Unexpected Nanny [PJM & JJK] ° 2020

Capítulo 23

Jeon sopesó sus opciones inmediatas. Podía tomar a Mingi del brazo y alejarse lo más rápido que le dieran las piernas, pero eso sería lapidario: asustaría al niño, y no había garantías que el sujeto no les siguiera, e intentase algo peor.

O bien, esperar a ver que quería el tal Yeonjun, y buscar una brecha para escabullirse sin mayores inconvenientes.

Lo único importante: no alterar a Mingi. Si Jimin había luchado tanto, para mantenerlo lejos de ese oportunista, él no iba a tirar por el caño su esfuerzo.

<<Bueno, aquí vamos. >>

— Supongo que Park debió contarte sobre mi, ¿cierto? — sin embargo, el hombre se le adelantó, evaluándole con esa mezcla de superioridad y expectativa.

Y Jeon lo dedujo: no podía cometer ningún error ante este tipo. Él no era alguien ajeno, como Chanmi. Yeonjun y Minnie compartían vínculo consanguíneo. Uno que podría utilizar en su beneficio, si dejaba escapar algo innecesario.

— Disculpe, pero no estoy autorizado a revelar información de esa, u otra naturaleza, sobre mis empleadores. — espetó, su voz fría e impersonal. Casi no se reconoció a sí mismo.

Mantuvo los ojos sobre la anatomía ajena, firmes. Aunque en su estómago, el vacío creciera, junto a los nervios.

— Vaya, Jimin te entrenó bien. — Yeonjun sonrió perspicaz. Y Jungkook tragó saliva. — Y probablemente le puso precio, a esa lealtad tan admirable que muestras.

— ¿Qué está insinuando? — preguntó, aún sabiendo la respuesta. Pero necesitaba ganar tiempo, y desviar la atención del otro.

— Park no es el único que puede recompensar tus servicios. — Dios, Choi era realmente detestable. — Mira, sé que este no es el mejor lugar para platicar. Pero, te aseguro que hay más en esa historia, de lo que Jimin dice.

— Me temo que ha habido un malentendido. Mi única responsabilidad y preocupación aquí, es Mingi. — Jeon bajó el tono, lanzándole una rápida inspección al distraído pequeño, antes de continuar. — Inmiscuirme en disputas familiares ajenas, no figuraba en el contrato laboral. Ese asunto, debe resolverlo directamente con Park Jimin.

— Eres un insolente, ¿cómo te atreves a decirme lo que "debo" hacer? — Choi alzó la voz, entre indignado y intransigente.

— Aunque, si tiene alguna novedad para el señor Park, puede comunicármela. — el niñero esbozó una sonrisa glacial, y Yeonjun juntó las cejas. — Me aseguraré de hacérsela llegar, justo después de contarle cómo fui interceptado en plena calle por usted, y su intento de soborno.

Los ojos del hombre se abrieron desmesuradamente. Rabia ciega saturó sus venas y trasmutó su rostro. Jeon le vio apretar los puños, y se preparó para la contraofensiva.

— Escúchame bien, empleado de cuarta... — siseó, acercándose un paso más al chico. — esto... -

— Jungoo... — la vocecilla temblorosa de Mingi, interrumpió la venenosa contestación. Los adultos miraron al crío, que observó intermitente a cada uno, mientras se aferraba a las piernas del niñero. — Ya quiero irme...

El corazón de Jungkook dolió hondamente. Había pasado justamente, lo que se afanó en evitar.

Mingi percibió el tenso ambiente entre ellos. Y ahora, evidentemente asustado, quería regresar a casa.

— Hola, pequeño... — no, esto no podía estar pasando. Yeonjun se había arrodillado a la altura de Minnie, y le estudiaba con interés. El niño se escondió tras Jeon, reticente.