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Hola.

Bueno, alguien debería hablar de los poderes de Butter c: La canción me mantuvo enérgica todo el día. Hace mucho que no me sentía así.

Ahora, una pequeña definición para entender mejor los planes de Kitty...

Captura de Estado: Cuando un grupo de poder maneja el Estado para satisfacer sus intereses particulares. Tipos: burocrática, corporativa y cognitiva.

Captura tipo hormiga: Es similar, aunque no captura a todo el Estado, sino una institución. Por ejemplo, una universidad o una municipalidad.

Kitty, Gucci, Killer y varios de sus secuaces llegaron a Seúl luego de toda una operación de traslado. Habían empacado todos sus equipos, aunque aún había algunos que no llegaban desde Tokyo. Sin duda, habían corrido toda la tarde de un lado a otro, chequeando armas, bombas, trajes, comunicadores, drones y más. Estaban intentando reinstalarse, ya que, cuando Agust capturase la Policía Secreta, no habría forma de que los detuvieran.

—¿Cuánto tiempo más va a tardar esto? —preguntó el gato montés algo exasperado.

Él y sus aliados más cercanos estaban ocultos en un edificio de Killer Prince,  puesto que no podían ser vistos. Mientras menos gente supiera de sus regresos, mejor. Inclusive, varios de los hombres que trabajaban para ellos no tenían ni idea de que habían dejado la seguridad de la bella Tokyo.

—Tan solo cinco minutos más —le respondió Marcello, su estilista privado—. Luego podré rizar tu cabello y probar el maquillaje que usarás mañana.

—Excelente.

El plan era sencillo; tan solo debía asegurarse de no ser visto por los altos mandos y evitar que las cámaras captasen su rostro con claridad. Además, debía recibir la confirmación de Agust sobre el paquete que le encargó. El contenido debía ser comido sí o sí por los nuevos.

—Listo —le avisó Marcello luego de que pasara el tiempo requerido—. Ahora podemos empezar con el verdadero trabajo duro.

—Confío en ti —contestó el Omega—. Haz lo que tengas que hacer.

Mientras tanto, su Alfa se encontraba en las oficinas de la Policía Secreta, siendo interrogado por los hombres a los que alguna vez había apreciado. Le dolía mentir, no lo podía negar, pero haría hasta lo imposible por su Kitty. Sería capaz de traspasar todos los límites de la ética, de romper consigo mismo con tal de hacer feliz a su destinado.

—Eso es todo lo que sé. Lamento que no sea mucho.

—De hecho, es más que suficiente —contestó X—. Has confirmado las declaraciones de Jihyo y que las nuevas medidas para proteger nuestras instalaciones bastarán por el momento. Gracias.

—Bueno. Si eso es todo, me parece que puedo ir a mi departamento para descansar. Ha sido un día largo.

—Por supuesto, Agust. Puedes retirarte.

Entonces, el lobo se levantó de la silla, dispuesto a cumplir con el encargo más importante para su amado. Sin embargo, una mano fría lo detuvo.

—Agust... —dijo X en voz baja, como si quisiera mantener cierta intimidad en el momento.

—¿Qué pasa? —preguntó el pelinegro sin voltear a verlo.

—Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿verdad? —continuó su jefe con la voz algo temblorosa— Siempre tendrás a un amigo en mí. Si aún te sientes mal por haber dejado a Kitty o alguna otra cosa, puedes contarme.

—Lo sé...

—Y, recuerda, el día del incendio, no solo perdiste a un padre, sino yo perdí a un hermano.

Sabía sobre qué iba ese pequeño discurso. Sería estúpido ignorar el hecho de que X era su tío, por eso odiaba tanto a los Park, por eso le encargó esa misión. Buscaba venganza tanto como él mismo hizo antes de caer en las garras del amor y los caprichos de la Luna.

Le dolía traicionar a su sangre, pero su decisión estaba tomada. Los lazos familiares ya no existían, al menos no con él. Ahora tenía a su Omega, quien llevaba a su futuro hijo en el vientre.

—Juntos nos encargaremos de llevar a Kitty ante la justicia —mintió.

—Gracias, sobrino.

Entonces, salió de la oficina con rumbo hacia el ascensor. Prendió ese botón verde para llamarlo y esperó hasta que la puerta de metal se abrió. Luego, esperó hasta llegar al primer piso. Una vez ahí, caminó hasta la pantallita oculta al lado del teléfono de la recepcionista para marcar su salida de la Central. Y, listo, ya estaba fuera.

—Un gusto, novatos —saludó a los guardias con una sonrisa muy amigable—. ¿Cansados?

—¡No, señor! —contestaron al unísono, aunque era más que obvio que sí lo estaban.

—No es necesario que me mientan —les dijo—. También fui como ustedes en su momento, así que decidí traerles unos chocolates, pero no le digan a nadie.

Sacó de su mochila una caja blanca con veinte bombones blancos rellenos con mermelada de fresa. Estos olían deliciosos, como el paraíso en la tierra, tan embriagantes, tan dulces, tan adictivos. Eran como morder del fruto prohibido, la sabiduría de la carne. Simplemente, no eran simples bolas de chocolate con mermelada, sino algo más. Poseían cierta vida en ellos.

—¿Ricos?

—Sí, jefe —respondieron juntos otra vez, aunque ya no eran los mismos de antes. Se habían vuelto vulnerables, pobrecitos.

No obstante, así como un héroe puede debilitar a los suyos, aliándose con el villano, el mismo villano puede engañar a los héroes. Es tan fácil, tan solo debe fingir. Ya saben, el disfraz de oveja a veces sí le queda al lobo o... al gato.

—¿Cómo me veo? —preguntó Kitty, observando las miradas sorprendidas de Gucci y Killer.

—¡¿Quién eres tú y que hiciste con Kitty?! —exclamó el oso.

—Pareces un niño...—susurró el león— Siento que debería comprarte algo, no sé por qué.

Si quería ganar el juego que empezó, tendría que actuar un poco. Al fin y al cabo, así había sido siempre su vida: una obra de teatro. Y, a partir de ahora, sería un joven y tierno Omega felino, quien adoraba observar a las fuerzas del orden trabajar porque no había nada más noble que esa labor, ¿verdad?

—Les presento al pequeño y dulce Omega que robará sus corazones —intervino Marcello—: Park Jimin.

• CAZANDO A KITTY GANG: el final • [Dki/Yoonmin]Where stories live. Discover now