Capítulo 13. A prueba de fuego.

89 2 12
                                    

La resiliencia, en la psicología la describen como la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente o cualquier tipo de pérdida saliendo fortalecido y evolucionado, convirtiéndote en la mejor versión de ti mismo. Está ligada con la resistencia del espíritu, la entereza con la que afrontamos un problema o una dificultad con serenidad y fortaleza. No se trata de ser imperturbables, se trata de que a pesar de sentir que estás en el fondo más oscuro tu espíritu tendrá la fuerza suficiente para soportarlo y salir de él con más poder. Para ello se necesita una inteligencia emocional muy sólida, tejida a través de los años con hilos a prueba de todo que jamás se romperán así los tensen ejerciendo una fuerte presión. Ese es el verdadero poder del ser humano, la capacidad de vivir lo peor y transformar el dolor en algo hermoso, el poder de crear sobre las cenizas, evolucionando constantemente formando una perfecta conexión entre tus pensamientos y tus sentimientos.

Todos vivimos en frecuencias, nuestras vidas, nuestros corazones, nuestras mentes, todos giran alrededor de lo que nuestros espíritus atraen, de las decisiones que tomamos. Imaginemos por un momento que existen miles de futuros para cada uno, que la decisión que tomamos hoy nos lleva a la elección inconsciente de uno de estos futuros trazando así lo que llamamos destino, pero no es más que la semilla que has sembrado para tu vida. Debemos trabajar internamente en nosotros para aprender a manejar el poder que cada uno tiene adherido en su alma, en sus genes. Un espíritu débil o fragmentado jamás podrá alcanzar la inteligencia emocional, sus hilos se pudren a través de los años y se quiebran con el más mínimo esfuerzo. Cuando aprendamos a escucharnos, a escuchar nuestras almas, a nuestros sentimientos, a escuchar la vida, a escuchar a otros por más diferentes que sean a nosotros, descubriremos entonces el equilibrio que no podemos ver con nuestras mentes nubladas. Siendo así que la resiliencia vive dentro de cada uno esperando pacientemente el despertar del espíritu, una vez concebido veremos al mundo con otros ojos y el poder de tu interior se reflejará en cada paso que des.

Narrado por Vesper

Desperté y Rose estaba sentada en la cama con su laptop sobre sus piernas escribiendo en su libro. Me acerqué lentamente posicionándome detrás, acariciando sus hombros mientras miraba como toda su piel se erizaba con mi tacto.

—Me gusta que seas tan sensible a mis caricias.

—Es inevitable, me haces sentir de todo con tu proximidad. Cada que me tocas es una delicia.

—¿Qué estás escribiendo?

—Una escena erótica para mi novela. ¿Quieres leerla y me das tu opinión sobre ella?

—Amaría hacerlo.

—Bien, toma mi laptop y siéntate sobre mis piernas, léela en voz alta —hice lo que me pidió y comencé a leer la escena que Rose había escrito en esa historia.

—Las horas se volvieron pesadas, la noche había llegado y todavía Emily estaba leyendo los términos del acuerdo entre las empresas. Madison la observa caminar de un lado a otro concentrada con los documentos en sus manos. No podía negar que con esas gafas para leer se veía endemoniadamente sexy, sus instintos más bajos iban aflorando a medida que sus pensamientos se estaban tornando calientes enviando mensajes directamente a su sexo. Ajena a lo que Madison estaba deseando, Emily levantó su mirada y le propuso pedir algo de cenar ya que todavía tenían mucho por hacer y la noche sería larga. Madison salió del trance al cual la tenía sometida su libido respondiendo un «sí» a su propuesta, Emily pidió la comida y volvió a sumergir su rostro en esos papeles. Sin poder aguantarlo más, Madison caminó hasta quedar frente a frente con ella arrebatándole los documentos de sus manos, besándola con todas las ganas que estaba reprimiendo, algo que fue totalmente imprevisto para Emily... —entre más leía el escrito la escena se iba haciendo más caliente, llena de morbo, comenzaba a sentirme húmeda y sonrojada. La manera en cómo los personajes se tocaban, se tomaban, quería que Rose me lo hiciera justo allí y como si ella pudiera leer mi mente me dijo:

La orilla y el marWhere stories live. Discover now