Capítulo 17

8.1K 912 185
                                    


Holis, ¿qué tal todo? Vuelvo finalmente con otro capítulo. Ya estoy mucho mejor de salud, y había prometido actualizar esta historia, así que aquí está. Espero les guste. 😊

Por más que Jimin quisiera negarlo, las evidencias en su contra eran abrumadoras. Si estuviese siendo enjuiciado, ni siquiera los mejores abogados de Corea del Sur, habrían podido exonerarle.

Pero, se trataba de Park, al fin de cuentas, y su cabeza probó ser tan dura, como el mármol en la mesita del living.

Se negó a admitir el porqué de su desahogo: confiaba plenamente en Jungkook, a pesar del relativamente poco tiempo que llevaban de conocerse. Solo unos cuantos meses, –casi cuatro– de hecho.

Sin embargo, Jeon no necesitó de demasiado para ocupar un lugar importante en su vida, y aquello le aterraba.

Porque sabía muy bien que no era remotamente parecido a Yeonjun: la sinceridad que emanaban sus grandes y traviesos ojos de cervatillo, no tardó en desarmarlo.

Espontáneo, trasparente; hablaba sin rodeos tan pronto algo le molestaba, guardando el suficiente respeto y timidez para hacerle confiar... Y caer.

Cuando preguntó sobre el chico en su antiguo trabajo, no recibió más que elogios y reseñas positivas: laborioso, dedicado, íntegro, responsable. Un joven de pueblo que debió adaptarse sólo a la vida citadina, lejos de su zona de confort, familia, y todo lo conocido.

Jimin le admiró por ello. Se vio a sí mismo varios años atrás, preguntándose qué tantos puntos en común compartía con el niñero.

Aún así, no reconoció el calor en su pecho, cuando siguió a Jeon por el pasillo, y le contempló depositar a Mingi con imposible suavidad en su camita.

El pequeño se removió inquieto por unos instantes, renuente a liberar la mano adulta, mientras el niñero le despejaba los rebeldes rizos de la frente, y sonreía con genuina devoción.

Jungkook parecía esperar, pacientemente a que el niño cayese rendido, y Jimin no quiso interrumpir la tierna escena.

Cerró la puerta, evitando hacer demasiado ruido, y se devolvió a su habitación.

Tanta plática había drenado sus energías. Nunca fue bueno para compartir sentimientos antes. No obstante, de no haber llegado Mingi, aún seguiría vaciando hasta el más visceral de sus pensamientos.

Sin remordimientos, sin vergüenza. Porque... todo era infinitamente más sencillo cuando Jeon Jungkook entraba en el cuadro. Fácil y fluido... correcto.

Pero, ¿estaría bien con sólo eso?

No podía echar a perder lo que recuperara minutos atrás, por una simple atracción. Jungkook y él, estaban construyendo algo parecido a una amistad sincera, una que no sabía cuánto anheló, hasta esa noche.

Cualquier otro... deseo, empañaría los términos sobreentendidos de camaradería. Y Park realmente, desesperadamente, quería a Jeon en su vida.

Así que lo decidió: iba a olvidar, borrar, erradicar su interés físico por el chico.

No más duchas con final feliz imaginando una figura extrañamente similar a la de Jungkook; apreciarle de forma nada profesional cuando cumplimentaba tareas diarias, u observarlo indefinidamente siempre que sonreía, se rascaba la nariz, o abultaba sus mejillas, descontento con el resultado de algún platillo.

Además, debería mantener sus manos fuera. A veces, picaban por acariciar la desordenada cabellera oscura del niñero: hundir los dedos en ella y descubrir si era tan suave como imaginó.

Unexpected Nanny [PJM & JJK] ° 2020Where stories live. Discover now