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Montaña Mei Zhu

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Montaña Mei Zhu.

Lan Wangji limpió su espada que estaba cubierta de sangre, había una pila de cadáveres a un lado de donde estaba el dragón, sus tunicas aun estában pristisimas.

Paso una última vez sus dedos por sobre la espada, su energia limpio rápidamente los ultimos residuos de la sangre de las bestias ya muertas.

Después de enfundar su espada, camino hacía la plata medicinal que estaba buscando, y por la cual se enfrentó contra las bestias.

La planta era mediana, sin embargo, había un brillo deslumbrante que provenia de los estambres de la flor. La arrancó cuidadosamente y luego la colocó en el cofrecito de jade, donde ya habían varias plantas guardadas.

Su lista por fin se acortó. Ahora, solo quedaban dos o tres cosas más y podria regresar al reino celestial, para entregar las cosas que se le pidió recolectora.

— Por Dianxia, que agradable coincidencia. —Wei Wuxian dijo, después de acercarse a unos cuantos cun.

La mano de Wangji se congeló por unos instantes y luego giro su cuerpo, para ver al demonio que plago sus sueños, los ultimos días.

Wei Ying enarco una ceja. —¿Xiao Lan, me has extrañado?

Wangji inclino su cabeza, viendolo con una ceja alzada. —¿Xiao Lan?

Wei Wuxian rio bajito. —O prefieres que te llame, Xiao Wang, Lao Wang, A-Zhan, A-Ji? No se, hay muchas formas de llamarte...

La raiz de los oidos del dragon se tiñeron de un hermoso rojo. El dragón le dio una mirada severa, Wei Ying alzo ambas manos en rendición, había una sonrisa en su rostro.

— ¿Joven Maestro Lan, a dónde vas? —Preguntó después de acortar la distancia de ambos.

Wangji dio dos pasos hacía atras, su corazón estaba yendo demasiado rápido, nuevamente la misma sensación. Frunció su entrecejo.

El demonio zorro observo sus micro-expresiones y sonrío de lado. —No frunsas tu ceño, te saldran arrugas.

— En.

— Aún no has respondido mi pregunta, a ¿dónde te diriges, segundo joven maestro Lan?

Lan Zhan lo penso por un momento y luego respondió suavemente. —Al centro de la montaña, por algo.

El demonio tarareó y luego sonrío. —Te haré compañía.

Una sensación extraña invadió a Wangji y sus ojitos tuvieron un brillo fugaz. Después de unos segundos él respondio.

— En, como gustes.

Wei Wuxian se rió fuertemente y luego vio la pila de cadáveres de bestias. —Si los dejas asi, su sangre atraera a mas bestias.

El Demonio Y el Dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora