Musa.

16: Cry Baby.

"Sé que me enamoraré de ti, cariño y no es algo que quiera hacer." -The Neighbourhood.

...

El timbre de un teléfono fue lo que trajo a Hyunjin del país de los sueños, tan sólo atinando a cubrirse la cabeza con la manta en un intento de ahogar el sonido en espera de volver a dormir, especialmente si sentía todo un circo en su cabeza con elefantes pisoteando su cerebro hasta convertirlo en papilla que saldría de sus orejas.

No quería moverse, no quería saber nada del mundo, quería dormir largo y tendido durante todo un mes mientras permanecía en oscuridad, acobijado en su mullida manta con su peluche dándole calor. Incluso iba a ignorar que sentía alquitrán en su paladar, que su garganta ardía y que su espalda estaba matándole.

El sonido que importunaba su sueño cesó, haciéndolo suspirar, pero una suave voz a su lado comenzó lo reemplazó.

— ¿Diga?—escuchó a Seungmin, sonando tan mal como Hyunjin se sentía—Hola, cariño, ¿qué ocurre?...Oh, no escuché la alarma—sintió cómo las mantas que lo envolvían se agitaban y, lo que había creído era su peluche, se incorporaba—No, estoy bien...lo sé, lo sé, lo lamento...Agradable la idea, pero creo que puedo llegar a Democracia...

Hyunjin, reuniendo la poca fuerza de voluntad que tenía en ese instante, se atrevió a sacar la cabeza de las mantas sólo para gruñir cuando el brillo del sol le dio de lleno, apresurándose a girar y volver a esconderse, deseando escapar del astro rey como un auténtico vampiro. Sin duda éstos no podían brillar bajo el sol, era estúpido, el sol quemaba de forma horrible, ¿Hyunjin sería un vampiro ahora?

Volvió a mirar hacia su costado, por unas rendijas entre la manta y su cabello, encontrando a Seungmin con la misma ropa de ayer, el cabello por sin ningún lado, incluso había marcas de las costuras de la manta en su mejilla; usaba la sábana para cubrirse del sol, manteniendo los ojos cerrados y una auténtica expresión de dolor al hablar por teléfono.

Le tomó bastante tiempo procesar toda la imagen frente a él, sintiendo que sus pocas neuronas funcionales aún se encontraban ebrias, cantando desentonadamente canciones que Hyunjin no sabía, abrazándose unas otras, demasiado ocupadas en la celebración como para formar un pensamiento coherente más allá de la necesidad de huir del sol.

—Lo lamento, realmente debí quedarme muy dormido—habló Seungmin, tan bajo que apenas era un ronco murmullo, tanto que Hyunjin pensó que se lo decía a él—No tienes que hacer eso, amor, sólo estoy medio ebrio...—después de eso hizo una mueca de dolor—Doyeon, me gusta tu risa pero no lo hagas ahora, por favor...No, no lo hagas, saldré en seguida...Sí, está bien...Un café podría ser la solución, desde luego...De acuerdo, te veo ahí...yo también, te veo enseguida.

Después de eso, Hyunjin lo vio lanzar el teléfono hacia un costado, volviendo a cubrirse la cabeza con la manta y frotándose los ojos con los puños. Fue entonces que notó que ambos estaban acostados en el suelo, habiendo improvisado una cama con sus sábanas y almohadas, seguramente demasiado ebrios para intentar subirse a sus literas.

Hyunjin suponía que también tendría que ir a clases pero no podía encontrar la fuerza suficiente para levantarse en ese momento, especialmente si su cabeza iba a doler de esa manera y su garganta se sentiría igual que si hubiera tragado una lija. Hombre, se había puesto mal anteriormente, tan mal que la mitad de las fiestas a las que había asistido no las recordaba del todo. Una borrachera no era algo con lo que no hubiera lidiado.

Se había hecho amigo del tequila, del whiskey, tenía una relación amor-odio con el vodka, incluso había combinado otras cosas con refrescos, bebidas a las que apenas podía recordarles el nombre. Había llegado lo que seguía de ebrio a su dormitorio desde segundo año, a veces ni siquiera había llegado, y se había divertido.