Capítulo 33.

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Acaricio el cabello de mi hijo mientras duerme y miro a Madison que no deja de hablar por teléfono.

-¡Aquí hay café!-Aparece Salem con Roma y Summer detrás de ella hablando.

Pasaron dos horas del accidente de Daniel y lo poco que he sabido fue por Brianna y Alaska, que se encuentra allá, solo sufrió un feo golpe, él siempre fue de frenar más tarde y está vez falló. La idea de ir a Singapur está presente, pero eso sería quizás asustar más a Damon y esa no es mi intención.

-Esta bien, Zak, gracias por llamar...

No fue ni necesario mandar un mensaje que ya tenía a todas las chicas viniendo a mi hogar, cosa que agradezco porque hicieron que mi hijo se distraiga.

-¿Todo bien, cariño?-Le pregunta Sadie a su mejor amiga.

La rubia suspira y se sienta frente a mí.

-Acaba de salir de revisión, está bien, está con una muñequera porque le duele mucho la muñeca izquierda, pero él está bien, Nik...

Creo que es de las primeras vez que lloro, o muestro miedo, delante de tanta gente, pero es que me encuentro aterrada y la simple idea de perder a mi Daniel...

-Hey-Me llama Roma, quien se pone en cuclillas a mi lado-. Mantén la cabeza en positivo, él está bien, Nikova...

Antes de que pueda decir algo, de que pueda ser una bola de nervios y estrés, mi celular suena, rápidamente lo tomo de la mesita de café y atiendo al ver que es una llamada de él.

-¿Sabes lo más loco de Singapur?-Es lo primero que escucho.

-Idiota-Respondo en un hilo de voz.

Dejo a mi hijo recostado sobre el sofá y me levanto para caminar en dirección al patio trasero. Mi labio tiembla y cierro mis ojos mientras escucho su voz.

-Estoy bien, rusita, estoy muy bien, fue un accidente, solo eso, no calculé bien una frenada y...-Suspira, mientras que yo intento ahogar un sollozo con mi mano-, estoy bien, de verdad....

-Damon lo vio todo-Hablo en un hilo de voz-. Por casi un minuto él creyó que su papá no contestaba la radio y...

-¿Quieres que vaya a casa, Rusa?

Levanto la vista y miro el cielo, suspiro y gruño ante los espasmos que tengo por mi anterior llanto.

-Quiero que corras, Daniel, quiero que hagas lo que más amas, pero luego vuelve aquí, ¿Me oyes? Vuelve con nosotros, Damon y yo te necesitamos.

-Fue un accidente feo... Mierda, en serio tuve miedo, pero ahora tengo razones para correr y la idea de que eso pueda afectarnos...

-Antes de nosotros tú corrías, siempre lo hiciste...-Lo interrumpo-, lo haces desde que nosotros éramos pequeños, mi amor-Suspiro y me muerdo la lengua unos segundos-. Déjate de estupideces, no te preocupes, solo vuelve, ¿si?

Escucho su respiración pausada y luego que suspira.

-¿Damon?

-Se durmió hace unos minutos, tuvo un pequeño ataque de pánico por el miedo, pero ya está bien, tranquilo, aquí está todo bien...

Escucho cómo piensa, literalmente. Daniel es el tipo de hombre que gruñe, suspira y jadea cuando se encierra en su mundo para pensar, solo que este último tiempo se dió cuenta que ahora somos un equipo y necesito acompañarlo.

-Deberé hablar con él...

-Sí, hasta quizás deberás prometerle que no lo dejaras solo-Le respondo sentándome en una tumbona.

Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓Where stories live. Discover now