Capítulo 6.

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5 de Abril, 2021.
Londres Inglaterra.

-Nik, ¿podemos hablar?-Interrumpe Daniel a Matt.

Lo miro atenta para notar como le tiemblan las rodillas y como se está mordiendo el interior de sus mejillas a causa de los nervios.

-Está bien-Asiento tranquila, ya sabía muy bien que este momento llegaría.

Nos miramos unos segundos más en los que ambos notamos como Matt sale de la oficina hecho una furia.

-Pasa-Le hablo al Australiano haciéndome a un lado.

Él pasa por mi lado y cierro los ojos al sentir su perfume. Me ordeno a mi misma abrirlos y, cuando lo hago, veo como se frena en el medio de la oficina, camino hasta su lado para encontrarme con el envoltorio del condón que usamos con Matt en el suelo.

-Previene bebés y enfermedades de transmisión sexual-Le digo levantando el paquetito y tirándolo en la papelera que tengo al lado de mi escritorio.

Me siento en mi silla y veo como él escanea toda la oficina. Me tomo mi tiempo para observarlo, sin duda está más alto de lo que lo recordaba, se nota que han pasado ya muchos años desde que nos vimos, pero está más hermoso que nunca.

-¿Quieres algo de beber?-Pregunto intentando no parecer nerviosa.

-No, solo quiero hablar contigo.

Asiento y le indico que se siente en la silla que hay del otro lado del escritorio. Él lo hace y grave error... ¿Es legal que se haya puesto así de bueno?

-¿Cómo es que estás tan tranquila?-Dice finalmente rompiendo el silencio.

-Esta vez no me tomaste por sorpresa, era obvio que luego de vernos en la fábrica me buscarías...-Sonrío maliciosa-, además acabo de tener un buen polvo, por lo que mi humor es un ocho de diez en este momento.

Su mandíbula se tensa y me mira con atención. Mierda.

-¿Te hizo tener un orgasmo?-Me pregunta él con la misma sonrisa.

Cruzo mis piernas e intento pensar en cosas feas, muy feas, ¿Cómo es posible que me haya puesto con solo cinco palabras?

-Daniel...

-¿Pudiste siquiera correrte?-Me dice mirándome de una forma tan sexual que podría llegar a hacerme tener un orgasmo-. Porque creo fielmente que si te hubiera hecho tener uno estarías con un humor de diez.

Los recuerdos de nuestra noche se hacen presentes en mi cuerpo, ¿Cómo es posible que no haya vuelto a tener un orgasmo así de fuerte después de diez años? Quizás tenga que comprarme un mejor vibrador. Gruño, intentando no irme de mi objetivo principal, y me pongo seria.

-¿Qué mierda quieres, Daniel?-Le digo de forma pausada.

Contrario a lo que me pasa con todo el mundo, el hombre frente a mi no se achica ante mi tono amenazante, es más, él apoya sus codos sobre mi escritorio y se acerca más a mi.

-Vengo a hablar, Nikova-Me contesta serio-. Necesito explicarme...

-No-Lo freno antes de que siquiera empiece-. Yo no quiero saber nada de eso...

-Nik, necesito pedirte...

No puedo hacer que él prosiga, por lo que lo interrumpo. Se que solo vino por Damon, Michelle me advirtió que él ya sabía de la existencia de mi niño.

-Solo te responderé si mi hijo es tuyo y no, no lo es-Le digo nerviosa y levantándome de mi lugar-. Ahora si me dejas...

Estoy pasando por su lado cuando me toma de la mano. Estoy dispuesta a pegarle otra bofetada pero sostiene mi mano.

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