Cap 52

15.6K 787 180
                                    


Daiana

Todo fue tan rápido...

O tan lento quizás...

No es que el tiempo pase lento cuando sabes que no puedes hacer nada para dejar ir el dolor, simplemente te acostumbras, sacas tu alma fuera del cuerpo y dejas este expuesto a cada apuñalada de dolor incesante que le aborda una y otra vez sin respiro. Simplemente te olvidas, no lo piensas, dejas la mente en blanco y eso es lo que hice, al menos lo intenté...

Tanto mi hermana como yo tardamos dos días en recuperarnos después de la transformación o eso me dijo Josh al traerme la comida ya que Erik había vuelto a llevársela sin su permiso. Todo era tan jodidamente extraño ahora, que ni siquiera podía ver el mundo de la misma forma. Todo parecía haberse agudizado, era como si un miope se hubiese puesto las gafas por primera vez...

Los tonos se ajustaban a la perfección, los olores entraban y se ramificaban en mil esencias diferentes las cuales podía diferenciar sin problemas, prácticamente era capaz de oír una conversación a varios kilómetros de mi si conseguía concentrarme y ¡Dios!, jamás había disfrutado tanto de la comida como en estos dos días.

Era la primera vez que era consciente desde que termino la transformación y estaba asustada, muy asustada y no exactamente por lo que vendría ahora si no por no verle. Por no verle a él, aquí conmigo...

Sentía su fragancia por cada rincón de la habitación lo que me revelaba que él había estado aquí, me había venido a ver. Me preocupada mucho el hecho de que siguiese enfadado conmigo, no quería volver a eso y menos ahora cuando lo que más deseaba sin ninguna explicación era salir ahí fuera y correr junto con el hombre que me quitaba el aliento.

Joder Dareck... ¿Dónde estarías?...

Alaia

Hambre, mucha mucha hambre...

En ese momento solo pensaba en comer y casualmente él estaba ahí, como un regalo caído del cielo esperándome sentado al otro lado de una mesa llena de comida, ¿Esto era un sueño?

- ¿Ahora me lees la mente?

- ¿Cómo? - Me dedico una sonrisa traviesa que hizo palpitar todo mi cuerpo

No me gustaba sentirme así, tan...expuesta...

Me levante y me dirigí rápidamente a la mesa como si no hubiese dicho nada no sin antes darme cuenta de que estaba demasiado cómoda...

-Erick- Dije parándome en seco

- Se puede jodidamente saber ¿porque no llevo ni sujetador ni bragas? ¿Y de quien es este camisón?

Mi voz sonaba exasperada, de repente un pensamiento cruzo mi mente, ¿El me habría visto desnuda? El muy canalla... ¿Se habría atrevido? Lo iba a matar si respondía que si, simplemente le iba a cortar trocito a trocito...

- ¿Por qué... te gusta la sensación de la tela en tu piel? - Dijo como devolviéndome la pregunta y haciendo que impulsivamente saltara sobre el apenas sin controlarlo.

No era consciente de la fuerza que ahora tenía hasta que me vi recorriendo el espacio que nos separaba en menos de un segundo y tirando a Erick de espaldas con mi mano rodeando su cuello...

- ¡Joder! - Murmuro el llevándose una mano a la cabeza la cual se había golpeado con la pared

De repente me miro y pude sentir su rabia, no le gustaba sentirse amenazado, era algo que se podía apreciar a leguas aun así eso no era todo lo que se escondía en su mirada. Sus manos aprovecharon mi posición sobre él y se posicionaron a ambos lados de mis caderas, apretándome fuertemente contra él y levantándonos al tiempo que bajaba una de sus manos hacia el borde de mi camisón y empezaba a subirlo

En ese momento reaccione apartando su mano antes de que dejara mis partes íntimas al descubierto y le propine una bofetada que retumbo por toda la habitación

-Ya has visto bastante ¿No crees? -Dije mientras me soltaba y mis pies se posaban en el suelo

Erick pareció volver en sí. Yo comencé a sentir frio en cuanto mi intimidad dejo de rozar su cuerpo, ¿Por qué estaba tan excitada en un momento así? Mis pezones estaban completamente duros y se marcaban en el camisón, por otro lado, mi entrepierna no paraba de latir y notaba como se humedecía cada vez más y más, Joder que momento menos conveniente para no llevar ropa interior, pensé.

- Te huelo nena, te...-Dijo alargando su mano para tocarme mientras se acercaba a mi

Yo me alejé, corrí de aquello tan extraño que sentía, de aquella odiosa y frustrante confusión y me dirigí hacia la puerta

- No te vayas por favor, no voy a hacerte nada malo, solo déjame acercarme a ti por favor, se me hace imposible aguantar esto mas Alaia, desde que te vi siento esto e incluso cada vez es más fuerte, jamás me había pasado con nadie y sé que para ti es igual, por favor no niegues lo que es evidente, deja que disfrutemos de esto

Note como mencionaba cada palabra de forma contundente y sincera y yo sentía como mi cuerpo deseaba ceder a su toque y notar sus manos deslizándose por mi piel.

No dije nada, no podía, ya que me sentía contrariada. Yo nunca me había comportado así y ni siquiera sabía por qué lo hacía, tan solo sentía que lo deseaba, lo necesitaba con todas mis fuerzas...

Sus manos descendieron por mis hombros hasta mis glúteos y los apretó antes de volver a impulsarme sobre su cuerpo, incitándome a que lo rodease con las piernas.

Me llevo con paso lento hacia la cama, sintiendo a cada pisada su miembro más apretado a mí y se sentó conmigo sobre él. Así me sentía mejor, no quería sentirme apresada debajo de él, en cierto modo era como si así pudiese elegir salir corriendo no ¿Elegir? Ni yo misma sabía lo que decía... Nada podría hacerme escapar de esto...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 28, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

My dominant wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora