My dominant wolf

¡ como se atreve !

Fui a mi cuarto y di un portazo, me sentía impotente, quería pegarle a algo, toda mi vida era un caos, todo había sido una mentira y además ahora me encontraba con alguien que quería someterme, pues lo llevaba claro si creía que podría hacer con migo lo que quisiera, en cuanto lo viese le iba a dejar todo claro.

Tenía que hablar con Alaia ella era con la única con quien podía desahogarme y despejarme ella era la que me animaba cuando estaba triste, ella era mi mejor amiga más bien era mi hermana y ahora mismo era la única persona en la que confiaba cien por cien. Le conté todo lo sucedido y tras repetirle un millón de veces que no era una broma me creyó, seguramente al escuchar el tono de mi voz, eso era lo que me gustaba de Alaia era tan inocente para algunas cosas, si ella me hubiese contado eso jamás la hubiese creído ¡era una locura! Pero Alaia era así, creía en la magia tanto o más que yo. Somos amigas desde que nacimos y siempre hemos sido chicas muy soñadoras, escribíamos nuestras propias historias sobre hadas y todo tipo de seres mágicos de pequeñas, también imaginábamos que podíamos volar, nos tirábamos sobre la cama, cerrábamos los ojos y nos imaginábamos que surcábamos por el aire como Peter Pan, ahora veo que no estábamos tan locas como creíamos.

-Dai estoy tan emocionada, ¿hombres lobo? Eso significa que también pueden existir hadas, sirenas, vampiros…

-Alaia no tiene gracia, te estoy diciendo que ese hombre lobo quiere controlar mi vida, no sé qué hacer, mi madre cree que esto es normal, tu eres la única persona con la que puedo hablar

-¡Dios! No sé qué decirte Dai es tan impresionante todo como irreal, me gustaría estar ahí contigo y ver a ese tal Dareck

-Alaia Dareck…-Otra vez sentía esa sensación de celos, ella era mi mejor amiga, no podía decirle esas cosas que pasaban por mi mente-Dareck es un bruto, yo también quiero que estés aquí

-Dai si quieres puedo preguntarle a mi madre e ir allí en el puente que es la semana que viene y dura 6 días

-¡Eso sería genial! me encantar…-De repente mi puerta se abrió de un portazo y tras ella apareció ese amenazante hombre, con el pelo alborotado y negro como la noche y el gesto serio, mi cuerpo tembló al verlo, una sensación de miedo y alivio recorrió mi cuerpo hacia horas que no lo veía y no quería hacerlo pero no podía sacármelo de la mente-te tengo que dejar, ¿hablamos después vale?-Dai…pero ¿Qué pasa?-Colgué el teléfono y mire a Dareck