Lágrimas de Ángel.

Primer encuentro.

Baje del auto tomando tiempo, el tanque se había atascado en la parte donde se encontraban mis piernas.

—¿Necesitas ayuda?.— pregunto mi madre casi por salir del auto.

—No, no, estoy bien, solo se atasco.— en realidad no fue así, solo no quería ir, porque sabía que iba a pasar.

Más medicamentos y falsas esperanzas.

—¿Ya?.— pregunto mi madre.

Sabía que tenía que ir, así que de un jalón saque el tanque y lo puse con delicadeza en el pavimento, después mis piernas y tome el tanque con el carrito de metal que llevaba.

Mi madre empujó la puerta del coche y caminamos hacia la entrada, ella jalo la puerta de entrada y yo entre primero y después ella, caminamos un gran pasillo y dimos vuelta a la derecha, mi madre presionó el botón del elevador y esperamos, contemplando la vista del hospital de Ranway recordé muchas cosas, una de ellas:

*Aquí me diagnosticaron cáncer.

*Aquí pase noches en vela.

*Aquí sufrí.

*Y Aquí tengo cáncer.

La puerta del ascensor se abrió, gente salía y me miraba con tristeza, eso me molestaba, que sintieran lástima por mi, por una persona con cáncer.

Mi madre y yo entramos, presione el botón de séptimo piso y las puertas se cerraron, pero no del todo antes de que se cerrarán una mano se interpuso entre las dos puertas y automáticamente las puertas se abrieron, un chico de cabello color cobre y ojos avellana entró al ascensor se colocó a un lado de mi madre, le eche una vistazo rápido, mala día, él me veía, frunci el ceño disimuladamente, él soltó una risita, el ascensor paro y las puertas se abrieron, mi madre pasó primero y después yo, él chico se quedó ahí viéndome, solo camine, las puertas del ascensor se cerraron y él desapareció entre las puertas, entre a un cuarto, que suponía que era la sala de espera, estaba ordenada y arreglada muy formal, los colores amarillentos se posaban en las paredes y techo, los arreglos cafés resultaban dentro de el cuarto, una señora mayor salió de una puerta, parecía la Secretaría.

—En un momento la doctora los recibirá.— comentó aquella señora, mi madre asintió.

Tome asiento en una de las sillas con cojín, no podía estar parada mucho tiempo, era cansado para mi, al igual que tener cáncer es cansado para mi.

Mi madre tomó una revista de la mesita que estaba situada en una esquina y tomó asiento junto a mi, esperamos, esperamos y esperamos.

Después de algunos minutos una señora joven y esbelta nos recibió.

—Hola.- dijo aquella joven mujer.— Soy la doctora Streaming y seré tu doctora de cabecera.— Levante la vista que hasta el momento había bajado después de que saludo.

Asenti ligeramente.

Ella me dedico una sonrisa sincera.

—Pasen.— dijo la doctora Streaming.

Mi madre y yo nos levantamos y a seguimos, entramos a una oficina completamente blanca, excepto los arreglos negros que estaban en el escritorio, paredes y mesas.

Tomamos asiento en las sillas que estaban enfrente de el escritorio.

—Bien, y Cuéntame ¿Qué pasa?.— dijo ella, quería reírme o matarla, era la pregunta más estúpida que había escuchado.

Vasile, pero después respondí.— Tengo cáncer.—

Ella asintió.

—¿Qué tipo de cáncer?.— pregunto.

—Cáncer pulmonar.— respondí.

—Enfisema pulmonar.— dijo ella para sus adentros.— Bien, necesitarás más medicamentos, más Griern, y también más Frern.— Maldecí para mis adentros.—

N/A:
Todos los medicamentos son ficción, no existen.

—Bien, es todo, nos vemos la próxima semana.

La vi con incredulidad, ¿Sólo para esto vine?, que pachotada...