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La fiesta empezó bien, hubo muchos regalos tanto para Felix-que tuvo que aceptarlos con pena porque nunca se imaginó que alguien además de sus amigos cercanos le regalaran cosas- como para Han, comieron algo rico preparado por la madre de Changbin e incluso comieron pastel, luego de que la señora Seo se fue, fue cuando empezó la verdadera fiesta...

Llego muchísima más gente y el ambiente se aloco.

Alcohol por todos lados, luces parpadeantes y en diferentes colores, gente gritando y música a tope...

La música estaba tan fuerte que Hyunjin ni siquiera podía escuchar a Felix por mucho que le gritara en la oreja, así que tuvo que sacarlo al jardín del lugar para poder conversar un poco más tranquilos.

— ¿Qué me decías bebé? —preguntó el rubio acariciando las orejas del menor solo porque sí.

—Nada—sonrió y se abrazó a su cuello—solo quería escuchar tu voz y ahí dentro no puedo.

Hyunjin sonrió y abrazó su cintura para después besarlo, Felix aún estaba algo sensible así que necesitaba mimos constantes y él no tenía ningún problema en dárselos.

Se quedaron fuera en el jardín un buen rato, recostados en el césped, la música los aturdía demasiado y Felix no tenía los ánimos muy arriba como para emborracharse, mucho menos Hyunjin que la última vez se llevó un dolor de cabeza horrible y ardor en la boca por el kimchi tan picante.

— ¡Ey! ¡ustedes dos bastardos! —gritó Han desde la puerta para después acercarse rápidamente a donde estaban—¿Qué hacen aquí afuera?

—Descansando los oídos de la música tan fuerte—respondió Hyunjin con tranquilidad mirando como poco a poco el cielo se oscurecía.

—Se supone que Lixie tendría que estar dentro festejando conmigo—hizo un puchero bastante adorable.

—Espera a que los desconocidos se vayan y podré entrar sin tanta pena Hannie ¿bien? lo prometo, cuando solo haya gente de confianza entrare, mientras déjame con mi hombre. —Por qué claro que había notado las miradas de muchas personas sobre Hyunjin, ese había sido uno de los motivos por los que pidió salir.

Hyunjin sonrió sin poder evitarlo, que Felix fuera posesivo con él era algo que no se veía muy seguido.

—Bien, vengo por ti en un rato entonces—picó la frente del platinado y regresó dentro.

El rubio se giró, apoyando su cabeza en su propio brazo para usarlo de almohada y poder ver a Felix más cómodo, el menor soló giró el rostro y sonrió.

— ¿Qué pasa? —preguntó con voz suave.

—Nada, sólo que cuando te podes en plan posesivo me gusta—sonrió y el menor solo soltó una pequeña risa.

—No me gusta compartir cuando se trata de ti—se levantó un poco sólo para recostarse encima de él, Hyunjin regresó a su posición inicial, abrazando a Felix por la cintura, dejándolo descansar en su pecho—Eres mi novio...y detesto cuando la gente te ve con ojos de que te quiere saltar encima.

Y a Hyunjin le hubiera encantado decir lo mismo, recalcar que detestaba que el enano de Changbin estuviera todo el día detrás de él, pero no podía, porque Changbin no lo veía con ojos de deseo como a él lo miraba literalmente media universidad, Changbin lo veía con ojos de amor, y eso era lo que más le aterraba...

Si había quien miraba a Felix con hambre y lujuria, pero bastaba con lanzar una mala mirada y dar un abrazo posesivo para saber que Lee Felix no se tocaba porque le pertenecía.

Lástima que eso no funcionaba con Changbin.

El cielo se volvió de un completo negro, las estrellas comenzaron a resplandecer y el agradable aire fresco soplo, tenían que disfrutar esos días porque las lluvias habían empezado desde hace un mes, pero por ahora el cielo se mantenía despejado, según las noticias del clima, para finales de septiembre tenía que llover de nuevo, pero el cambio climático era tan impredecible que ya no se sabía con exactitud.

FEELINGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora