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Hyunjin casi lloró cuando el fin de semana llegó, le gustaba mucho las clases de tutoría con Felix y salir a comer con el luego de eso, pero estaba agotadísimo, las tareas lo aplastaron durante toda la semana, que ya fuera domingo era una bendición porque el sábado estuvo tan atascado de tarea que solo pudo llamar por teléfono al menor.

Se levantó temprano para terminar la poca tarea que le faltaba, necesitaba el día libre porque quería ver a Felix sin que le estuviera repitiendo frases en ingles que le costaba decir, porque en los últimos días el impulso de besarlo ya era tan sofocante que ayer casi lo hace, pero se tropezó por lo que Felix lo abrazó, deteniendo su caída y pidiéndole que tuviera más cuidado.

Pero hoy sería el día, no podía seguir esperando más porque ese hermoso chico australiano ya lo tenía todo estúpido de amor y no quería pasar ni un día más sin poder besarlo.

Habían tenido una conexión muy especial y rápida desde que se conocieron y a pesar de que solo habían pasado dos semanas de eso, ya sentía que era toda una vida, quería, necesitaba a Felix casi como respirar y no exageraba.

Cuando terminó las tareas tomo su teléfono y lo llamo, eran las 11:17 de la mañana, contestaron al quito tono.

—Ey Felix...

— ¿Hyunjin? —preguntó con la voz ronca y todavía medio dormido, provocándole un escalofrió en todo el cuerpo.

—Si—hizo todo lo posible para mantenerse tranquilo—Acabo de terminar las mil doscientas tareas que me dejaron y quería saber si estas libre para salir conmigo...

—Claro ¿A dónde? —Hyunjin pudo escuchar cómo se movía en su cama, estirándose para quitarse el sueño de encima.

—Quería ir a un nuevo karaoke que abrieron en el centro.

—Oh karaoke, claro ¿Dónde te veo?

—Paso por ti a las—miró la hora— a la 1 ¿bien? ponte más bonito de lo que estas.

La risa avergonzada provoco una en Hyunjin, después solo escucho un "okey" y colgaron porque tenían que empezarse a arreglar. Además de dejar un almuerzo para Chan.

Para cuando dio la 1, Hyunjin lo llamó diciendo que ya estaba fuera del edificio, pero que de nuevo no lo dejaron entrar porque no era residente así que Felix le tocó bajar por él.

—Tendré que decir que eres familiar o hablar con el recepcionista si esto va a seguir—tomó su mano y empezaron a caminar.

—Eso sería genial, así llego directo a tu puerta cuando tenga una sorpresa...

—Tentador.

Llegaron a la estación de buses y subieron al primero que los llevaría al centro de Seúl, se fueron sentados hasta atrás, aunque en esta ocasión fue Hyunjin el que se apoyó en Felix, pues el sábado se desveló haciendo tarea y se había levantado temprano hoy para terminarla y que nada pudiera interrumpir su día con el platinado.

—Solo no te duermas porque yo no sé dónde es—pidió el menor.

—No me voy a dormir—aseguró mirando a la ventana al mismo tiempo que jugaba con una de las manos del menor, acariciando sus dedos y comparándolos con los suyos—tus manitas...

— ¿Qué tienen?

—No nada, son pequeñas y adorables—comparó sus meñiques y se podía ver la clara diferencia de tamaño.

Felix solo hizo un puchero, pero no comentó nada, Hyunjin era más alto que el, era obvio que sus manos fueran más grandes. Lo dejó seguir jugando con su mano si eso lo dejaba quieto todo el viaje así que solo apoyó su cabeza en la contraria y se quedó en silencio.

FEELINGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora