LIAR || Charlie Gillespie

Epílogo

escuchen canada by lauv ft alessia cara

Un año, 365 días habían pasado, mucho puede pasar en ese tiempo. Nuevas personas, un nuevo hogar, parejas se forma mientras otras se separaban. Mucho escuerzo invertido, largas horas metida en un pequeño estudio que le permitía crear su propio mundo, lleno de color y sueños.

Addison no podía creer lo rápido que había pasado el tiempo. A los seis años tomó un pincel por primera vez y supo que era lo que quería hacer por el resto de su vida, y ahora acabada de recibir el diploma que la nombraba "artista" o técnico de color y gestión cultural como decía exactamente el papel. No más estudios, no más noches en vela cubierta de pintura terminando un cuadro, ahora era una artista oficialmente y si el universo se lo permitía, podría exponer su trabajo en alguna galería.

—¡Nuestra graduada!–la madre de los mellizos exclamó al ver a su pequeña caminar hacia ellos.

La graduada se abalanzó sobre su madre recibiendo el abrazo más acogedor y lleno de orgullo que alguna vez recibió. Su padre se unió al abrazo y si no fuera porque tenía maquillaje, hubiera llorado de sentir lo orgullosos que estaban de ella.

—No puedo creer que nuestra niña de seis años que solo le gustaba pintar ahora es una artista.–mencionó su padre con orgullo en sus ojos.

—Olvidas que pintó las paredes de su cuarto porque era más grande las hojas y los lienzos.–agregó Owen con gracia.

—Estaba tratando de expresarme.–refuto la rubia con gracia.

Su hermano la miro unos segundos mientras su novia y la mejor amiga de su melliza la abraza. Con su toga y birrete, y el diploma en mano. No podía creer que lo había logrado, todavía recordaba las veces que le dijo que cuando fuera grande quería ser una gran artista como Picasso o Vicent Van Gogh. Lo logro, logro aquello que siempre quiso.

—La pequeña Addi que soñaba estar rodeada de pinturas todo el día estaría muy orgullosa de ti.–dijo Olivia con nostalgia.

—La pequeña Addi no se compara a la pequeña liv, ella estaría extasiada de ver a donde llegaste.

—Sabes que amo cuando la atención está en mi pero hoy es sobre ti.–bromeó.

—Y el pequeño Owen está cansado de oírlas hablar.–alegó el rubio bromeando.

Ambas chicas soltaron una pequeña carcajada. La ojiazul se dejó abrazar cuando los brazos de su hermano rodearon su cintura.

—Estoy orgulloso de ti, hermanita.–murmuró en medio del abrazo.

Addison sonrió.–Gracias por soportarme todos estos años y a mis pinturas.

—Siempre seré tu fan número uno.

—Disculpa, ese puesto ya está ocupado.–la voz del canadiense entró por oídos de la graduada como música.

Ahí estaba él con una camisa blanca, pantalón negro de vestir, su cabello recién cortado, flores en mano y esos ojos que aún, a pesar de la distancia y el tiempo, seguían hipnotizándola.