Musa: Inspiración que siente el artista que favorece o estimula la creación, o la composición, de obras de arte; ésta inspiración suele representarse personificada.
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Disciplina, orden y perfección.
Ésas eran las palabras que marcaron por completo...
Bueeeenos días, gente madrugadora jsjs bueno aquí está el capítulo que terminé ayer de madrugada, pero antes de que comiencen a leer, tomen todos los que puedan
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"Eres como el sol, tú me despiertas, pero me drenas si consigo demasiado. Puede que te necesite o me romperé."-The Neigbourhood.
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Enamorarse siempre sucede de maneras misteriosas, realmente no hay una forma para guiarte, simplemente sucede. Muchas veces ni siquiera puedes decir el momento exacto en el que comenzaste amar a la persona hasta que ya estás en lo profundo. Enamorarse es como muerte por gas, sutil, suave, probablemente estés dormido cuando ocurre y no duele, simplemente estás ahí y al siguiente ya no.
Entonces, enamorarse de Seungmin se estaba sintiendo como una muerte por gas; Hyunjin podría mirarlo cada día y encontrar algo nuevo que le guste sin importar que lleve demasiado tiempo conociéndolo. Podría encontrar una nueva sonrisa que le gustaba más que la anterior, o encontraba un nuevo lunar que moría por besar. Siempre había algo nuevo y descubría que le gustaba más que lo anterior, sabiendo que estaba enamorándose profundamente de él cada día.
Podía entender lo que Doyeon vio en él, por qué ella estuvo tan enamorada del chico de mullidos suéteres y brillante sonrisa, con tiernos ojos que parecían poseer el universo entero al mirarte, donde su risa teñía el mundo de colores neón.
Mirándolo de perfil, sentado en su escritorio mientras terminaba una de sus tareas antes de irse a dormir, Hyunjin sólo era capaz de verlo a él ahí; la luz de la lámpara era amarillenta y tenue, Seungmin había aclarado que para no molestar a sus compañeros de cuarto cuando se quedaba despierto hasta tarde, el brillo del monitor también era bajo y sus cejas se juntaban en un ceño fruncido debido a su concentración, pero Hyunjin no podía mirar hacia otro lado.
—Pensé que estabas terminando una tarea—murmuró Seungmin después de un rato sin apartar la mirada de su computadora.
Hyunjin, que de alguna manera había abandonado la silla de su escritorio y se había sentado en el regazo de Seungmin, tarareó con alegría, apoyando la mejilla en su hombro de tal manera que su nariz estaba rozando su cuello, suspirando de felicidad, especialmente cuando Seungmin apartó una mano del teclado y le acarició el cabello.
—Me he rendido, tengo que dibujar otra rótula más y me saco los ojos—sentenció, reprimiendo un bostezo—Es más interesante tu tarea.
—Ni siquiera sabes qué estoy haciendo—se burló el pelinegro, ladeando la cabeza para poder besar su sien.
—Sí sé—se defendió, tirando de la camisa de Seungmin—Estás escribiendo un ensayo sobre los métodos de la Dogmática Jurídica Penal—comenzó a balancear los pies de adelante hacia atrás—Lo acepto, no lo entiendo, pero sé qué haces.
