A las lejanías de Masachusset, en un pueblo llamado Concordia, existía una familia conformada por cinco hermanas: Anne, Meg, Jo, Amy & Beth, además de un hermano por elección, su vecino, Theodore "Laurie" Laurence, quien como un gesto de agradecimie...
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-Sigo sin poder creer que consiguieras que Anthony te trajera cerezas- Eloise se burlaba de ella viéndola comer -Al parecer a tu bebé le gustará demasiado las cosas frutales- recordó brevemente como la mayoría de los antojos que Anne sufrió en esos meses, eran relacionados con frutas
Rieron juntas por unos segundos. Después de la bastante incomoda cena con los Featherington, los vizcondes decidieron pasar la noche en la residencia familiar. No era muy común en ellos realizar esta clase de acciones, de hecho preferían bastante su residencia principal debido a la tranquilidad e intimidad que está emanaba. No tenían pares de ojos chismosos a su alrededor y podían básicamente hacer lo que quisieran por toda la casa sin considerarlo falta de educación. Si tenían que sobrevivir en la ciudad hasta el término de la temporada, mejor que fuera de ese modo y no de otro.
Al llegar, Anthony decidió refugiarse en su habitación, prefería eso a tener que pasar más momentos desagradables con Colin. Sabía que si lo miraba por los pasillos de esa casa, terminaría volviéndole a decir que no debería de casarse y probablemente terminarían peor de peleados que antes.
En cambio Anne prefiero disfrutar la compañía de Eloise Bridgerton, tan pronto está la vio, apago el cigarrillo y juntas compartieron una charla amena en aquellos columpios que tanto le gustaban a la menor.
Nunca le fue fácil entablar conversación con las mujeres, de hecho de no ser por Penelope, estaba segura de que nunca tendría una amiga. Su carácter y su desacuerdo ante ciertas costumbres, volvían cualquier intento de conversación en un incómodo silencio. Siempre fue así. Incluso de pequeña, se sentía despreciada por el resto de las niñas mientras que con los niños, todo fluía de mejor manera. Lo mismo ocurría ahora con sus hermanas, era más cercana a Benedict que a ningún otro. Francesca pasaba parte del año con su tía, Hyacinth aún era muy pequeña y Daphne... bueno tenía más cosas en común con el perro de Anne, Newton, que con ella.
Claro que todo cambio cuando las March llegaron a Londres, era imposible no llevarse bien con ellas. Beth era sumamente adorable y buena persona, estaba segura de que esa niña no sería capaz de matar ni a una mosca. Amy a pesar de ser algo vanidosa sabía perfectamente lo que quería para su futuro. Meg incluso era bastante educada con ella y a pesar de ser la March que menos le agradaba, tampoco le desagradaba. Anne, la mayor, la segunda madre para todas ellas, se convirtió en una amiga con quien hablar y ser ella libremente sin recibir ningún comentario prejuicioso. Finalmente, estaba Jo... la increíble y maravillosa Jo.
