🔥15💔

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Good evening! Good evening!
I'm starting to write this just after my English class, so my mind is in this language.

Well. As maybe all of you realized, I'm not publishing episodes everyday like before. But, it really doesn't matter because I going to continue with this.

Ok! Now! Enjoy

Luego de que llegaran al evento, Kitty y Gucci se alejaron para encontrarse con Mina, una Omega que traficaba armas entre Japón y Corea. Ella poseía una imagen elegante y delicada; sin embargo, las apariencias engañan. En realidad, poseía una mente privilegiada, pues su habilidad para negociar y convencer era fascinante.

—Míralos ahí... —masculló Killer Prince, sin apartar su atención de cierta parejita— tan sonrientes y "enamorados" —bufó.

—También estás celoso, ¿verdad? —le preguntó Agust.

El castaño no quería admitirlo, pero era improductivo negarlo, aunque no debería sentirse así. Bueno, si Gucci no lo hubiese estado ignorando desde que tuvieron sexo, tendría razones para sentir celos. No obstante, lastimarse por alguien que no tuvo el valor de aclarar su "relación" no tenía sentido.

—¿Soy tan obvio?

—Tanto como yo. —Suspiró, acomodando el cuello de su camisa. —Por cierto, ¿qué pasó entre ustedes?

—Creí que nos estábamos dando una oportunidad. —Bajó la mirada. —Justo eso creí que hacíamos, pero al parecer no fue así.

—¿Por qué lo dices?

—Porque no me ha hablado desde que salimos —contestó algo desanimado.

—Es un idiota.

—Al igual que Kitty.

—Tan solo está trabajando —lo justificó.

—Debería divorciarse y estar contigo formalmente si tanto te ama —argumentó Killer, agarrando un vaso con coñac que un mozo le ofreció—. O sea, ¿acaso no dejaste de lado a tu organización? ¿Acaso tu cabeza no está en juego?

Sí, tenía razón. Además, no solo era traición a su patria, sino también a sí mismo, pues esperaba un hijo del hijo del asesino de sus padres. Supuestamente se iba a vengar de los Park, mas la situación dio un giro de ciento ochenta grados. Y, debía admitirlo, le encantaba estar con Kitty, pese a todo lo negativo que implicaba.

—Lo está... Y, si su plan sale mal, todos acabaremos en la cárcel o, peor, muertos.

—Ves. —Le dio un profundo sorbo a su licor. —Si arriesgas tanto, ¿acaso no mereces más reconocimiento? —Volvió a beber hasta acabar y continuó: —Básicamente serás su títere. Él controlará a la Policía Secreta y tú serás su fachada.

—Es a lo que accedí...

—Pero ¿no crees que mereces más? —Llamó a otro mozo para agarrar más alcohol. —Ya tienes su amor. Ahora exige respeto, poder... —Bebió más. —Ya sabes, por lo que todos estamos aquí.

—¿Y tú? ¿También le exigirás lo mismo a Gucci? ¿Le pedirás que se divorcie?

—Mira, lo mío es diferente. Nosotros no estamos destinados y... prefiero actuar como si no me importara. —Volvió a terminar su bebida de golpe —Y, ahora, me parece que tenemos trabajo. —Alzó la vista. Al parecer, buscaba a alguien en particular de entre los peces. Entonces, lo vio. —¡Señor Murakami! —llamó, dirigiéndose a un Beta delgado y de buen porte.

En ese momento, el hombre le hizo un gesto, como indicando que podía acercarse, así que Killer fue. Así, Agust quedó solo en medio del salón, observando cómo Kitty brindaba a lo lejos. Sin embargo, notó que su encuentro con Mina había terminado, pues se alejó de ese grupo para tomar aire en el balcón. Entonces, el Alfa aprovechó para hablar con él.

Avanzó de entre esa gente con aromas extraños y tatuajes como manchas rojas y naranjas hacia una zona vacía. Aparentemente, a los peces no les gustaban los lugares ventosos, lo cual era una suerte para él, ya que tendría privacidad.

—¡Kitty! —exclamó al llegar.

—Hola... —saludó el pelirrosa con un sonrisa tierna.

—Quería hablar contigo, pero no sé si es un buen momento. —Caminó hacia él, sin dejar de admirar lo hermoso que le quedaba su vestido.

—Depende de lo que tengas que decirme —ronroneó el felino.

—Quiero hablar de lo tuyo con Gucci. Quiero que lo dejes.

—¿Qué tiene?

Por otro lado, cierto Alfa león no podía ocultar el malestar que inundaba su pecho. Se sentía furioso por las risas coquetas que soltaba Killer mientras charlaba con Murakami. No le agradaba para nada que ambos hubiesen conectado tan rápido, en especial por la mala fama de ese Beta. Sin embargo, no tenía el valor suficiente como para separarlos. Por eso, cuando el Omega se excusó para ir al baño, vio la mejor oportunidad para interferir, así que lo siguió.

Una vez este abrió la puerta, lo empujó levemente para que ambos entraran y, luego, la cerró. Estaba listo para enfrentar sus sentimientos, aunque podría ser un poco tarde, tan solo un poco.

—¡Oye! ¿Qué te pasa? —gritó Killer.

—Necesito hablar contigo.

—¿Sobre qué? ¡¿Sobre cómo me has estado ignorando todo el día?! —rugió— Lo siento, amigo, pero a mí nadie me trata así. Si no aguanté a mi destinado, menos te aguantaré a ti, así que, ¡permiso!

Su aroma a helado de mocca y pisco se sentía más alcohólico que nunca. Era amargo, lleno de resentimiento y decepción, una fragancia que Gucci no se permitiría oler otra vez, pues ese osito no se lo merecía.

—Perdón.

—¡¿¡Qué!?! ¿Tú me estás pidiendo perdón a mi? ¿Gucci Gang se está disculpando?

—Es en serio —susurró—. Perdón.

• CAZANDO A KITTY GANG: el final • [Dki/Yoonmin]Where stories live. Discover now