A las lejanías de Masachusset, en un pueblo llamado Concordia, existía una familia conformada por cinco hermanas: Anne, Meg, Jo, Amy & Beth, además de un hermano por elección, su vecino, Theodore "Laurie" Laurence, quien como un gesto de agradecimie...
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Anne se colocó una bata sobre su ropa para dormir para poder bajar las escaleras.
Cuando llego a la recepción se encontró a Hannah con un sartén en una de sus mano mientras con la otra intentaba cerrar la puerta sin mucho éxito pues un pie bloqueaba el paso.
-Por favor, solo déjeme verla por ultima vez
Reconocería esa voz en cualquier lado.
-¿Anthony?
Había dos motivos por los cuales Anthony Bridgerton sintió como su cuerpo se tensaba:
1. Lo llamo Anthony, olvidándose nuevamente de los títulos
2. Si regularmente no podía quitar su mirada de ella ahora viéndola con una mínima cantidad de telas cubriendo su cuerpo le quitaba el aliento, se miraba aun mas preciosa de lo normal haciéndolo incluso olvidar el motivo de su visita.
-Anne- fue lo único que su cuerpo le permitió decir ya que se encontraba bastante entretenido recorriendo su cuerpo con la mirada
-Hannah puedes ir a dormir- le aseguro con una sonrisa- Le aseguro que Anthony Bridgerton no sería capaz de hacerme daño- Hannah asistió tomando la vela y dejando el sartén en una mesa cercana para irse finalmente a dormir.
Al escuchar esas palabras su corazón sintió una calidez inexplicable, era como si la faceta llena de terquedad de Anne March hubiera desaparecido.
-No debería de estar aquí- frunció el ceño quedando frente a él- Ni mucho menos en este horario
-Necesitaba verla
-Podrías haberme visto a una mejor hora de preferencia cuando tuviera un mejor atuendo- se acerco un poco más- Ya me viste ahora déjame dormir- se dio la media vuelta
-Tengo un duelo al amanecer-la tomo del brazo evitando que cerrará la puerta
Cinco palabras que definirían su destino.
-¿Con quién?- en su mente la imagen de Lord Berbrooke llego pensando que volvía a hacer una molestia para Daphne
Pero noto un cambio en la mirada de Anthony, la miraba con pena como si no quisiera decir el nombre de su oponente, fue en ese momento cuando comprendió la situación.
