El Demonio Y el Dragón.

O9

Wei Wuxian guardo silencio, viendo como aquella persona se acercaba a ellos.

Jamás espero qué, luego de quinientos años volvería a ver este mismo rostro.

Yan Yin, fue su viejo y buen amigo en su primer vida. Ambos siendo cultivadores errantes en el pico más alto.

Pero la envidia de unos es el sufrimiento de otros.

Yan Yin murió en un asedió impuesto por la gente en la que su pareja de Dao, confiaba. Sólo para morir tan cruelmente.

Nunca espero volver a verlo, sus méritos mientras estuvo vivo tuvieron quizás algo que ver, aunque viéndolo ahora... Parece que en esta vida, su viejo amigo era un demonio, justo cómo él.

WangJi no respondió a la pregunta de aquella presencia, podía verlo a simple vista, esa persona frente él es un demonio, y uno pura sangre.

“Oh~ ¿acaso es una pareja de Dao?” preguntó, mientras observa a aquellos dos hombres frente él.

Aunque sus auras eran diferentes, hoy en día los compañeros Daoistas, eran tan comunes. Después de todo sus cuerpos poseen una basta energía Yin y poco Yang, que al momento de realizar el cultivo dual, su avance era increíblemente bueno.

Las orejas de Lan WangJi pronto adquirieron un tono rojo carmesí, aunque su expresión facial no tuvo ningún cambio notable, las orejas rojas de la vergüenza no pasaron por alto para el demonio zorro que estaba a su lado.

Increíble. Lan WangJi era tan tierno.

Lindo, lindo.

Wei Wuxian carraspeo llamando la atención del demonio frente ellos.

“Este caballero, puede que te hayas equivocado” dijo Wei Wuxian. “Nosotros no somos compañeros de Dao, al menos no aún” añadió al final.

El brillo dorado en los ojos de Lan WangJi deleitó internamente las fantasías de Wei Wuxian.

Apartándose un poco más del demonio, Lan WangJi tomó distancia del desvergonzado a su lado. Ignorando los acalorados latidos de su frenético corazón.

Yan Yin observó detenidamente y no pudo detectar ninguna fluctuación de mentira u odió en el aire que los rodeaba.

Cruzándose de brazos, adoptó nuevamente una posición semi relajada.

“¿Entonces, puedo preguntar qué los trae a mi montaña?” pregunto sin rodeo alguno.

Ah~ así que la montaña de lary era el territorio que custodiaba Yan Yin.

El Rey demonio eligió muy bien a sus lacayos, Yan Yin era confiable.

“¿Yo?” Wei Wuxian se apuntó con el dedo y luego sonrió. Encogiéndose de hombros respondió como si no le importara si le creía o no. “Seguí a una belleza fría hasta esta montaña, no esperaba encontrarme con el guardián de ella. Un placer conocerte”

Lan WangJi volteó a verle, si los ojos fueran espadas, posiblemente Wei Wuxian ya habría sido traspasado por más de mil de ellas.

Wei Wuxian sintió la mirada asesina sobre su cuerpo y se giró para ver al dragón a su lado, sonriendo descaradamente.

Aquella sonrisa aceleró los latidos erráticos de Lan WangJi y evito la mirada de ese hombre. Apretando sus labios en una fina línea.

“Desvergonzado”

Había murmurado Lan WangJi en voz baja. Pero ante los oídos potentes de aquellos dos demonios, el susurro fue escuchado.

Wei Wuxian soltó una pequeña carcajada y suspiró profundamente.