30. T'estimo

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"T'estimo quan et trobes
I quan estàs perdut
T'estimo perquè tornes
Del lloc d'on has vingut

T'estimo perquè encara
Que el meu passat no és aigua clara
Ho difumines, ho tornes fum
I m'il·lumines, perquè tu ets llum"

T'estimo - Belén Aguilera

🎼🎼🎼

Después de volver al mundo real, tras la burbuja que han creado sobre el escenario, los dos chicos deben enfrentarse al interrogatorio de sus amigos. Unos se preocupan por el estado físico de Raoul y otros felicitan a Agoney por su valentía y su velocidad de reacción ante lo ocurrido. No es hasta que los vestuarios empiezan a despejarse que la pareja se queda completamente a solas.

Sin decirse absolutamente nada, el rubio decide tirar de la muñeca del canario para encerrarse con él en el camerino. Mientras planea una forma no muy brusca de iniciar la conversación, aprovecha para volver a cambiarse deshaciéndose del body para ponerse su ropa de diario.

—Gracias por haberme salvado el culo antes —reconoce con media sonrisa el menor.

—Trabajaste muy duro para mandarlo todo a la mierda por algo que se escapa de tu voluntad —se encoge de hombros el contrario.

Agoney carraspea para rellenar el silencio que invade la sala. Raoul se muerde el carrillo con nerviosismo. No pueden seguir en ese plan.

—¿De verdad vamos a estar así después de habernos comido la boca delante de todo el teatro? —Alza una ceja Raoul, dejando entrever a su novio al chico divertido al que está acostumbrado.

—No es tu culpa, chiquito —suelta el moreno alterando el pulso del catalán con el mote utilizado—. Tu baile... uff... tu baile dolía, Raoul. No me pareció justo que estuvieras asumiendo que tú debías cargar con el peso de lo que pasó porque yo también tuve que ver en ello. Puede que incluso más.

—No digas eso —niega apenado el rubio a la par que se sube la cremallera de los vaqueros y termina de abrochárselos.

—Pero es que es verdad —lo rebate el mayor—. Me negué a escucharte cuando está claro que tenías razón. Nuestro dueto era necesario para muchísimas cosas. Lo reduje a que solo era para reafirmarte algo a ti mismo pero es mucho más que eso. Sirve para ayudar a los niños y niñas que nos hayan visto hoy y que sientan como sentimos nosotros, sirve para fortalecer a la gente que se encuentra fuera de la norma, sirve para visibilizar una realidad que a día de hoy muchos siguen queriendo mantener en las sombras. Lo siento un montón por haberlo visto tan tarde.

—Aun teniendo razón en eso, yo no tenía ningún derecho a llamarte cobarde —niega con la cabeza arrepentido—. Mucho menos hacerlo después de ver lo valiente que has sido estos meses... Sigo sintiéndome una mierda por ello, perdón.

—Yo te comparé con un maltratador, creo que no estoy para hablar —se rasca la nuca bastante avergonzado el tinerfeño.

—Resumiendo, los dos hemos sido unos idiotas y a partir de ahora vamos a hablar las cosas bien antes de decir gilipolleces de las que nos acabaremos arrepintiendo —sentencia Raoul poniéndose la camiseta.

—Eso es —sonríe aliviado el mayor de la pareja—. Entonces... ¿estamos bien?

El rubio no responde, simplemente se limita a agarrar la camisa del mayor por el pecho y tirar de ella para unir sus labios en un beso necesitado. Un beso que sí pueden darse en la intimidad que les ofrece el camerino de los teatros. Agoney posa las manos en la cadera del catalán, aferrándose mejor a su cuerpo a la par que entreabre los labios para dejar a Raoul profundizar el beso.

FALLING (Ragoney)Where stories live. Discover now