Capítulo 2. No te vayas

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«Existen mensajes que maldicen causando miseria, pero también otros que brindan un gran alivio, sabemos cuál es el correcto cuando vemos ese brillo de esperanza en la mirada de quienes lo reciben».

Narrado por Rose

La noche siguiente volví al mismo lugar donde la había visto, no podía quitarme la curiosidad que Vesper despertaba en mí, y no solo su misteriosa forma de ser llamaba mi atención, sino que era realmente una chica agradable, curiosa, pero adorable. Sentía que había entre nosotras dos mundos tan diferentes, que teníamos mucho que aprender de la otra en nuestras futuras conversaciones. Además, quisiera descubrir a qué se debe esa enorme tristeza que reflejaba su rostro antes de interrumpirla en su privacidad. Pero, ¿cómo tendré esas conversaciones si no logro encontrarla?

Esa noche regresé nuevamente al hotel desanimada por no haberla encontrado, no entendía por qué no dejaba de pensar en ella. Me senté en la terraza de mi habitación sacando mi libreta para escribir sobre la desilusión que me generaba desear hablar con ella y sentir que se trataba de un fantasma, el cual no puedo hallar.

Notas de Rose:

«Misteriosa dama, eres como una ilusión, una alucinación de mi delirio por encontrar algo fascinante y abstracto. Quisiera que fueras real, quisiera descubrir los secretos que escondes en tu mirada, aquellos anhelos que en tu cabeza rondan cuando estás echada sobre la roca. ¿Por qué miras de esa manera al mar? Como si él fuera tu prisión en vez de tu libertad, como si el agua te recordara todo lo que no puedes tener, nostálgica deseando huir de él. Por favor, vuelve a mí, si eres un fantasma déjame verte otra vez, deseo con todo mi corazón poderte conocer, no me dejes con la incertidumbre, con el querer saber todo lo que te atormenta y lo que te puede hacer bien. Permíteme ver una vez más tu maravillosa sonrisa, que ocupa la luz del día y tiene la fuerza de abrigar en las noches frías. Déjame conocerte bella dama misteriosa, vuelve pronto, vuelve a la misma roca».

Guardé la nota que había escrito para ella, como si fuera una especie de hechizo que al leerlo la haría aparecer de nuevo. Me estaba volviendo loca por pensar en cosas fantasiosas, pero ese era el poder que Vesper sin darse cuenta ejercía sobre mí. Me recosté sobre mi sillón en aquel balcón, me cubrí con mi manta y la leí sonriendo mientras me imaginaba el rostro inocente de mi hermosa extraña, iluminado con mis palabras escritas para ella. Me quedé dormida con ese pensamiento, había tomado un mes de vacaciones y solo llevaba tres días de mi estancia en el hotel, por lo cual me quedaban varias noches para buscarla con la gran esperanza de encontrarme en algún lugar con ella.

Amaneció nuevamente, tenía planeado visitar algunos centros turísticos de la zona, comprar algunas cosas y aprovechar para quemar un poco el tiempo y dejar de pensar en mi fantasma. Luego de conocer varios lugares decidí aventurarme un poco al mercado popular para los turistas, era una maravilla llena de gente por todas partes, vendiendo y comprando recuerdos, comidas y tantas cosas más. Una de las mesas de un anciano vendedor llamó por completo mi atención, ya que tenía unas hermosas figuras de unas sirenas y caballos de mar llenos de colores que me parecieron espectaculares. Quería comprar algunas para mi apartamento en la ciudad.

—Mi buen señor, ¿qué precio tiene esas figuras que usted vende?

—Jovencita, tienen un costo de dos dólares cada una.

—Quisiera llevarme dos sirenas y dos caballos de mar, no creo en ello, pero debo admitirle que son tan hermosas que no pude resistirme a venir a su mesa a comprar, sus colores son muy llamativos.

—No tiene importancia si cree o no, la cuestión es que realmente existen las sirenas y son criaturas muy peligrosas si se sienten amenazadas. Cuando era niño tuve la oportunidad de ver a una en la orilla de la playa, tomaba el sol y cuando me vio huyó a gran velocidad perdiéndose dentro del mar —lo escuchaba hablar y solo pensaba; patrañas, son solo delirios de un viejo.

La orilla y el marWhere stories live. Discover now