Viernes

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Es viernes, suena el despertador, me levanto contenta y tengo varias razones, es el último día de escuela de esta semana, mi amiga Alaia me ha prometido que vendría por mi cumpleaños que sería dentro de poco y lo más importante esa noche no había soñado con Dareck, había dormido toda la noche y me sentía como nueva. Me levante y mire al espejo, bien Daiana hoy va a ser un buen día (Dije sonriéndome a mí misma), necesitaba ser yo otra vez, hacer tonterías, estar feliz, vestirme y sentirme guapa y sobre todo quería que mi imaginación volviese a ser libre y que nadie la ocupase. Mientras me duchaba pensaba en lo poco que quedaba para mi cumpleaños, me asustaba pensar como seria eso de la transformación ¿y si por ser medio humana no pasaba nada?, creo que eso sería lo mejor, así podría volver a mi casa y hacer como si este tiempo no hubiese sucedido. Me puse un vestido estilo hippie de diario, mi preferido, era muy cómodo y bonito, me pinte las pestañas, hoy mis ojos se veían especialmente verdes seguramente porque era un día muy soleado y la luz hacia que se volvieran más claros, me puse gloss y baje.

Fui hasta la escuela después de que mi madre y yo desayunásemos en la cafetería y ella se fuese a trabajar. Las clases eran entretenidas, lo que menos me gustaba era literatura y física pero hoy no las tenía. Percibí las miradas de algunos chicos, los hombres de ese pueblo eran muy masculinos y guapos, pero ninguno llamaba mi atención y aunque lo hiciesen, seguro que si hablaba con alguno de ellos saldrían corriendo por miedo a Dareck. Odiaba sentirme así, odiaba que Dareck tuviese tanto poder en mí, que aun sin estar presente pudiera condicionar mi vida, quería demostrar que no era nada para mí, que no significaba nada, quería que apareciese un chico que me gustase, que me besara como lo había echo Dareck en la biblioteca ¿Qué?, ¡No!, como Dareck no, dios, no podía engañarme lo que quería era un chico que pudiera despertarme lo mismo que había conseguido ese maldito animal. Las dos primeras horas pasaron volando, me sorprendió que Sasha se hubiese acercado en el cambio para preguntarme como estaba, yo sabía que sentía pena por mí y eso no me gustaba, me hacía sentir débil, habíamos hablado y le deje claro que yo no era nada de Dareck y que no estaba ni estaría con el jamás, ella pareció sorprendida por mis contestaciones pero no me pregunto que había ocurrido. En el descanso fui directa a la cafetería de la escuela, estaba muerta de hambre. Al abrir la puerta, el gesto de mi cara cambio radicalmente, mi cara de felicidad se fue y dejo paso a la incertidumbre, él estaba aquí, pero ¿Dónde?, lo olía, lo sentía ¿Habría  venido a buscarme? Revise con mi mirada el gran comedor, todavía desde la puerta, hasta que lo vi, fue como si el techo se me hubiese caído encima, era el, su pelo, su espalda, no podía ser…Dareck estaba sentado en una de las mesas del fondo, de espaldas a mí y tenía a una chica en su regazo, ella le estaba tocando el pelo y estaban coqueteando, maldita sea, le iba a arrancar los pelos a esa tipa y el, ¿Ya se había olvidado de mí?¿Eso era lo que yo le importaba? Mi cuerpo se llenó de ira, mis uñas se clavaron en las palmas de mis manos de la impotencia, maldecía a Dareck una y mil veces. Note como la gente empezaba a mirarme, así que intente coger aire fresco, no iba a hacer ninguna tontería, vamos Daiana no puedes ir a allí y montar el numerito de novia celosa-Pensé- después de lo que paso… donde había quedado lo de olvidarlo, al fin y al cabo él ya lo había echo y yo…me sentía como la mujer más estúpida del mundo, quería destrozar algo y a mi mente solo venía la cara de esa mujer de gigantescos pechos, deje de mirarlos y me dirigí a coger la comida, no le daría el gusto de irme, le iba a demostrar que él no era nada para mí, aunque tuviese que pegarme a la silla con pegamento extrafuerte. Me senté dos mesas por detrás de la de ellos, la única libre, el parecía no haberse percatado de que yo estaba allí, seguía riéndose y diciéndole cosas en el oído a esa Barbie de plástico, quise tirarle la manzana en la cabeza, joder, que era lo que me estaba pasando, si no me desahogaba iba a acabar llorando como una tonta, ya no pude aguantar más cuando esa zorra pego sus pechos a la cara de Dareck haciendo parecer que fue sin querer y al ver como el reía, cogí mi taza de leche y la tire con fuerza al suelo haciéndolo parecer un accidente y provocando que toda la sala se girara a mirarme, uno de los trabajadores vino rápido a recogerlo y los demás siguieron mirándome, yo baje la mirada hasta mi comida, pero pude sentir sus ojos clavados en mí, él me estaba mirando, ¡Oh, no!, levante lentamente mi cabeza y pude verlo, la chica ya no estaba sentada encima del sino que se había quedado en la silla de espaldas a mí, y el había ocupado la silla frente a ella, sus ojos brillaban, me miraba intensamente, hizo que me olvidase del enfado durante unos minutos y que mi cuerpo se llenara de calor, note la humedad entre mis piernas y el sonrió, yo aparte los ojos de él, tenía que irme, esto no podía ser así, no volvería a caer en su red, ¡NO!, ¡jamás!, me levante y fui a paso ligero hacia la puerta. Camine rápido, necesitaba salir, irme de ese lugar, dejar de sentir su presencia y su olor, llegue hasta los aparcamientos de la parte trasera de la escuela, respire profundo, era mucho más fácil pensar cuando su fragancia no estaba cerca. ¿Por qué? ¿Porque había venido?, ¿Porque me dolía verlo con esa…mujer? después de todo el daño que él me había echo… Una lagrima escapo por mi mejilla, a pesar de lo que me hizo, después de haber estado conmigo no había esperado ni dos semanas para irse con otra, me limpie la cara, el no merecía mis lágrimas ni mi sufrimiento era un ser despreciable y me alegraba haberlo visto con otra pues si en mi corazón quedaba cualquier esperanza había muerto definitivamente y aunque estuviese agonizando de rabia no iba a seguir mis instintos y hacer ninguna de las locuras que surcaban mi mente. Después de diez minutos serenándome y pensando en todas las razones por las que odiaba a Dareck decidí ir a clase, entre en la escuela y cruce el pasillo de la planta baja dirigiéndome hacia las escaleras. De repente alguien agarro mi brazo y tiro de mí, al darme la vuelta choque contra algo duro, mire hacia arriba y vi la mirada de Dareck

-Ven-Me dijo sin darme tiempo a reaccionar, entrando en los servicios de mujeres

-Suéltame ahora mismo-Dije mirándolo con desprecio y asco-Nunca vuelvas a tocarme

-Daiana…

-¿Qué es lo que quieres?, es que no puedes dejarme vivir en paz, hace un segundo estabas sobándote con una chica ¿Por qué vienes a buscarme?

-Christy no significa nada, Daiana-Dijo con una media sonrisa de niño travieso que yo quise borrar de una cachetada cuando pronuncio el nombre de la chica

-Ya…para ti ninguna mujer significa nada, eres el hombre más despreciable que existe en la faz de la tierra

-Eso no es verdad-Se acercó a mi haciéndome chocar contra la pared-Tu significas mucho para mí-Me susurro haciéndo mi cuerpo  temblar

-Eso es mentira-Dije poniendo las palmas de mis manos en su duro pecho y empujándolo sin moverlo ni un centímetro

- Daiana, deseaba tanto volver a verte-Pego su nariz a mi garganta e inhalo-No sabes la falta que me haces

-Pues yo no tenía ningún interés en volver a verte es más quiero que te vayas y que desaparezcas de mi vida y ¡no te acerques tanto!

-No me tengas miedo por favor-Dijo alejándose un poco de mi pero sin perder el contacto-Sé que fui brusco contigo pero también sé que jamás volveré a hacer algo que tu no desees

-Eso ahora da igual porque tú ya no me interesas, NO TE QUIERO, lo único que quiero de ti es que salgas de mi vida para siempre

-¡Mentira!-Rugió asustándome-Tú me deseas, aunque lo intentes esconder con todas tus fuerzas, me deseas, lo veo cuando me acerco ati igual que lo vi en el comedor cuando te morías de celos, reconócelo

-Piensa lo que quieras, no me importa-Dije escabulléndome hacia la puerta.

No podía abrirla y me di cuenta que era porque Dareck la aguantaba con la mano

-Dareck deja que me vaya por favor, no quiero estar aquí-Dije de espaldas a el

-Daiana te dije que nunca volvería a hacer algo que no quisieras pero necesito que hablemos, necesito que me creas cuando te digo que te necesito a mi lado

-Si te importo algo o si aún te queda algo de consideración te pido que te apartes y dejes que me marche

Dareck aparto la mano que sostenía la puerta y yo escape, fui hasta la clase. Las siguientes horas se pasaron volando, no podía prestar atención a la profesora pues mi mente la ocupaba el, me alegraba de que ya todo hubiese terminado o al menos eso pareciese. A la salida me monte en el coche de mi madre y fuimos a casa, mi madre parecía estar muy extraña en el camino 

-¿Mama me vas a decir ya que escondes?, no paras de sonreír como si estuvieses emocionada por algo

-Tienes razón, ya no puedo aguantar más tengo una sorpresa para ti…

- ¿Qué es?-pregunte sonriéndole

-¡No te lo voy a decir!-dijo riendo mi madre-Te espera en casa

-¿Me has comprado algo?

-Es aún mejor

Eso hizo que muriese de ganas por llegar a casa aunque yo era de las personas que preferían dar sorpresas a la gente que quieren antes que recibirlas. Llegamos a casa y antes de entrar mi madre me dijo que tendría que buscar por la casa la sorpresa

-¿Y cómo es de grande? ¿No puedes darme una pista?

-Vamos cuanto antes la busques antes la descubrirás-dijo mientras abría la puerta

Mire en el salón y todo parecía muy normal, seguí caminando, todo estaba en su sitio nada fuera de lo normal, subí la escalera y eche un vistazo al cuarto de mi madre, después entre en mi cuarto y no lo pude creer

-¡Tu!-Dije quedándome paralizada en la puerta.

My dominant wolfUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum