Unexpected Nanny [PJM & JJK] ° 2020

Capítulo 15

Holis, estoy prácticamente dormida. Mañana corrijo si hay errores. 😴😴

Jungkook nunca había tenido tanta diversión en una tarde, desde... nunca.

Siempre trabajando, doblando o triplicando turnos en sus antiguos trabajos, para proveerse a sí mismo y su familia.

No consiguió hacer amistades verdaderas, más allá de los colegas en tiendas o cafeterías donde fue empleado.

Su existencia en Seúl era un tanto solitaria, pero no se sentía del todo desafortunado: ganaba lo suficiente para habitar un apartamento modesto, y sus padres recibían remesas cada mes.

Distaba de ser la vida soñada, pero: ¿qué en este mundo lo es?

No obstante, había cierta nostalgia hacia su pueblo. Sus coterraneos, gente con la que creció, los vecinos, sus compañeros. Shamsik Dong era una comunidad pequeña, pero muy unida. Donde casi todos se conocían.

Jeon resintió el abandonarla, pero su pasado le implusó a la capital, y ya no hubo vuelta atrás.

Finalmente, la suerte comenzaba a ponerse de su parte: se las agenció para conseguir un trabajo bien remunerado, con personas que realmente le agradaban, y hacían sentir apreciado.

O al menos, eso le aseguró a SamSoon. Una vez se encontraron, Jungkook propuso recorrer algunos lugares famosos de Seúl, ansioso por mostrarle más de la ciudad. Y durante el tour improvisado, le detalló cuánto había cambiado su realidad, desde que fue contratado como niñero.

Visitaron Lotte World, la Seúl N Tower, e incluso el palacio GyeongBokgung, convertido en museo, que permitía recorridos dirigidos.

SamSoon parecía haber retrocedido a la infancia. Sus ojos brillaban deslumbrados en cada parada del paseo, por la magnificencia y sofisticación de los edificios, y el parque acuático.

El tiempo transcurrió deprisa. Cuando Jungkook consultó su teléfono, eran ya cerca de las cinco, y debieron buscar dónde comer. Escogió uno de los restaurantes de Myeong-dong, zona comercial repleta de tiendas departamentales de lujo, cosméticos, y marcas internacionales de ropa.

El ambiente estaba concurrido: cientos de personas bullían de un lado a otro, entorpeciéndoles el paso. Aún así, tras mucho caminar, dieron con un establecimiento económico, pero abundante en oferta.

Ordenaron idénticas sopas de pollo al giseng y dumplings: SamSoon por curiosidad, y Jeon solo para complacerle.

Y a pesar de haberle dado vueltas, y demorar el tema lo más posible, el nombre de Jimin salió a colación durante la cena.

Sam -aunque no al tanto de todos los detalles- conocía muy por arriba, la fascinación que el piloto ejercía sobre Jungkook, y no se contuvo a la hora de preguntar.

La mueca lastimera en el rostro de Jeon fue tan obvia, que disparó su curiosidad a la enésima potencia.

— ¿Por qué te pones así? — cuestionó, observando al chico revolver su caldo sin interés. — ¿Ocurrió algo?

— No... — Jungkook sonó tan melancólico e incierto, que terminó alarmándole.

— ¿En serio? — Sam enarcó una ceja, cuando Jeon asintió sin mirarle —. Lástima que tus reacciones se contradigan. Te conozco. Algo no está bien, y tiene todo que ver con Park Jimin, ¿o no?

Jungkook quiso protestar, en cuanto detectó su tono seguro y preocupado. Pero una simple mirada, traducida en: No pienses mentir, le llevó a replantearse la respuesta.

— Si. — sonrió sarcástico. — Odio cuando tienes razón.

— ¿Qué puedo decir? Es herencia familiar. ¿O ya olvidaste que fue mi papá, quien convenció al tuyo de casarse? Prácticamente le debes la vida. — bromeó, encogiéndose de hombros. — Ahora, cuéntame. Y no escatimes en detalles. Esto será probablemente lo más interesante que escucharé en varios años. — Jeon rodó los ojos, y pretendió no tomarle en cuenta. Sin embargo, le comprendía a la perfección: vivir en un pueblo de poco más de 1000 habitantes, no gritaba precisamente diversión y entretenimiento.