Es sumamente tranquilo...-Murmuro sin poder creerlo.

-Está acostumbrado a estar rodeado de gente, además de que solo se enloquece cuando su papá juega con él.

-¿Está trabajando su papá?

-Está en Portimao.

Asiento con la cabeza y recuerdo rápidamente que Daniel está allí. Ella debe poder contestarme algunas dudas, pero no pregunto, no puedo delante de Damon.

°°°

-La verdad que te admiro-Me habla Madison mientras ambas vemos cómo nuestros hijos juegan en el parque de su casa.

Tomo la taza de café que me ofrece y le agradezco con una sonrisa.

-¿Por qué?

-Criar y cuidar a un niño de casi ocho años tu sola...

-Le doy la vida que él merece, Mad-Le digo viendo reír a Damon mientras ayuda a columpiarse a Charlie-. Yo te admiro a ti, tienes veintidós años y cuidas mucho tiempo sola a tus pequeños...

-Pasa que esta semana no vino la mamá de Charles, pero sino nunca estoy sola-Me aclara-. Además tengo a dos amigas aquí que siempre están conmigo.

-Oh, eso es bueno-Asiento-. Yo tuve a mis hermanos en todo el proceso de adopción y hasta ahora cuento con ellos.

Ambas guardamos silencio y me volteo para ver cómo se muerde el labio inferior. Está mujer es lo más transparente que hay.

-Pregunta, Mad.

Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora