fiesta. ; 17

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el castaño caminaba por los pasillos, sintiendo la mirada de otros sobre sus hombros como ya le era costumbre, a pesar de su tiempo allí no lo habían dejado de ver como el niño de ciudad, los murmuros eran constantes y llegaban a colarse en su cabeza, pero ahora no le importaba. no le importaba porque no estaba prestando atención a la gente cerca de los casilleros, sino que toda su energía se estaba yendo en buscar a hyunjin con su mirada lo más disimulado posible porque no quería que aquel azabache se diera cuenta de ello, aunque hubieran estado hablando gran parte de la noche anterior y aunque el mismo hyunjin le hubiera dicho que lo buscara, seungmin no quería parecer raro con sus interacciones sociales. incluso había olvidado el hecho de que su madre aún no llegaba, ese chico podía distraerlo de todos sus problemas y brindarle aquello que muchos conocían como felicidad, a pesar de que el castaño no sabía identificar del todo ese sentimiento.

al llegar a su casillero aún no había logrado identificar al chico de cabellos largos, así que estaba algo decaído por eso, pero se consoló al pensar que el día estaba en su comienzo y que tenía otras oportunidades para cruzarse casualmente con él.
su casillero resaltaba entre la multitud ya que era el único que conservaba la puerta roja original, sin ninguna decoración, algunas veces se veían algunos post-it pegados sobre la superficie de metal, notas que le recordaban lo aburrido que se veía su casillero con palabras no tan amables, pero no mucho más que eso, tampoco le importaba resaltar en ese grupo que él consideraba idiotas, así que no había problema en ello.
abrió la simple y pequeña puerta, organizando algunos libros, quedándose paralizado al sentir una mano sobre su hombro, hubiera creído que se trataba de hyunjin si no fuera por lo pequeña de la misma.

— hey, seungmin.

la voz de ryujin terminó de helar su sangre, sintió su cuerpo tenso e incapaz de moverse, pero hizo su mejor esfuerzo para cerrar la puerta lentamente y mirar a la chica de cabellos azules.

— hola, ryujin.

— no te ves muy feliz de verme. — rio nerviosa, queriendo hacer la situación menos incomoda.

— es que... — hizo una mueca, acomodándose mejor en su lugar mientras guardaba sus manos en los bolsillos de su sudadera. — no estoy feliz por verte.

rodó sus ojos y tomó algo de aire, guardando su malestar. — dios, ayúdame a sobrellevar esta conversación.

— anda, — hizo un pequeño gesto con su cabeza. — termina con lo que quieres decir.

esbozó una sonrisa de oreja a oreja y extendió un papel hacia el más alto. — ven a mi fiesta.

el mayor bajó su mirada y observó la invitación, era una cartulina de color negro decorada con color dorado, allí estaba escrito, por lo que suponía, la dirección de la fiesta y algunos cuantos datos más a los cuales no les prestó la suficiente atención. frunció su ceño mientras aún miraba el papel, la situación se le hacía sumamente extraña y tenía suficientes razones como para no ir, así que estiró una de sus manos para empujar la invitación con levedad, dando a entender que no estaba interesado.

— no, gracias. — hizo una línea con sus labios, simulando una sonrisa.

— oh... — bajó su mirada, llevando sus manos hasta su pecho, fingiendo estar decaída por la respuesta que había recibido. — es una lastima, ¿realmente no quieres ir?

— ajá, no quiero ir, — se encogió de hombros y volvió a voltear a su casillero, abriendo el mismo. — y si me disculpas, estoy muy, muy ocupado.

— ¿sabes? — alzó sus cejas, cambiando su tono de voz para llamar un poco más la atención. — es una fiesta hecha para el equipo de la escuela.

— mhm, — tomó los libros necesarios. — ¿y?

— ¿sabes quién forma parte del equipo?

— no le presto atención a nada de esta escuela, apenas conozco a tres personas. — confesó, sincero.

— hyunjin está en el equipo. — soltó, como si las palabras no tuvieran peso alguno. — pero da igual que él se ponga mal al no verte allí.

seungmin presionó sus labios, teniendo que decidir entre su orgullo y corazón en unos pocos segundos, los mismos segundos que tardó ella en alejarse.
era desesperante tener que ir detrás de esa chica con voz irritante, pero allí estaba él; apresurando su paso para alcanzarla antes de que cruzara la puerta que daba hacia la cancha.

— tú ganas. — habló al estar a su lado.

— ¿quieres una invitación? — sonrió victoriosa.

— sí, por favor. — se tragó todas sus palabras llenas de rabia debido a ceder a la petición contraria.

la puerta a un lado de ellos se abrió de par en par, haciendo que ambos se asustaran por ello, como si estuvieran actuando delictivamente. las siluetas de hyunjin y minho se hicieron presentes, algo divertidos por las reacciones que habían visto por los dos menores.

— ¡seungmin! — exclamó el presente más alto. — estuve buscándote, ¿qué tal? — se acercó al nombrado, con obvias intenciones de abrazarlo desde los hombros.

— estoy bi-

— ¡jinnie! — la voz de ryujin se volvió chillona, incluso insoportable. al hablar, tomó el brazo de su amigo y lo arrastró hasta el pelinaranja. — estaba invitando a seungmin a la fiesta que estoy organizando con mi minmin.

— oh, — sonrió, dirigiendo su vista al castaño. — estarás allí, ¿verdad?

asintió, devolviendole la sonrisa. — claro que estaré allí.

[. . .]

querido diario;

que día de mierda.

bien, quizá no lo fue tanto... pero tuve una conversación de más de dos palabras con ryujin, eso es suficiente para decir que estoy agotado mentalmente. ella llegó tocando mi hombro, debo admitir que tiene manos muy bonitas a comparación de su arruinada personalidad, y me dijo que quería que fuera a su fiesta, ELLA MISMA me pidió que fuera a su fiesta. me conoces, no soy alguien muy social, odio las fiestas y sentir que todo el mundo me está mirando, así que tenía más que claro que no iría, además, se trata de ryujin, ¿por qué querría ir? o, al menos, fue así hasta que ella mencionó a hyunjin; al parecer está organizando todo esto gracias a la última victoria del equipo y hyunjin forma parte del equipo. en resumen, estoy obligado a ir porque le dije a él que estaría allí, no pude resistirme a esos dos lindos ojitos.
no puede ser tan malo, nada de bebidas alcohólicas, evitar a ryujin y a minho y tener alguna que otra conversación boba y trivial con hyunjin, es un plan perfecto y para nada complicado, estaré bien. espero. siempre puedo llamar a mamá desde el baño si me siento muy ansioso.

además de eso, hyunjin me habló en distintos momentos del día, tuvimos varias conversaciones cortas pero puedo sentir que se está esforzando por dedicarme algo de tiempo, es algo bonito, como él. espero que las cosas sigan así, me siento bien luego de tantas mierdas.

con amor, seungmin.

con amor, seungmin.Where stories live. Discover now