Epílogo.

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11 de Octubre, 2022.
Londres, Inglaterra.

Daniel Ricciardo.

Espero en el auto mientras juego un crucigrama en mi teléfono, según mi hermana esto puede calmar la ansiedad y aún no estoy seguro de que tan cierto sea, de igual forma Nik ya tiene que salir.

Las semanas han sido duras, han habido días muy buenos y días muy malos. Han habido momentos en los que Nikova no hablaba y se perdía en su mente, pero hubo un día hace menos de una semana en el que Roma vino para despedirse, no se que le dijo su hermana a mi mujer, solo se que de golpe algo cambió.

–Papi, hace frío–Escucho a la vez que la puerta trasera se abre mostrando un Damon todo abrigado ingresar al vehículo.

–Menos mal que le hiciste caso a mamá y te abrigaste, ¿no?

–Menos mal que ambos me hicieron caso–Es lo primero que dice mi mujer apenas se sienta en el lugar de copiloto.

Nikova luego de Rusia quedó con algunas secuelas, ¿las principales? las psicológicas. Se volvió un poco más arisca, no sonríe como antes y hay días en los que debo esforzarme un poquito más para hacerla reír. Pero aún sigue siendo la hermosa mujer de ojos avellanas, la que me observa en silencio y con tanto amor que me es imposible entender en qué momento ella formó eso por mi.

Hay días que siento que una parte de ella se quedó allá, que no volverá de aquella hora cero. Que esa inocencia y fé en la justicia quedó entre los cuerpos de su padre y hermana. Sin embargo ve a Damon y sé que está luchando contra ella misma, que se rompió pero que va a volver.

–Siempre hay que hacerle caso a la jefa–Le sonrío y beso sus labios–. Hola, rusita, te ves más hermosa que hace unas horas.

Ella sonríe de forma cálida sutilmente, acaricia mi mejilla para posteriormente acomodarse en su asiento y dejar que emprendamos viaje.

El reencuentro de Damon y Nikova fue algo que hasta el día de hoy se nota. Mi hijo no puede dejar a su mamá, él es un niño 100% de ella y nada parece poder romperlo. En cuanto a cómo los tres llevamos adelante las cicatrices de lo que ocurrió la situación es otra cosa.

Nikova va día por medio a un psicólogo que honestamente la ha ayudado muchísimo, la ida de Roma fue algo que la terminó de empujar hacia el camino de la sanación, hoy ella sabe que su mayor pilar somos Damon y yo. Nuestro hijo cada tanto tiene pesadillas, él también va al psicólogo y si bien veo que intenta ser fuerte por su mamá es inevitable no desvivirme por él. En cuanto a mi... Hay días que el mundo se me viene abajo, pero se que tengo una familia y que ellos me necesitan.

De lo que pasó en Rusia se lo principal, lo más importante es el trauma que aún trabaja mi mujer, ese que no recuerda ni cómo pasó y es que mató a un hombre a puñaladas porque vió cómo golpeaba a su hermana. Nikova no lo recuerda y mucho menos sabe que yo lo sé, literalmente esto solo lo sabemos Roma y yo; de igual forma lo importante es que ambos estamos preparados para el día que ella desbloquee ese recuerdo, y por lo más sagrado que no la dejaremos caer.

–¿A dónde vamos, papi?–Pregunta Damon desde su lugar mientras el auto está en funcionamiento.

–Iremos a ver a la tía Brianna, hijo–Respondo sin dejar de mirar la carretera mientras pongo mi mano sobre el muslo de Nikova–, ella quiere hablar con nosotros…

–¿Estará Charlie?

Mi mujer sonríe de forma discreta.

–No lo sé, hijo, veremos cuando lleguemos–Respondo finalmente.

Nuevamente el silencio y la voz de Taylor Swift se escuchan en el auto. Freno en un semáforo para ser testigo de cómo mi hijo saca de su mochila su cámara envuelta en su estuche. La tranquilidad me invade, pero no me pierdo como Nik hoy está más reservada de lo normal.

Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora