sonrisa bonita. ; 09

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su cabeza estaba fuera de ese mundo, amaba divagar entre sus pensamientos existenciales y cuestionarse absolutamente todo lo que pasaba en su vida diaria, siempre podría encontrarle un significado profundo a todo, aunque fuera algo aparentemente insignificante y esa era una de las únicas cosas que le gustaban de él, podía escapar del mundo real en tan solo un pestañeo. de vez en cuando, solía plantearle ese tipo de preguntas a su madre, "¿por qué existimos?" "¿qué hubiera pasado si...?" "¿notas lo pequeños que somos a comparación del universo?" "¿crees que todo pasa por algo?" esos debates y conversaciones eran totalmente divertidos, le hacían olvidar por algunos minutos sus problemas y preocupaciones, sus hombros no se sentían pesados al hablar de la vida... sin embargo, las clases de filosofía del profesor hong eran increíblemente insoportables, quería que terminara de una vez para poder ir a la comodidad de su cama y descansar un poco antes de tener que repetir la rutina tan infernal que había adoptado en las pocas semanas que llevaba allí. aún tenía el bolígrafo en su mano, intentando de alguna forma completar esa actividad, esa tonta e inútil actividad; escribir diez cualidades de él mismo, hong decía que era una especie de autoexamen... algo así. ni siquiera era capaz de pensar una, tonto, tonto, tonto.

"kim seungmin.

cualidad número uno:"

y allí terminaba, una y otra vez, ¿tenía algo bueno que demostrarle al mundo o solamente era un cero a la izquierda? su cerebro comenzaba a doler de tan solo pensarlo y, ahora que lo hacía, no podía recordar cuando fue el día que su autoestima se había ido a la mierda, ¿catorce años? tal vez un poco antes, se aferraba a esas vagas memorias donde dibujaba o escribía y estaba conforme con lo que hacía o esos días en los cuales podía mirarse al espejo sin querer vomitar sobre su propio ser. ¿qué pensarían sus compañeros sobre su persona? observó a su alrededor, todos parecían estar concentrados, al menos se encontraban escribiendo algo bueno sobre ellos, aunque dudaba profundamente de que ellos tuvieran algo bueno encima, así que estaba seguro, muy seguro, de que ellos también tenían pensamientos horribles sobre él, aprobarían sus pensamientos tan horribles y autodestructivos.

"kim seungmin.

cualidad número uno: soy bastante ordenado."

tanto que a veces parecía obsesivo con eso, realmente lo era, en el fondo.

"cualidad número dos: sé reconocer buena música."

o, al menos, eso creía, tantas horas de soledad escuchando distintas canciones de distintos géneros y de distintos grupos tuvieron que haberle servido para algo más además de asesinar sus horas vacías.

"cualidad número tres: mi imaginación vuela."

realmente lo hacía, ya sea bueno o malo, su imaginación lo llevaba por distintos escenarios y lograba sacarlo de esa horrible realidad que tenía que afrontar sin poder reclamarle a nadie, apreciaba eso de su cerebro, aún intentaba descifrar como su propia mente podía hacerle tanto daño y, a la vez, sanarlo.

"cualidad número cuatro: mi sonrisa es bonita."

no, no lo era, o no lo creía del todo, odiaba su rostro en general con especial fijación a su boca y todo lo que tuviera que ver con ella; su sonrisa le disgustaba, sus dientes podrían ser mejores, cada vez sus labios estaban más y más secos, todo era una basura, pero su madre siempre le repetía que mientras leía o estaba en su propio mundo su sonrisa era capaz de alegrar a cualquier corazón. mentiras típicas de madre.

nuevamente su mente quedó en blanco, ¿tenía otra cualidad o algo para resaltar? le faltaban solo seis cosas, nunca se había sentido tan mal respecto a él mismo antes de hacer esa actividad que, muy probablemente, quemaría una vez llegara a casa. colocó su codo sobre la superficie de su pupitre para, luego, colocar su mentón sobre la palma de su mano, necesitaba pensar un poco más... cuando estuvo listo para seguir escribiendo la brisa que entraba por la ventana del salón hizo que su hoja se volara hacia el frente, hizo una mueca, ni siquiera la naturaleza pensaba que tenía buenas cosas en su ser. suspiró, iba a levartarse para tomar su pedazo de papel que llenaría con mentiras pero hyunjin se le adelantó, en el rostro del mayor se podía ver una ligera sonrisa, se veía tan sincero cuando se dirigía a él.

— hey, — se acercó a su lugar y dejó la hoja sobre la tabla de madera. — aquí tienes, asegúrate de colocar algo sobre el papel, así ya no se volará.

— oh, claro, — asintió, presionando sus labios. — lo haré... — tomó su goma de borrar y, como el pelinegro le dijo, la dejó sobre su hoja.

— por cierto, — esperó que el contrario le prestara atención y, cuando lo hizo, continuó hablando; — también pienso que tienes una sonrisa bonita.

en cualquier otro contexto habría podido disimular su sorpresa pero, esa vez, le fue imposible, ¿cómo se suponía que debía reaccionar ante un comentario como ese? ¿qué esperaba hyunjin? un momento, ¿hyunjin lo había visto sonreír? bajó su mirada rápidamente intentando esconderse de alguna forma en cuanto sintió el calor apoderarse de sus mejillas, orejas y absolutamente todo su rostro.

— muchas gracias, hwang... ¿supongo? — murmuró, provocando una risa ajena.

era increíble como podía escucharlo reír y no sentir que se estaba burlando de él.

[ . . . ]

querido diario:

sabes que odio a la clase de filosofía, casi tanto como al profesor hong, ¿cierto? bien, hoy no fue la excepción a eso, él quiso hacer una especie de autoexamen... no lo sé, ¿que intentaramos vernos de forma positiva? creo, eso intentó, el caso es que su actividad fue una mierda, ¿diez cualidades? ¿qué clase de ser humano tiene tantas cosas buenas para decir de él mismo? ¡no pude completar las primeras cinco! mi cerebro se fundió en esas horas, hice mi mejor esfuerzo... pero no todo fue tan malo... cuando estaba preparado mentalmente para comenzar a mentir respecto a lo que pienso de mí mi hoja decidió que sería una buena idea dar un paseo por el salón y quedar a los pies de hyunjin (es gracioso, supongo que todos caemos a los pies de hwang) no esperaba que él tomara la hoja y se acercara a mí pero, para mi sorpresa, ¡lo hizo! fue amable, solo como él puede serlo, se veía tan... ¿cercano? y esa sensación de que no quiere burlarse de mí sigue intacta a su alrededor, de todas formas, ¿por qué alguien como hyunjin querría burlarse de otra persona? se ve como un chico tan bondadoso, alegre, cariñoso... como un angel, ¡exacto! hwang hyunjin es un angel que cayó de los cielos... además, dijo que tengo una sonrisa bonita, dudo que pueda mentir de una forma tan convincente así que tendré que asumir que es algo cierto y comenzar a sonreír más para que, con suerte, pueda notarme.

con amor, seungmin.

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