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Mmm... Muy interesante lo que pasó hoy...

Bueno. Si este capítulo llega a las 25 estrellitas y a 75 comentarios (no valen puntitos), mañana subo el siguiente.

Disfruten el capítulo

¿Quién era? Sencillo, la hermana de Killer Bunny, la hermana mayor del jefe, la hija del antiguo jefe... Siempre era así, su nombre nunca se refería a ella. Y eso le molestaba, oh, sí, la ponía furiosa. O sea, era más inteligente que él, le llevaba dos años, estaba más preparada, no había razón para mantenerse en su sombra. Entonces, ¿por qué no había sido escogida para dirigir el negocio de su familia? Fácil, era Omega.

—¡Oye, Jihyo! —le llamó una vez su hermano.

—¿Qué quieres?

—Bueno, hace unos días estuve con Kitty Gang. —Sonrió como estúpido, recordando el adictivo aroma del Omega. La verdad es que nunca dejaba de pensarlo, pues ya estaba tatuado en su mente. Era como si estuviese hechizado o en un estado de trance sin fin. —Entonces, estuvimos hablando sobre mis laboratorios, pero no sé cómo terminamos hablando sobre ti.

—Ya. —Hizo una mueca. De hecho, ella era la que dirigía "sus laboratorios". —¿Y eso qué?

—Es que quiere conocerte.

Y aceptar fue la mejor decisión de su vida. No esperaba que su trabajo fuese a ser reconocido por el único Omega que había logrado dirigir una mafia, aunque recién hubiese empezado. La hacía sentir segura y poderosa, llena de vida, como si pudiese tomar el rumbo que quisiera. Sin duda, Kitty era perfecto engatusando. Se encargó de convencerla de que sin su hermano, su vida sería más fácil. La convenció de que la única forma de vivir era con poder y de que la única forma de conseguirlo era matando a todos los que se lo negaran.

—Mira dónde estoy por ti, Kitty —pensó.

Había luchado tanto para ser libre, pero había acabado encadenada en una fría habitación con olor a sangre seca y cloro. Sin embargo, abandonar sus ideales no era una opción.

—Aquí continúo siguiendo tus órdenes, así que será mejor que vengas por mí pronto —volvió a formular en su mente.

—Solo aguanta un par de semanas más. Ya casi tengo todo listo —contestó una voz en su cabeza.

¿Magia? No, para nada. La magia había dejado de existir hace mucho, tan solo era una ilusión del pasado. Sin embargo, la ciencia la había reemplazado a la perfección y, en este caso, la nanotecnología y los conocimientos de las ondas cerebrales.

—Supongo que esperaré nuevas instrucciones.

—Por el momento solo mantente con vida, eso es lo importante. Luego te daré más detalles —le dijo Kitty.

Luego, el felino apagó su versión modificada de smart-watch, listo para continuar organizando los detalles de su estrategia. Al parecer, tenía casi todo listo, pero aún había un par de factores que podrían arruinarlo, así que quería resolverlos. Sin embargo, pasaban las horas y no encontraba fórmula alguna para corregirlos. Lo mejor que podía hacer era reducir las posibilidades de que ocurriesen hasta el 20%.

—¡Esto está matándome! —gritó con frustración.

Por suerte, su aroma favorito, chocolate amargo y menta, se hizo presente. Eran alrededor de las siete de la tarde, la hora en la que acordaron verse, pues Agust debía mantener su fachada "vacacional".

—¿Estás bien? —le preguntó preocupado.

—¡No!

El Alfa de repente se asustó. ¿Cómo que no estaba bien? ¿Le dolía algo? ¿El bebé estaba bien?

—¿Quieres que llame al doctor? —preguntó al instante.

—Ay, amor, no es para tanto. —Rodó los ojos. —Solo es estrés... Mejor ven y abrázame, así me sentiré mejor —dijo usando ese tono meloso que tan bien le salía.

Agust no dudó en acercarse para rodearlo entre sus brazos con cariño; sin embargo, se le ocurrió una idea. Entonces, cargó a su Omega sin avisar, causándole un gritito de sorpresa.

—¡¿Qué haces?! —le gritó— Me asustas...

—Shhh... —lo calló mientras lo mecía como a un bebé— ¿Quién es un lindo gatito?

—Me voy a transformar para reventarte los ojos si no me bajas —puchereó—. Es en serio.

—Oh, sí, eres un malo y salvaje gatito —continuó con una sonrisa.

—¡¡¡¡¡¡Gucci!!!!!! ¡¡¡Ayuda!!!

De golpe, el mencionado ya estaba en la habitación. Vestía un terno rojo vino y estaba peinado como para un evento.

—¿Qué pasó? ¿Es el bebé? ¿Te duele algo? ¿Llamo al doctor?

—¡Agust no me quiere bajar! —se quejó.

—¡¿Para eso me haces correr?!

Era la primera vez que Gucci le decía algo así. Usualmente no se quejaba y lo ayudaba hasta en lo más estúpido. No obstante, este cambio no le molestó, sino todo lo contrario. Le gustaba la idea de que el Alfa dejara de ser tan sumiso ante él y expresara lo que en verdad sentía.

—¿Por qué tan guapo? —preguntó sin ganas de seguir quejándose por estar en los brazos de Agust. De hecho, era muy cómodo.

—Amm... Yo... Ammm... saldré a cenar con...

—¡Gucci!, ¿ya estás listo? —gritó una voz conocida desde el piso de abajo.

—No te preocupes. —Sonrió Kitty. —Solo ve y suerte.

Era el momento de abandonar la soledad y aceptar que él también podía amar. Bueno, siempre pudo, pero ahora lo escogía.

• CAZANDO A KITTY GANG: el final • [Dki/Yoonmin]Where stories live. Discover now