Lágrimas de Ángel.

Problemas.

En la mañana sentí un aroma realmente agradable, olía como a las flores del Prado, supuse que era Daemon, pero no, él no estaba ahí, creí que hacía el desayuno, pero eso suena demasiado tonto, no quería levantarme, pero tuve que hacerlo pues tenía que hacer «pis», me levanté y reacomode la canula, arregle mi cabello de una forma que no se viera tan mal y puse el tanque en el suelo, camine hasta el baño y hice mis necesidades, tome el cepillo y la pasta dental, puse una gran cantidad y remoje el cepillo, comenze a limpiar mis dientes, después de unos minutos escupí el resto y enjuague mi boca, la limpie con una toalla y salí. Camine por el pasillo arrastrando el carro de el tanque por detrás mio.

-No me fui.

-¿Eh?

-No me fui Anna.- era él, estaba acostado en mi cama.

-Me eh dado cuenta de eso.- dije sonriendo.

-Se que me amas.- definitivamente somos novios.

-No, no lo somos, pequeña Ángel.

-¿Puedes dejar de leer mis pensamientos por un día?.- dije algo molesta.

-¿Porque te enojas?.- dijo con un tono frío mientras se sentaba en la cama.

-No estoy molesta.- dije con un tono más fuerte de lo normal.

-Lo estás, ¿Te enojas porque te digo que no somos novios?, es que no es asi de fácil, Anna. Entiende que para mi no es nada fácil, es más, estoy pensando en quedarme, no es bueno que me enamoré de una mortal.

-No estoy molesta, ya lo dije, sólo no estoy de buen humor. Y ¿Estás pensando en irte?, oye, déjame decirte algo, no puedes entrar y salir de mi vida, así porque si, no soy un juguete que puedes utilizar cuando quieras.- dije ya enojada.

-Bien, regresó cuando estes mejor.- se levantó y saltó por la ventana, resople, definitivamente no estaba de buen humor, ni él, ni yo.