¡Extra! Mirya Blackwel y Hera Grangrees.

2K 170 11
                                    



"Fiesta de disfraces"

Mirya Balckwel.

Ella puso mi mundo de cabeza, Hera Grangrees se volvió mi perdición, mi debilidad.

Al conocernos intercambiamos números y tuvimos un par de citas, me refiero a par de dos, ya que después de la segunda cita, existió una tercera, pero digamos que en ves de llevarla a comer, me la comí y no en el mal sentido, de echo en él muy buen sentido.

Ella era tierna y algunas veces le daba miedo mostrar lo nuestro, pero después de algunas caricias y mucho sexo se le pasó.

Aunque mi sexualidad no era un secreto de echo mi padre, que al parecer quiere más a mi hermanastro que a mi, sabía, pero lo afirmé al llevar a Hera a la casa y para hacerlo enojar, la senté en mis piernas durante la cena.

Hoy pasaría para ir a una fiesta de disfraces, ella  es más de las personas que se pone a estudiar en ves de ir a una fiesta, pero esta vez la convencí de que tenía que relajarse un poco.

-Lindura-Hable fuera de el baño de su casa-Apúrate llegaremos tarde-Ella soltó un pequeño "espera" y volvió a quedarse en silencio.

¡Diablos cuanto puede tardar!

-Ya estoy lista-Ella por fin salió del baño y me levante de la cama al verla.

Se había disfrazado de la bruja escarlata, traía un payasito rojo con su capa detrás y sus labios del mismo color de su traje. ¡Dios, esta chica me va a matar!

-¿Te gusta?-Pregunto sonrojada cercándose a mi.

-Dios Hera, te quiero desnudar ahora mismo-Confesé mientras tomaba su cadera y la acercaba a mi.

Ella rió coqueta y tomó el escote de mi vestido negro (Me disfracé de gatubela pero sexy) y me acercó a sus labios.

-Desnúdame-Pidió-Por favor-Las hormonas se desataron.

-Maldición, llegaremos tarde-Maldije mientras tomaba sus muslos y con un salto ella rodeaba mi cintura con sus piernas.

La dejé en la cama y comencé a besar cada parte que su traje no cubría, al llegar a sus muslos ella jadeó y apretó fuertemente las sábanas.

Me levante y desgarre su disfraz, mi boca atrapó la suya y una batalla de lenguas donde yo dominaba comenzó.

Poco a poco mis besos se trasladaron a su cuello, su clavícula, sus pechos, su abdomen y terminaron su recorrido en su parte íntima, comencé a embestirla con la lengua, la movía en círculo y de arriba abajo, hasta que encontré su punto.

Ella apretó las sábanas con más fuerza y su espalda se curvó tanto que temí que se rompiera la espalda, este pensamiento me hizo sonreír, subí una de sus piernas a mi hombro para tener más accesibilidad a su parte.

-Mirya-Gemía en un grito-Ahh...-

Solo algunos segundos más fueron suficientes para que ella se corriera y yo tragara cada uno de sus fluidos, disfrutando cada parte de ella.

M levante y ella ya estaba sentada en la cama, con las piernas temblando y su cara sonrojada, su respiración agitada, toda mía.

Me acerque a ella para besarla y que se probara, ella acepto mis labios de inmediato, pasando sus brazos por mi nuca y profundizando el beso.

-Mi leonsita-Sonreí contra sus labios mientras decía aquel apodo haciendo referencia a la vez en que nos conocimos y su anillo que llamó mi atención-Di que eres mía, que siempre serás mía-Pedí en un susurro y mi rodilla se pociono en su parte íntima, ella soltó un jadeo y se aferró mas a mi cuello.

-Soy tuya Mirya Blackwel-Dijo haciéndome sonreír.

Mía, mía, mía, siempre serás mía.

Solo mía [Editando]Where stories live. Discover now