Me desperté

21.7K 1.4K 41
                                    

Me desperté sobresaltada, estaban llamando a la puerta

-¿Quién es?

-Soy yo Josh el mayordomo, vengo a traerle sus maletas ¿puedo pasar?

-Si Josh pase

Cuando entro se quedó mirándome y después dejo las maletas junto al armario

-Señorita, su madre me pidió que le entregara esto dijo sosteniendo una carta en sus manos

-Muchas gracias, eres muy amable- Dije con una tímida sonrisa y acercándome a él para cogerla

-De nada, ah se me olvidaba, el desayuno se servirá dentro de poco, hoy tenemos para desayunar crepes con nata y fresas es lo que comen los chicos todos los miércoles ¿está de acuerdo?

-Si claro, esta genial-Cuando menciono la comida mis tripas rugieron ¡tenía tanta hambre!- Bajare en cuanto me prepare, gracias por avisarme

-Adiós, la veré en el comedor-Dijo Josh abriendo de nuevo la puerta para marcharse

-Adiós

Me asome al espejo y me asuste de la imagen que se reflejaba en él, ahora entendía porque Josh se había quedado mirándome de esa forma, tenía una cara espantosa a causa de haber estado llorando y no haber dormido casi nada en toda la noche. Cuando llamaron a la puerta pensé que podría ser Dareck arrepentido por cómo me había hablado la pasada noche, pero era más probable que la luna cayese sobre la tierra que eso sucediese.

Me di una ducha rápida para mejorar un poco mi aspecto y busque en mi maleta, ese día hacía calor así que me puse unos jeans cortos y una blusa que dejaba ver mi ombligo y el lunar que tenía en la esquina de este, Alaia siempre decía que me hacía tener una barriguita sexy, aunque más que por el lunar era por los abdominales que hacía de vez en cuando que me hacían tener un vientre plano.

Me hice una coleta alta y puse rímel en mis pestañas para verme un poco mejor, si así estaba mucho mejor, pintarme las pestañas me hacia los ojos más grandes y dejaba ver mejor el color verde esmeralda de ellos, después agarre mis zapatos y baje rápido impulsada por el rugir de mis tripas, también había pensado que vería a Dareck, eso me hacía sentirme indecisa pero quería ver su rostro de nuevo y demostrarle que no me afectaba la discusión de ayer, lo había estado pensando mucho y no me permitiría derramar ni una lagrima más por ningún hombre y menos uno que me trataba tan mal como él, aunque tuviese esa mirada oscura y misteriosa como la noche, esa boca creada para ser deseada, ese rostro tan duro como atractivo ¡Dios!, cada vez que pensaba en él, la marca de mi hombro emitía ondas de calor directamente a mi entrepierna, era muy incómodo y a la vez excitante, no sabía por qué esa maldita marca no desaparecía, la estaba intentando esconder para que nadie la viese hasta que se cerrara pero era como si me hubiese hecho un tatuaje, debería preguntarle a Dareck por que no desaparecía …

Cuando llegue al comedor vi a tres chicos sentados en la mesa con Dareck, eran más o menos de su tamaño, aunque un poco menos corpulentos que él, nunca los había visto. Me quede mirando hacia la mesa, cuando note que mi cuerpo se abalanzaba hacia adelante ¡maldito escalón! Me había tropezado y por poco barrí el suelo con mi cara, menos mal que conseguí mantener el equilibrio, si no hubiese pasado mucha vergüenza. Aunque me hubiese esforzado no hubiese conseguido una entrada más llamativa, escuche a los chicos reír entre dientes y vi cómo me miraban fijamente sin embargo Dareck me estaba mirando con gesto serio y frio, mis mejillas se tiñeron de color rojo y baje la mirada mientras iba hasta la silla ¡estaba muerta de vergüenza!





My dominant wolfWhere stories live. Discover now