Capítulo 9. Siempre juntas

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Narrado por Rose

Desperté en la mañana y sentí a Vesper abrazada a mi cuerpo, su respiración lenta, su sueño profundo, ella era como un hermoso ángel que había llegado a mi vida de la forma más inocente. Quizás su presencia me traiga problemas y ponga mi vida en riesgo, pero ciertamente no podía ignorar el amor que crecía dentro de mí con cada segundo que Vesper pasaba en la orilla, a mi lado. El mar siempre fue majestuoso y magnífico, pero nunca estuve más fascinada con él, hasta el día que encontré a mi sirena sobre aquellas rocas.

Ella abrió sus ojos y me regaló una mueca simulando una tierna sonrisa sin mostrarme sus dientes. Yo le devolví el gesto mostrándole mis pómulos y mi dentadura achinando mis ojos en una sonrisa genuina; resultado de la felicidad que me provocaba tenerla a mi lado en otro amanecer.

—Buenos días, dormilona. Tenemos un avión que abordar, pero antes debemos pasar a comprar algo de ropa y una maleta para guardarla. Se vería muy extraño que una mujer entre a los Estados Unidos sin ningún tipo de equipaje, además así haremos tiempo para que un amigo termine de hacerme el favor, no muy legal, de crearte una nueva identidad y un pasaporte —Vesper puso una cara muy tierna de confusión cuando escuchó la palabra pasaporte. Me reí al ver lo inocente que a veces podía ser una criatura tan poderosa como ella, sin duda era una mezcla que me llenaba de deseo.

—¿Qué es un pasaporte?

—Un pasaporte es una tarjeta de identificación que certifica y acredita tu nacionalidad, lo cual te permite viajar entre países por un largo o corto periodo de tiempo. Los humanos lo usamos como un control fronterizo a nivel mundial. En tu caso lo mandé hacer con una nacionalidad europea, así no necesitarías una visa para entrar al país; lástima que no puedas hablar en italiano.

Non ho detto che non potevo parlare altre lingue umane (No dije que no pudiera hablar otros idiomas humanos) —abrí mis ojos como platos y mi mandíbula casi llega al suelo de la impresión.

—¡Wow! No sé qué rayos dijiste, pero que impresión. ¿Cómo aprendiste hablar otros idiomas? Y, ¿cuántos idiomas hablas? —Vesper soltó una carcajada por mi comentario, imagino que ahora el rostro de inocencia lo tenía yo.

—Dije que nunca mencioné que no hablara otros idiomas de tu especie. Y para responder a tu pregunta, yo hablo cuatro idiomas: francés, italiano, inglés, español. El océano es muy grande abarca la mayor parte de este mundo y no todo el tiempo he vivido en las aguas de este pueblo.

—Pues me has dejado muy impresionada para ser honesta. A ver, dime otra cosa en francés, por ejemplo.

Ne jugez pas les autres en fonction d'où ils viennent ou à quoi ils ressemblent. Parfois, les gens les plus cultivés sont les plus humbles. (No juzgues a los demás en función de su procedencia o su apariencia, a veces las personas más cultas son las más humildes). Mais je veux aussi que tu saches que mon amour pour toi est si immense que j'apprendrais toutes les langues de ton monde, je traverserais tous les pays de cette planète pour te retrouver et pouvoir te le donner. Te donner toute ma vie, mon désir, ma passion pour toi, Rose. (Pero también quiero que sepas que mi amor por ti es tan inmenso que aprendería todos los idiomas de tu mundo, cruzaría todos los países de este planeta para encontrarte y poder dártelo. Te doy toda mi vida, mi deseo, mi pasión por ti, Rose).

—No tengo idea de lo que dijiste, pero eso fue excitante. ¡Dios! Vesper, qué sexy te escuchas con ese acento —Vesper entre carcajadas se acercó a mí y me besó regalándome la mejor manera de comenzar este día.

—Hagamos un trato. Siempre me enseñas la mayoría de las cosas cuando estamos juntas, déjame enseñarte también cosas incluso de tu propio mundo que no conoces; comencemos por los idiomas que he aprendido a lo largo de mi vida.

La orilla y el marWhere stories live. Discover now