psicópata. ; 37

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— e-es un psicópata... — tartamudeó en su desespero, escondido detrás de las gradas en el gimnasio. — ¡seungmin es un maldito psicópata!

la chica de cabello azul mordisqueaba la uña de su dedo anular, ansiosa, con las palabras atoradas en medio de su garganta, la rabia se notaba en su mirada; su mismísimo novio la había usado de manera descarada para beneficio propio, minho nunca había estado de su lado y lo que empezó como simples comentarios ofensivos había terminado convirtiéndose en algo que ni siquiera era capaz de explicarse a sí misma, odiaba la simple idea de saber que ese pelinaranja quería separarlos por celos, su novio estaba celoso de un chico.

— no es cierto, — soltó luego de que un fragmento de su uña se desprendiera. — conoces a seungmin y sabes que eso no es cierto.

el pelinegro alzó su mirada incrédulo, llegando hasta los inquietos ojos de ryujin para mirarla como si hubiera dicho una estupidez, ese comentario le parecía digno como para querer asesinarla con su mirada.

pasó ambas manos por su cabello con fuerza, tirandolo hacia atrás. — maldita sea, ryujin, tú no estuviste ahí para verlo, pero...

— no, — interrumpió. — no estuve ahí para verlo, tienes razón, pero sé lo que pasó, hyuni.

— ¿de qué hablas?

— lo sé, de verdad lo sé y lo siento tanto por seungmin, fui una mierda con él... — cruzó sus brazos y se sentó a un lado del mayor, aún indecisa sobre sus propias palabras.

— sigo... — volteó a ver a la peliazul, ella parecía temblar. — sigo sin entenderte.

— fui yo, hyunjin, fue mi culpa... y la de minho.

— ¿minho? — frunció su ceño. — ¿qué mierda tienen que ver ustedes dos en esto?

— todo comenzó con simples comentarios a seungmin, luego... yo robé su diario, minho se volvió loco, — su voz se quebró, hizo una pausa para poder continuar el relato. — minho es un puto psicópata, comenzó a seguirte, a tomarte fotos, ni siquiera sé qué pasó para que todo acabara así, intenté detenerlo, le dije que estaba obsesionado con separarte de seungmin, y me mandó a la mierda.

— minho estaba siguiendome... — susurró, sin poder creer lo que su amiga le estaba contando. — ¿por qué? ¿por qué hizo todo esto?

— creo que le gusta seungmin.

— ¿hablas en serio?

— dios santo, claro que hablo en serio, — frustrada dio un golpe con su mano abierta contra su propia rodilla, encerrando la misma en su palma. — ¿por qué otra cosa lo haría? se obsesionó con el chico nuevo, un niño de ciudad, un c-h-i-c-o, ¿sabes lo humillante que es eso para mí? es un maric...

— detente ahí, — frenó el posible insulto, no quería escucharlo. — seungmin estaba sufriendo todo esto y nunca me lo dijo...

— no puedo verlo a la cara, soy una estúpida, — se lamentó, esta vez echando su cabeza hacia atrás. — hice tantas cosas malas, ¿cómo voy a poder verlo a la cara? quiero disculparme, no... yo no quería hacerle daño, solo... ugh, soy una idiota, minho también lo es, esto se salió de control, hyunjin.

— minho tampoco quiso hacer daño.

— ¡él está completamente loco! — sacó todo el aire acumulado de sus pulmones, ofendida por esa respuesta. — ¿sabes qué? al carajo con minho, mira esto.

la chica de cabellos azules tomó su celular desde el bolsillo delantero de sus pantalones, desbloqueandolo rápidamente y abriendo la aplicación de la galería, bajando en la misma con su dedo pulgar, se movía de forma veloz, casi desesperada por llegar a las fotos que no sabía muy bien en donde estaban, el azabache, por su parte, se acomodó en su lugar, su ritmo cardíaco ya se encontraba estable y su respiración no estaba acelerada, dirigió su vista a su amiga, o a quien creía que lo era, los ojos de ryujin estaban cristalizados por aguantar las lágrimas, su nariz y sus mejillas tenían un color carmesí propio de un resfriado y podía notar como tragaba nerviosa a la vez que bajaba con rapidez. no pasó tanto tiempo hasta que ella tocó uno de los videos que allí estaban; se trataba de minho, minho con las mismas fotos que había visto tiradas por el suelo, el pelinaranja estaba dibujando corazones con las iniciales "h + s", algunas palabras obsesivas, no pudo reconocer a quien llamaba su mejor amigo, ¿dónde había quedado el lindo lee minho que lo abrazaba al terminar un partido? ¿dónde había quedado minho?
ryujin pasó a las fotos, páginas del diario de seungmin, conversaciones con minho acerca de la fiesta, un minho irreconocible para él, tan irreconocible que no pudo evitar tomar el electrónico para pasar por sí mismo las fotos que allí habían.

— tiene un problema, uno muy serio, — habló la menor jugando, a la vez, con las mangas de su polera. — lo siento tanto, hyunjin.

el nombrado no pudo responder, no había palabras exactas para definir lo que sentía en ese momento, estaba seguro de que lo que estaba sintiendo no tenía nombre, estaba extraño, vacío, como si alguien hubiera revuelto en lo más profundo de su ser y hubiera tomado todo a su paso, yéndose sin ordenar nada. el timbre sonó, ryujin tomó su celular y se levantó del suelo, dio algunos pasos hacia adelante y volteó para dirigirse por última vez a ese chico aún perplejo.

— solo... alejate de minho.

no necesitó de ningún comentario para irse del gimnasio, comenzó con un paso fuerte y decidido a dirigirse a la salida principal, empujando la misma con la palma de su mano dejando a la vista los pasillos que comenzaban a llenarse de alumnos, todos allí parecían asombrados, hacía algunos cuantos días que ryujin no se paseaba por los corredores.
sin prestarle mucha atención a su alrededor comenzó a caminar hacia la biblioteca escolar, decidida, mirando mal a quien de interpusiera en su camino, iba rápido, hasta que el agarre en su brazo la frenó de golpe y la hizo voltear por el impulso.

— ¿dónde estabas?

al ver a su prácticamente ex-novio no dudó en soltarse del agarre de una manera brusca. — ¿quién te crees que eres, minho?

— pregunté, ¿dónde estabas? — se acomodó un poco en el lugar para quedar enfrentado con la menor.

— mejor dicho, ¿dónde estabas tú? estabas disfrutando de tu victoria, ¿no? ¿ibas a ir a consolar a seungmin para luego acostarte con él? — su tono de voz iba progresando a medida iba hablando hasta que hizo una pausa, luego, continuó hablando; — estaba con hyunjin.

el pelinaranja, sin pedir aún una explicación al respecto, volvió a tomarla desde el brazo para arrastrarla por los pasillos mientras ella intentaba librarse del agarre de manera no exitosa, llegaron a una pequeña habitación llena de productos de limpieza, donde minho los encerró.

— ¿qué carajo te pasa? — cuestionó con obvia molestia.

— ¿qué carajo te pasa a ti? ¡estás enfermo! — lo apuntó con su dedo índice. — ¿creíste que no me iba a dar cuenta? me utilizaste, minho, me utilizaste para sabotear lo que sea que tuvieran seungmin y hyunjin.

— tú también querías separarlos.

— ¡pero esto es un caos! ¿¡sabes cómo se puso hyunjin luego de ver esas fotos!?

— ¡es por su bien! — alzó la voz. — ¡todo ésto es por el bien de hyunjin!

— ¡eso no es cierto! — también alzó su voz. — lo hiciste porque te gusta seungmin, ¿me equivoco? querías revolcarte con el lindo chico de ciudad, ¿qué eres? ¿gay, bisexual? me da igual, pero hubieras terminado conmigo, maldito asqueroso, todo esto por... ¿por un poco de diversión?

— ¿¡estás loca!? — tomó su cabello con ambos puños, tirando de él para controlar su enojo. — es para hyunjin.

— ja, claro, — soltó una risa sin gracia y se recostó contra la pared, cruzando sus brazos. — todo esto es para tu mejor amigo, seguro... de hecho, no me importa, me importa una mierda, ¿sabes? yo también tuve un poco de diversión cuando le mostré a hyunjin toooodo lo que hiciste, cada foto, cada página del diario... y tienes suerte de que no le mostré como lo seguías por todo el maldito pueblo, pero no te preocupes, él ya lo sab-

las palabras de la peliazul fueron cortadas por la falta de aire, la mano del mayor rodeaba el delicado cuello de ryujin, apretando el mismo con fuerza y, a su vez, la empujaba un poco más contra la pared, obligando al aire a dejarla como si ella no lo mereciera.

hizo un poco más fuerte su agarre, acercándose a aquel rostro que suplicaba por piedad sin siquiera tener que pedirlo. — eres la misma mierda de siempre, ryujin.

dio una gran bocanada de aire cuando su cuello fue liberado, cayendo de rodillas y viendo desde abajo como el chico de cabellera naranja salía, mezclándose con todos los alumnos que caminaban por el pasillo.

[ . . . ]

hyuni <3
14:48

por favor, hyunjin.
ryujin comprendió esto muy mal, solo exageró las cosas
por favor
solo no quería que seungmin se metiera en tu cabeza y te alejara de mí
soy tu mejor amigo, por dios, hyunjin.
no hagas esto
respondeme, por favor

con amor, seungmin.Where stories live. Discover now