"Esa chispa"

346 18 1
                                    

Narra Jake:

Nos teletransportamos a la superficie. No me acostumbraría nunca a estos viajes. Me sentía como si me faltara el aire, pero eso ahora era secundario. Las esferas luminosas de las manos de Isa cada vez crecían más y más, mientras su rostro asustado se miraba con impotencia las manos.

Me sentía preocupado, furioso, prepotente, pequeño, decepcionado... sabía que mi padre no entraba en el pequeño grupo social de gente justa y comprensiva, pero nunca pensé que su problema (si, esto es un problema) fuera tan grave. ¿Por que tenía tantas ganas de deshacerse de Isa? ¿Como era posible que un rencor de hace 16 años siga en pié?

-Isa, por favor, respira hondo-Kent suplicaba a Isa, desesperado, como yo por entender algo. No, dudaba que él estuviera como yo. Y mi confusión y prepotencia no podían mejorar el día ni de broma.

Desde que vi en el juicio como todos se ponían en contra de Isa, comprendí que ella y yo estábamos solos en esto. Quizás Kent se una, o mi madre. Y supe que tenía que aprovechar cualquier resquicio de la reunión para sacar a Isa de allí, tal y como hice. Debía rescatarla de ese mar de pirañas hambrientas, dispuestas a dañar su delicada piel.

Isa, con las manos temblando, levantandolas enfrente suya con las palmas en dirección al cielo, intentó decir algo, pero la voz le tembló, falló y se dejó llevar.

Otro punto del día que me puso nervioso, fueron las esposas, la silla, las cadenas... ¿Por qué tantas molestias? Ella no era peligrosa. Solo era una chica asustada que no sabe exactamente cual es su lugar en este mundo. Y me apostaría lo que sea a que está confusa con todo el tema de sus padres, lo que supone una doble tortura sicológica para ella. Por un lado siento pena, pero por otro lado, me siento orgulloso: estaba llevando todo de la mejor manera que podía, y ella es fuerte, lo sé.

Ambas esferas de sus manos se unieron como dos células gemelas, e Isa, asustada, colocó las manos como si sostuviera entre ellas un balón(la esfera) que no podía llegar a tocar por mucho que apretara las manos palma contra palma, hacia la bola de luz, como cuando intentas unir dos mismos polos de un imán.

-Es una bola gélida de energía-explicaba Kent, calmándola con un gesto de manos. Y añadió entre extrañado y asustado-. Una bola de demasiada energía, diría yo.

-¿Eso es malo?-preguntó Isa con un hilo de voz-. Me empieza a pesar.

-Depende-se llevó un dedo a la boca, pensativo mientras le miraba, haciéndole un examen visual-. Mi teoría es que todos los nervios y emociones del juicio se ven obligadas a salir de alguna manera, y han encontrado una, pero...

-¿Pero?-pregunté.

-Eso, es tu energía. Si cuando te liberes de ella, dejas escapar demasiada energía, morirás.

Trague saliva.

-¿Soltarla?

-No te vas a quedar con eso entre las manos durante mucho tiempo a no ser de que quieras morir.

Me estremecí.

-No se soltarlo. Es la primera vez que me pasa.

Vi como temblaba y la luz se hacia mas grande. Estaba perdiendo energía.

-Isa, hazlo ya-dije.

-¿Como la suelto?-preguntó desesperada.

-No lo sé, pero hazlo ya. Isa, ¡ya!

Perdía fuerzas, le temblaban las rodillas, y el labio inferior vacilaba. La miré, insistente, ella solo me mandó una mirada suplicante.

-Kent-le urgía una solución, desesperadamente. La chica de la profecía no podía acabar así, con una esfera que absorbía su energía igual que una esponja.

Una huérfana especia || PAUSADAWhere stories live. Discover now