Siempre.

205 13 1
                                    

¿Alguna vez han pensado en como iban a morir?, yo no, ni siquiera cuando, estoy alejada de todo eso, hay que vivir la vida ¿No es asi?, pero, ¿que cuando tu vida está contada?, tener cáncer es tener tus días contados, o eso pienso yo, me diagnosticaron cáncer a los 14 años,  enfisema pulmonar, más bien conocido como cáncer de pulmón, yo lo obtuve, no por fumar, si no por que mi papá fumaba, fumaba mucho, tanto que la casa estaba inundada de humo de cigarrillos, siempre estoy en el hospital, y agarrada a un tanque que me transmite aire cada 3 minutos, 3 litros, ya que mis pulmones no sirven como pulmones, tengo tubos en mi nariz -eso hace que me entre el aire a los pulmones o lo que quedan de ellos-, es una canula que rodea mis orejas y entra a mis orificios nasales, tengo que estar con esto siempre, ¿Porque?, porque tengo cáncer.

No quiero.— dije a mi madre que me quería llevar a fuerzas a un médico.

Tienes que ir.—me replicó.

¿Porque?

Te tienen que revisar.

¿Porque?

Se quedó sería, sabía que no le gustaba que le preguntara ¿Porque?

Porque tengo cáncer.—dije Serena aunque en mi interior lloraba desconsoladamente.

Tienes que ir.— dijo ignorando por completo mi comentario.

Me harán otro escáner.

¿Esa fue una pregunta o un cometario?.— pregunto mi madre con tono normal.

Un cometario, pero, ahora ¿Me harán un escáner?.— sonreí sin mostrar alguno de mis dientes.— fue pregunta.— agregue.

No se, sólo una revisión Anna.

Sólo una revisión.- repetí para mis adentros.— vamos.— dije desganada, sabía que de un modo u otro tenía que ir.

Mi mamá sonrió triunfante, tramposa...

Subí a mi habitación para 'Alistarme', aunque no sirviera de nada, siempre seguiría igual, siempre, repetí esa palabra en mi mente.

Revise en mi armario, no es que por tener cáncer tendría un armario de barbie, no, sólo jeans que alguna vez me quedaron ajustados y blusas normales, sólo normales, siempre.

Decidí ponerme unos jeans negros y una blusa blanca, sólo blanca, siempre.

Hice lo que pude con mi cabello aunque no sirviera de nada, las quimioterapias acabaron con mi cabello, no todo, pero si la mayoría, la doctora dijo que podría -si quisiera- ponerme tratamientos para que crezca mi cabello, y así lo decidí, ahora sólo lo tengo hasta los hombros, mi cabello era un desastre.

Toc, toc.

Se oyó al otro lado de la puerta, era mi madre, o un fantasma, abrí la puerta y vi a mi madre parada frente a mi con una sonrisa dibujada en su rostro, trataba de sacar una sonrisa pero no podía, ese don se esfumó hace muchos años.

¿Lista?.— pregunto mi madre.

¿Para morir?, no sólo para el doctor.

Ella suspiro.

¿Era tan feo tener una hija con cáncer?

Lágrimas de Ángel.Where stories live. Discover now