Solo quiero ser un chico común.

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-Continuamos-

-Narra narrador omnisciente-

-Cuatro años después del último capítulo-

-Ciudad de Kuoh-

Después de que Issei encontrara su nueva pasión en la vida, las cosas había mejorado... de cierta forma. En su tercer año de secundaria, conoció a dos chicos que compartían su misma pasión por el camino del ero;  Matsuda Kenzi, un chico con la cabeza rapada y ojos chinos, antiguo capitán del equipo de atletismo de la secundaria. Y a Motohama Saoto; un chico de pelo negro y anteojos, antiguo capitán del club de matemáticas de la escuela. Ambos chicos solían ser bastantes reconocidos en la escuela, sobre todo por la gran fama que habían traído a la escuela por sus grandes logros en tan solo dos años, pero claro, todos sabemos que la fama es efímera y más si la usas para fines "perversos".

Issei sabía que la única razón por la cual ambos chicos se habían vuelto sus únicos amigos, era porque fue el único que les siguió hablando después de su "accidente" que les costó a ambos su reputación y su posición de capitanes de sus respectivos equipos. Después de dicho accidente, los tres se volvieron inseparables por compartir su gusto por las cosas eróticas y también porque no tenían a nadie más. Claro, eso cambió cuando entraron a preparatoria o por lo menos fue el caso de Issei.

La vida de Issei dio un giro de 180°, cuando entró a la academia Kuoh, una escuela antiguamente exclusiva para chicas y que ese mismo año, empezaban a aceptar varones. Paso de ser la bestia pervertida y líder del trio pervertido, un marginado total para la población femenina a seguir conservando su reputación, pero ahora teniendo a varias chicas en su harem.

¿Qué como fue que un chico así consiguió un harem?

Pues si fuera un humano normal no podría, pero ese chico hace mucho que no lo era y todo comenzó en su primer año escolar y gracias a una chica que lo asesinó... Les contaría la historia completa pero eso sería demasiado largo  y creo que no es necesario, pero para resumir la cosa; Issei descubrió el mundo sobrenatural y se volvió miembro del clan Gremory, un clan que es dirigido por su actual prometida, Rias Gremory. Una vez que se unió al clan de Rias, Issei vivió cientos de aventuras que nadie creería y que servirían mucho para escribir una especie de libro que recapitule toda su vida. Pero esa idea es irrelevante para nosotros, que les parece si nos brincamos hasta el final de un evento muy importante para todo el mundo sobrenatural, ¡La final de la copa Azazel!

El evento más grande que todas las facciones hayan celebrado jamás y que simbolizaba su unión, sobre todo después de detener una rebelión de los dioses del inframundo e impedir una posible guerra entre Shiva e Indra. Y como todo el mundo esperaba, esta final sería un duelo entre el equipo de Issei; "El sekiryuutei de la verdad llameante".  Y el de Vali Lucifer;" El hakuryuukou de la estrella del mañana".

El combate fue de proporciones bíblicas y aunque ambos equipos dieron todo de si para darles la victoria a su respectivo rey, al final todo se decidió en una batalla final entre Issei y Vali, la cual terminó en un rotundo empate por lo que ambos recibieron el premio; un deseo que sería cumplido por todos los líderes de facciones.

Issei a pesar de haber competido, no tenía ninguna idea para el deseo, pues todo lo que alguna vez deseo ya lo tenía; tenía su harem soñado, era alguien importante para todas las facciones y la paz entre todas ya era una realidad. Claro, tenía un trato con Tiamat para recuperar los tesoros que le había prestado a Ddraig y que este había perdido antes de morir, pero haces unos días, Tiamat le dijo que podía olvidar lo de sus tesoros si la dejaba a solas con Ddraig un par de horas; cosa que la dragona solicito pues ahora era bien sabido que el dragón era capaz de salir del sacred gear y tener un cuerpo físico funcional o por lo menos eso era lo que demostraban los estudios hechos por los científicos de Grigory. Issei aceptó sin dudar la propuesta de la dragona y hasta el día de hoy, no tiene ni idea para que necesitaba a Ddraig, y este último parecía no tener intenciones de decirle.

El dragón del campo. Where stories live. Discover now