El dragón del campo.

Zorros de fuego.

-Continuamos-

-Narra Narrador omnisciente-

-Cuatro días después-

-Centro de entrenamiento-

¡Vamos chicos, ya están cansados!- Fue el grito que dio Issei mientras corría de un lado al otro de la cancha, arrastrando unas llantas atadas a sus piernas. El resto del equipo estaba haciendo lo mismo y digo que lo hacían porque ahora estaban tirados en el piso respirando con dificultad.

¡Esto no es entrenamiento, es una tortura!- Grito Jeremy mientras trataba de quitarse las llantas, pero no podía quitarse las protecciones donde estaban atadas las ruedas.

Jeremy tiene razón, Issei. Nos has estado torturando los últimos cinco días.- Kiki trato de encarar a Issei; no pudo hacerlo porque no podía moverse de donde estaba parada debido al peso extra.

No sería tan duro con ustedes si alguien me hubiera dicho que su primer partido sería contra los últimos campeones de esta zona.- Todos se mostraron nerviosos al recordar ese ínfimo detalle que Issei tuvo que descubrir por el mismo mientras buscaba información de su primer rival para la clasificatoria, que resultaba ser los anteriores seleccionados.

No deberías estresarte por eso Issei, ¿no deben ser tan buenos?- Ryo dijo con tono tranquilo, pero solo ocasiono que Issei lo viera con ojos de muerte.

Tu te ganaste otras dos vueltas a la cancha por ese comentario.- Nadie se animo a ayudar a Ryo, que buscaba desesperadamente con la mirada que alguno de sus compañeros se pusiera de su lado pero todos lo ignoraron.

Aunque tienen razón, no estarán listos para el partido en solo una semana... No me queda de otra, tendré que jugar con ustedes.- Saotome se puso contento al escuchar la respuesta de Issei, pues era seguro que tendrían la victoria si Issei jugaba.

¿Puedes hacer eso a pesar de ser también el entrenador?- Leo le preguntó con tono curioso.

Me leí el reglamento de cabo a rabo y estoy seguro que nada me impide el entrenarlos y ser también un jugador, además... mis antecedentes me ayudan a respaldar mis aptitudes como entrenador.- Issei no dejó que alguien le preguntara por sus antecedentes y continuo con el entrenamiento, esta vez apretando un botón de un control remoto que hizo salir algunos cañones del piso.

Bien, hagan una fila y prepárense para recibir cañonazos.- El resto de jugadores vieron con ojos aterrados a Issei y este los veía con una enorme sonrisa.

-Una hora después-

Bien, en estos últimos días han mejorado su condición física y ahora es momento de entrenar sus técnicas especiales.- Issei les dijo mientras veía una hoja puesta en su portapapeles. El resto del equipo estaba tumbado enfrente del castaño respirando con pesadez.

Saotome.- Al escuchar su nombre, el capitán levanto la cabeza para dar a entender que había escuchado a Issei.

¿Qué técnicas especiales tiene su equipo?- Saotome hizo el esfuerzo de ponerse de pie para responderle de forma correcta a Issei.

Por el momento solo tenemos dos; una de portería y otra de ataque, aunque estamos trabajando en una nueva técnica para el ataque.- Issei le pidió a Saotome que se las demostrará, por lo que el chico levanto a Kiki para que ella mostrará su técnica.

Fuu...- ¡Desenfundar espada!- En la cintura de Kiki apareció una funda de espada con la espada y cuando la chica sacó la espada, un corte de color rosa apareció enfrente de ella y provocó una ligera brisa.

Impresionante, una buena técnica de despeje. Aunque aún te falta mucho para que realmente sea considerada una técnica de portería decente.- Kiki hizo un puchero al escuchar las duras palabras de Issei.