Capítulo catorce

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"Y sí. Usted hizo que yo me enamorara inconscientemente de usted, me hipnotizó, me deslumbró y por si fuera poco hasta el corazón me robó"

(A quien corresponda)

Ohm apartó la vista que mantenía fija en el caminar de Fluke, darse cuenta que sus sentimientos de pronto hubieran cambiado fue un duro golpe, pero asumir que Fluke era importante en su vida, que después de todos esos años en los que creyó que jamás encontraría a una personas, aparecía él y no solo era un chico, sino que además era especial, con una vida tremendamente complicada y lo peor de todo, hijo de su jefe.

Max se levantó del sillón en cuanto Fluke puso la bandeja sobre la mesita de centro, luego ambos se miraron a los ojos.

- Los dejaré solos un momento. – Les dijo. – Los dos tiene mucho que hablar.

- No. – Pidió Fluke. – No es que no tengamos nada que hablar, pero creo que es muy pronto. Es mejor que vaya y descanse un poco.

- No, yo tengo que ir con Tullie, él me necesita ahora, yo..., necesito verlo.

- Solo prométame que no le dirás nada a él. – Dijo Fluke.

- No le podría reclamar nada Noo. Creo que le debo mucho, solo...

- No tiene que decir nada, está bien.

- Hubiese querido verte crecer, ahora me pregunto cómo hubiese sido. Esto es culpa de ese hombre y también es mi culpa por irme y no volver como le prometí...

- No..., no..., no se culpe, por favor, esto es culpa de ese hombre, de Michen Ripiart, solo tengo que atraparlo para que podamos vivir en paz.

- No tienes que atraparlo, Fluke. – Ohm hablo fuerte. Odiaba la idea de que se enfrentara a ese maldito.

- Tengo que, Ohm, es momento de que ese maldito de la cara.

- Dinos todo lo que sepas de él. – Pidió Max.

- Atrapémoslo juntos... - Dijo Ohm. – Déjanos apoyarte. – No quiso usa la palabra "protegerte", por que Fluke era capaz de no aceptar su ayuda.

Él los miró y luego desvió su vista hacia la ventana.

- Tenía creo que cuatro o cinco años, ya no recuerdo, Dada acostumbraba a llevarme al jardín todas las mañanas, luego se iba a trabajar. – Narró él.

- Una noche volvimos a casa muy tarde, él había estado trabajando en un caso, era un caso por la desaparición de dos niños de un hospital, fue ese día que de pronto alguien mencionó el nombre de Michen..., una red de trata de personas, también nombraron a un conocido pandillero de la zona, el señor Mun...

- ¿Fue ese señor Mun quien te secuestró? – Preguntó Ohm.

- Si...

- ¿Cuánto tiempo estuviste ahí? – Max preguntó esta vez.

- Diez años... - Respondió él, sin ninguna expresión en su rostro.

- ¡¿Diez años?!, ¡ese maldito hijo de perra!, ¡¿Qué pasó con él?!, ¡¿Dónde está?! – Quiso saber el jefe.

- Muerto, cuando Michen se dio cuanta que yo me había escapado, terminó con toda la pandilla.

- ¿Cómo saliste de ahí?, ¿Quién te ayudó?

- P'Note y P'Nat, ellos me sacaron de ese lugar. – Respondió nuevamente, Ohm sabía que no demostraba sus sentimientos al recordar para no dejar se supieran que sufrió encerrado, también con eso trataba de proteger a quien quería.

NO ME OLVIDESМесто, где живут истории. Откройте их для себя