el mundo entero. ; 21

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todas las energías de seungmin se habían ido en pensar un bonito atuendo para encontrarse con hyunjin, quería verse presentable para él porque no se trataba de cualquier chico, sino de hwang hyunjin, el chico perfecto, quien, en otro contexto, ni siquiera hubiera notado su existencia. se decidió por ropa en escala de grises; un pantalón oscuro con un diseño escocés, una camiseta con mangas largas algunos tonos más claros que su pantalón y un suéter sin mangas de color blanco que le quedaba ligeramente grande, se dedicó unos cuantos minutos a observarse en el espejo, decidiendo mentalmente si se encontraba bien o no, terminando por ponerse un collar de plata, sus tan preciadas botas que siempre lo acompañaban y un poco de gel para acomodar su cabello.
su celular vibró en la mesa, dejando ver un "estoy fuera, ¿estás listo?", provocando que su mundo temblara de arriba a abajo, rápidamente tomó el aparato y escribió un "claro, ya estoy contigo." con sus dedos temblorosos.

tomó su abrigo, sus cosas más importantes y se dirigió a la entrada principal, encontrándose con un azabache sonriendo al verlo.

— hola.

— hola... — habló casi suspirando, cerrando la puerta detrás de él.

— te ves bien. — comentó luego de analizarlo con su vista.

— ¿en serio? — rió tímido, acercándose un poco más al mayor. — no me tomé tanto tiempo en elegir mi ropa... ah, bueno, tú también te ves bien.

sonrió aún más. — gracias, minnie.

hizo un gesto con su cabeza, restandole importancia. — ¿iremos al lago anglar?

— no exactamente, — su voz sonaba mucho más emocionada que antes. — te dije que iremos a mi lugar secreto.

— creí que tu lugar secreto era el lago.

— si así fuera, no sería secreto. — se encogió de hombros al hablar con obviedad y tomó el brazo ajeno para enredarlo con el propio.

— tienes un buen punto. — ladeó su cabeza y acomodó el agarre de sus brazos antes de comenzar a caminar.

— nadie conoce este lugar, solo minho es consciente de que paso horas y horas en la montaña cerca del lago, — comenzó a hablar mientras se dirigían a la gran montaña del pueblo.

el camino fue largo, no porque se tardara en llegar, ese pueblo podía recorrese caminando por poco más de una hora, sino porque ambos chicos se distraían fácilmente hablando sobre cosas varias; su primera parada fue el parque, hablaron de libros y de caminatas, cosas que a seungmin y a hyunjin les gustaban respectivamente; luego se quedaron cerca de hobi's dinner, observando en la vitrina diferentes postres que sería maravilloso probar, acordaron que, en algún momento, los comprarían todos o, en su defecto, comprarían los ingredientes para cocinar juntos; también se quedaron cerca de la tienda recreativa, algunos niños pasaron por allí y ambos comentaron que no tendrían hijos en un futuro, ya que les parecía una perdida de tiempo y dinero, preferían gastarlo en otras cosas. para cuando por fin comenzaron a dirigirse a su destino principal el sol amenazaba con ponerse anaranjado, la tarde estaba sobre sus cabezas y eso no parecía importarles, de hecho, al pelinegro le emocionaba más, de esa forma podrían ver el atardecer desde el sitio más hermoso que conocía, probablemente el único lugar que era de su agrado en ese pueblo.
un camino escondido en la parte trasera de la montaña se hizo presente cuando el mayor se deshizo de algunas cuantas ramas de árbol, sin dudarlo se aferró a la muñeca del castaño y se adentró a un lugar el cual parecía sacado de un cuento de fantasía, de esos lugares imposibles que solo pueden existir en los libros; un acantilado que era emocionante y atractivo a la vista, un paisaje que comenzaba a teñirse de naranja gracias a la leve vida que aún tenía el sol, hojas secas que provocaban ese característico sonido al pisarlas y una escena del lago que lo hacía parecer mágico.

— dios mío... — susurró el chico de ojos grandes y brillantes, ojos que parecían reflejar la imagen que tenían delante. — esto es increíble, hyunjin. — de su mochila sacó su cámara, dispuesto a fotografiar ese momento.

— sí, supongo. — se encogió de hombros, acomodando algunas piedras para poder sentarse en ellas.

— ¿¡supones!? — exclamó, enfocando un poco más al lago. — parece una postal, es tan perfecto.

— creo que hay lugares mejores para conocer.

bajó la cámara y volteó sobre su hombro, descubriendo a hyunjin observándolo. le dedicó una sonrisa y negó con su cabeza. — no lo creo, estos paisajes son algo nunca antes visto.

— llevo dieciocho años viendo estos paisajes, — comenzó a explicarse cuando se levantó, acercándose a seungmin para tomar su cámara y enfocar al mismo, luego de tomar la foto, continuó hablando. — conozco este pueblo de izquierda a derecha, de arriba a abajo, puedo darte un recorrido en menos de media hora y no me faltará nada para mostrarte... — hizo una pausa, rozando con la yema de sus dedos el dorso de las manos ajenas al devolverle la cámara. — dime, minnie, ¿cómo es la gran ciudad? ¿por qué decidiste mudarte aquí?

— es... una larga historia, — hizo una mueca, evitando ese tema. — pero, si te interesa, conozco muy poco de la gran ciudad.

— ¿y no quieres conocer todo lo que hay en seúl? — cuestionó con un tono de voz emocionado, acercándose un poco más.

— sí, bueno, eso creo.

tomó la mano contraria y la alzó, entrelazando sus meñiques, sonriendo por esa acción que, según sus propias palabras, era muy infantil. — te prometo que cuando nos graduemos te llevaré conmigo a conocer seúl, ¡y no solo seúl! sino el mundo entero.

inconscientemente sonrió, apretando un poco más el agarre. — estaré esperando para conocer el mundo contigo.

[. . .]

querido diario:

hey, aquí un seungmin muy feliz luego de su primera cita con hyunjin. aún no puedo creer que haya tenido una cita con hyunjin.

volvimos a recorrer un poco el pueblo, no pudimos evitar distraernos con nuestras charlas y algunos chistes, así que ya estaba oscureciendo cuando comenzamos a caminar hacia el lugar secreto de hyunjin, pero eso no fue algo malo; tomamos unos refrescos juntos mientras observábamos al sol dar su último suspiro antes de desaparecer frente a nuestros ojos, luego observamos las estrellas hasta que mamá me llamó preocupada por no encontrarme en casa. fue una linda tarde, la verdad, creí que sería incómodo estar tanto tiempo a solas y gracias a dios me equivoqué en eso, hyunjin es un chico magnífico al cual le gusta hablar de muchas cosas y nunca se queda callado, eso es de mucha ayuda.

por cierto, su lugar secreto está oculto entre las montañas, mucho más arriba que la altura del lago, era emocionante ver el acantilado y saber que, si te caías, no ibas a sobrevivir al golpe, fue una emoción fuerte que experimenté unas cuantas veces en el día. la vista desde allí era sacada de una película, me maravillé tanto que saqué muchísimas fotos desde allí arriba (también tomé fotos de hyunjin en secreto, él tomó algunas fotos de mí... pero no fue disimulado en lo absoluto.) y en cuanto comenté lo maravilloso que era el paisaje hyunjin actuó como si no fuera para tanto... bueno, puedo entenderlo, uno puede aburrirse de una imagen tan bonita.

en resumen; fue un día fantástico.

con amor, seungmin.

con amor, seungmin.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt