A las lejanías de Masachusset, en un pueblo llamado Concordia, existía una familia conformada por cinco hermanas: Anne, Meg, Jo, Amy & Beth, además de un hermano por elección, su vecino, Theodore "Laurie" Laurence, quien como un gesto de agradecimie...
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La reciente caída en desgracia de la señorita Marina Thompson, continúa resonando en todos los salones de la ciudad días después de que se confirmará que su compromiso con Colin Bridgerton, no era más que una farsa.
Los siguientes días después de la noticia del embarazo de Marina, fueron un total desastre para las familias Bridgerton y Featherington. Ningún integrante podía salir de sus residencias sin recibir una mirada acompañada de susurros bastante indiscretos. Lo único que mantenía de cierta manera el honor de la familia era la reciente espera de un heredero al título nobiliario. El hecho de que el próximo vizconde fuera alguien nacido de un buen matrimonio, le daba algo de esperanzas a la sociedad sobre el honor recientemente puesto en duda de la familia.
Incluso la matriarca decidió embaucarse en la exhaustiva tarea de conseguir un decorador de habitaciones para renovar de manera completa el piso de niños de la residencia, preparándola para recibir a su nieto. Prefería perder el tiempo con él que con sus hijos, al menos aún era demasiado pequeño como para reprocharle las decisiones que tomaba. De hecho junto a Anne, habían pasado toda la tarde envueltas en muestras de papel tapiz y algunos bocetos de muebles para la habitación.
Todos parecían intentar olvidar por unos segundos el asunto de Colin y enfocarse en otra cosa, por ejemplo, Benedict en su arte y Eloise en la búsqueda de alguna alternativa para restaurar el valor de Penelope mientras compartía cartas con Jo. El principal involucrado en este asunto, Colin Bridgerton, seguía pasando sus días dentro de las cuatro paredes de su habitación, no hablaba más que lo necesario, no quería enfrentarse nuevamente en una serie de peleas. Sus hermanos no lo comprendían, él quería hablar con ella, recibir una explicación.
En cuanto al joven matrimonio, ambos se mantenían aferrados a una sola decisión: No permitir que Colin vea a Marina. Al menos no por ahora ya que, todo estaba muy reciente y desconfiaban plenamente de su capacidad de pasar desapercibido durante su visita.
No la juzgaban, sin embargo sabían el riesgo que corrían si la buscaban. Eso sería como confirmar que Colin era el padre o aun peor, que lo era Anthony.
Anne Bridgerton estaba bastante consternada, ¿Un hijo fuera del matrimonio? Eso era algo que nunca se hubiera imaginado. No cuando toda su vida le predicaron el cuidar su decoro. Sin embargo, aun cuando quisiera apoyarla aún estaba el hecho de que engaño a Colin. No importa la desesperación que Marina sintió, no era nadie para decidir sobre el futuro de otra persona. Afortunadamente, la verdad salió a luz justo en el momento adecuado.
Bendita sea Lady Whistledown.
Bendita sea Penelope Featherington.
-Debemos hablar- exclamo Colin entrando a la sala familiar de la residencia.
Parecía que a Colin le gustaba el drama y nunca tenía suficiente de él.
La casa Bridgerton era enorme, contaba con tres pisos y dos salas principales, una de ellas para recibir visitas y otra más para pasar la tarde en familia. El principal propósito de la segunda era mantener un aura llena de amor y tranquilidad, sin sentir la presión de la "buena sociedad"
