¿¡Qué estás pensando, Lan Zhan!?

C3: Secreto (Parte Dos)

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El día siguiente Lan Qiren tuvo que ausentarse por reuniones internas. Jiang Cheng fue a preguntarle a ZewuJun cuánto tiempo le tomaría regresar y le respondió que a veces podían ser días y otras sólo minutos. También hubieron ocasiones donde hacían reuniones interdiarias. Algo extrañado, ¿no eran los Lan los más rectos y estrictos con las fechas? ¿Cómo podrían tener tanta frescura con el horario de algo tan importante? No queriendo molestarlo más, se despidió y regresó con Wei Wuxian, quién lo esperaba junto a un árbol. 

"¿Todo bien?" Jiang Cheng asintió con la cabeza,  

"Sí, probablemente regrese mañana o en unos días. No dijo nada muy importante."

"Tch. Pensé que como le tienes tanta estima te diría algo más. Me equivoqué." Estirando sus piernas adormecidas, comenzaron a caminar. Dándole miradas ocasionales, el joven perdió la paciencia, siseando un qué. Cruzando los brazos,  bufó antes de hablar. "A-Cheng, debes pulir tus habilidades. Si te esforzaras tendrías cientos de personas a tus pies. ¡Ay, que desperdicio de buen rostro!" 

"Cállate. No necesito venderme, para eso estás tú."

Poniendo una mano sobre su pecho, mostró una expresión tal que Jiang Cheng comenzó a reírse, eso indignando aún más a Wei Wuxian.  "¡Jiang Cheng!"

"¿Qué? Tú comenzaste." 

Volteó la cabeza, comenzando a caminar. Viendo como alguien cruzaba un pasillo frente a ellos. 

"¡Nie-Xiong! ¡Nie-Xiong!" Wei Wuxian levantó la voz lo suficiente como para que los discípulos Lan no lo miraran mal y el contrario lo escuchara. 

"Así que ya está despierto Wei-Xiong... Jiang-Xiong" Pausando un rato al percatarse de ambos, abrió su abanico dejando sus ojos descubiertos. El abanico de hoy tiene la figura de una montaña nubosa. Wuxian escuchó e ignoró al joven a su costado, la interrogación de hoy era al Joven Nie, no al gruñón de su hermano. "¿Necesitan algo?"

Qué extraño, no escucho nada. Mirando fijamente al contrario, vio un resplandor que el abanico no logró tapar. Un escalofrío recorrió su espalda. Peligro. Palmeó el hombro de su hermano, que seguía embobado por el hombre frente a él, sacándolo del trance.

"A-Cheng, ¿puedes ir a buscar a Shijie? Nos encontramos más tarde" Asintió, sabiendo que algo estaba pasando, pero sin querer meterse en algo complicado. Con una reverencia y dos pares de ojos conectados por más tiempo del necesario, se retiró. 

"Wei-Xiong, me hiere con sus acciones." Bajando el abanico, rió suavemente. 

"¿Qué quieres?"

"Nada, Wei-Xiong. Sólo que usted me parece... interesante, por decirlo de alguna manera." Wei Wuxian bufa, no te creo ni una palabra. "Aparte, no creo que deberíamos tener esta conversación en este lugar." 

Estirando una mano, dirigiendo el paso, ingresaron a la habitación personal del joven Nie, quien sirvió el té mientras el otro esperaba. Dejando el abanico en la mesa, se dio cuenta de la inquietud con la que observaba una parte de su cabeza. 

Quitándose el pendiente oscuro que colgaba de su lóbulo derecho, Wei Wuxian sintió la presión general desvanecerse, quedando sólo el olor de advertencia que el joven tenía. Cubierto por sus túnicas, oculto en un bolsillo de la misma manera que su colgante permanecía, pareció ocultar un secreto a voces. 

"No pensé que usted podría reaccionar al Lú DiYu." Tomando un sorbo del té frente a él, comenzó la conversación. ¿Lú DiYu?  Como leyendo sus pensamientos, agregó. "No se preocupe, no puede afectarlo cuando está cubierto."