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Wei Wuxian iba inmerso en su mundo, caminando al lado del gran rey del mundo fantasma, quien sólo tenía ojos para su Gege.

Ante ellos de mostró un gran puente y algunos pocos transeúntes atravesándolo. Varios eran del reino demoníaco, muy pocos cultivadores del reino humano podían llegar al demonio del Rey fantasmas Supremo.

Wei Wuxian no pudo evitar preguntarse si el Rey del inframundo ya había regresado de su largo viaje, aunque decían las malas lenguas que está vez su Rey había regresado acompañado de un humano, una pequeña belleza desvergonzada que en tan sólo unos pocos días, puso el Reino del inframundo de cabeza.

Una vez cruzando el gran puente, los tres se encontraron ante la magnificencia del reino demoníaco, los cultivadores del diablo yendo y viniendo en todas las direcciones, los vendedores y los puestos llenos de gente.

Las orejas del zorro pronto hicieron acto de presencia, moviendose lentamente sobre su cabeza. Las orejas blancas de Xie Lían no pudieron ocultarse tampoco y pronto se estaban moviendo en todas direcciones, captando las pláticas de los demás a su alrededor. Las orejas de Hua Cheng imitaron a las de su Gege.

Esto era algo que ellos no podían evitar, todo aquel que pisará las tierras del Reino demoníaco mostraría su forma animal, ya fuesen las orejas o la cola o solamente un solo atributo.

— Cada días las cosas están más animadas por estos lados. —No pudo evitar comentar San Lang, al ver la imagen brillante y animada frente a él.

— Nha, esto es solo en apariencia. La verdad es que la situación está tensa. —dijo Wei Wuxian, mientras se les adelantaba unos pasos.

— ¿Tan mala es la situación? —no pudo evitar preguntar Xie Lían.

Wei Wuxian asintió lentamente.

— El clan Vermillion está realmente, yendo demasiado lejos. —hablo en voz baja San Lang.

— HUMMM, ¡PAGA, PAGA, SI NO VAS A PAGAR LARGO DE MI TIENDA! —Un grito atrajo la atención de los tres.

En un puesto, había un joven en túnicas azules con blanco, había un pequeño niño a su lado, parecía verse en un aprieto porque sus labios estaban fruncidos. El niño que sostenía las manos del joven tenía los ojos rojos, Wei Wuxian estaba más que seguro que pronto el niño lloraría y armaría un berrinche.

Desviando sus caminar, dispuso a acercarse para saber qué es lo que estaba pasando. No había necesidad de gritarle a un niño y humillar a un joven belleza. Pero antes de que Wei Wuxian llegará hacía ellos, alguien mas había llegado y estaba al lado del joven de cabello castaño, amarrado en un moño. El niño abrió sus brazos y el hombre lo cargo en sus brazos.

Al momento siguiente, una fuerte presencia indujo al vendedor a ponerse en rodillas y sudar por la fuerte presencia de ese hombre frente él. Wei Wuxian observó aquella acción sin interrumpir lo que sea que estuviera pasando con ellos.

— Ese hombre... Es interesante —comento Hua Cheng, Xie Lían a su lado le dio la razón—. No pensé que habría alguien con tantas mezclas de bestias sagradas en un solo cuerpo. Interesante, realmente fascinante.

Wei Wuxian alzó una ceja, parecía que ese hombre que ahora estaba intimidando al pequeño comerciante era alguien genuinamente fuerte. Pero, ¿Quién era y por qué estaba en su reino?

— Vamos, parece que nos han notado. —Xie Lían dijo mientras caminaba ya hacía aquella familia peculiar.

Una vez estando los tres frente a aquellas personas, Wei Wuxian pudo apreciar más de cerca las características increíbles de esos extraños. Ni él ni él joven en su abrazo, ni el niño en su otra mano, tenían sus orejas u colas de fuera. Es como si la magia que regía sobre el Reino Demoníaco no les afectará en lo más mínimo.

El Demonio Y el Dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora