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seungmin intentaba tomarse las clases como normalmente lo hacía, ignoraba las miradas y los murmullos que sentía y escuchaba detrás de su espalda, intentaba respirar tal y como le había enseñado su madre, segundos exactos, para que el aire no se convirtiera en su mayor enemigo, tenía que concentrarse única y exclusivamente en sus apuntes, en tener notas perfectas, pero era complicado si su mente se centraba en el paradero de ryujin, las miradas de minho y la indiferencia de hyunjin, estaba volviéndose loco mientras intentaba que su cuerpo no comenzara a temblar por el pánico que la situación lograba generarle en cada parte imaginable. su vista estaba nublada, no podría decir si se trataba de sus propios nervios o si realmente no podía ver absolutamente nada, resfregó sus ojos con frustración e intentó enfocar las letras en su cuaderno, todo parecía desordenado, las voces en su cabeza aumentaban su volumen, la comida daba vueltas en su estómago, el ruido externo se mezclaba con el interno e intensificaba el dolor de cabeza, quiso gritar, sus pulmones estaban preparados para soltar todo su aire hasta que la puerta se abrió de golpe, no solo asustando al castaño, sino también a algunos de sus compañeros.

alzó su vista, se trataba de uno de los encargados del pasillo, para distraerse un poco pensó en el nombre del recién llegado, se juró a sí mismo que escuchó su nombre en algún lado, ¿taemin? ¿taeyoung? no, ninguno, taehyung.
taehyung habló con el docente que estaba acargo de los alumnos, seungmin no pudo escuchar de qué se trataba, pero pudo notar que el chico de cabellos claros se encontraba inquieto por estar allí, algo malo había pasado y lo confirmó cuando la profunda mirada de ambos trabajadores escolares se posaron en él, acto seguido todo el salón se encontraba con sus ojos sobre el chico de ciudad.

— kim seungmin, — taehyung se reincorporó para hablar. — acompañeme a la oficina del director.

un escalofrío lo recorrió por completo, todo de quedó en absoluto silencio por unos fugaces segundos. se levantó de su asiento e hizo un pequeño gesto afirmativo con su cabeza. — sí, claro.

en cuanto el nombrado se levantó de su asiento se rompió el silencio, cada paso se sentía como el último, sus piernas amenazaban con fallar y eso no era una buena señal. al estar lo suficientemente cerca del encargado este mismo dio media vuelta y se dirigió a la única puerta que allí había, con clara dirección hacia la oficina que era ocupada por los directivos, seungmin, con un poco de miedo, comenzó a seguirlo por medio de los pasillos, todo estaba vacío, callado, eso lo inquietaba desde lo más profundo de su pecho, era extraño que por esos lugares no hubieran alumnos gritando, corriendo o molestando a otros, incluso llegaba a preferirlo porque cuando los pasillos estaban vacíos daban miedo, demasiado miedo, como en una película de terror, y en su experiencia como consumidor de cine sabía que no podía seguir nada bueno; estaba casi convencido sobre que en la oficina del director había un asesino esperando por él y su sangre fresca.
en conjunto entraron a la habitación, taehyung no emitió sonido, parecía una especie de robot y eso marcaba aún más los movimientos erráticos de seungmin. el menor, con su mirada, buscó al director, él, kim namjoon, estaba sentado delante de su escritorio, tecleaba rápidamente y pocas veces levantaba su vista para ver el monitor, solo frenó cuando el encargado aclaró su garganta para llamarle la atención, la autoridad presente cambió su rostro al ver al castaño y, para sorpresa de este último, el cambio no había sido negativo, al contrario, una sonrisa decoró el rostro del mayor, dejando que los hoyuelos en sus mejillas se marcaran de forma natural.

— ah, seungmin, venga aquí y siéntese, — alzó su mano para apuntar a la silla delante del escritorio. — muchas gracias, tae.

el casi rubio asintió y se retiró, haciendo la situación mucho mas inquietante para el pequeño que se sentó en donde se le había indicado.

— ¿cómo está, joven kim?

— bien. — respondió de forma automática, queriendo convencerse de que no todo se estaba cayendo sobre su cabeza.

con amor, seungmin.Where stories live. Discover now